Capítulo 19

10 0 0
                                    

Veía todo moverse, era borroso, escuchaba platicas pero lejanas, alguien decía mi nombre una y otra vez pero solo veía reflejos de luces, sentía como si un tren me hubiera pasado encima, dolía el cuerpo y mucho, aún no entendía que había sucedido.

Estábamos en casa de Thali, la fiesta de cumpleaños había comenzado una hora antes de lo previsto y estaba feliz por ella, comenzamos a tomar shots de tequila junto a Santi, Wendy, Pablo y Franco, ellos brindaban por cualquier cosa y yo solo seguía el juego (lo cual fue una mala idea), Thalía me había hablado a bailar, me di cuenta que ella estaba mas mareada que yo así que, comenzó a moverse de una manera inusual en la pequeña pista de baile improvisada, sus cadenas se acercaban a la mía y yo solo reía, es de esos momentos en la borrachera en la que todo ves divertido.

Thalía era más divertida de lo normal en ese estado, pero me hizo tomar y brindar con ella, sentía la cara muy caliente y mi vista se comenzaba a tornar borrosa, seguí bailando, pero me di cuenta que Thali ya no estaba conmigo, pude alcanzar a ver qué se estaba besando con un chico cerca de la ventana, así que hice caso omiso y seguí bailando, la música era algo movida y sensual, no se si estaba bailando bien o mal pero me sentía demasiado mareada para ponerme a pensar en ello.

De repente un cuerpo se pegó al mío, no voltee, solo con oler aquel perfume y sentir sus manos en mi cadera supe de quién se trataba, así que suspiré ante ello y cerré los ojos, Santi acerco su cara a mi cuello dejando pequeños besos en el mientras seguíamos el ritmo de la canción, aún no había volteado a verlo, pero se sentía tan bien estar así de cerca.

Santi me hizo dar vuelta tomándome de la cadera, quedando frente a frente, sus ojos estaban un poco rojos por culpa del alcohol, luces de colores se reflejaban en su rostro haciéndolo más atractivo, me sonreía de una manera sensual, y yo sé que me había quedado perdida en sus ojos.

-Te quiero- me dijo Santi sobre la música, acercándose a mi oído para que lo escuchará, no respondí, pero le di mi sonrisa más sincera y más enamorada que nunca, la música seguía y mi sensación de felicidad seguía creciendo, así que tome del cuello a Santi para acercarlo y besarlo, así estuvimos un buen rato, no supe cuánto tiempo pasó, pero cuando nos separamos nos manteníamos sonriendo.

Santi aún me tenía muy cerca de su cuerpo y siguió dejando un línea de besos en mi cuello, lo cual me hizo tener la necesidad de que no parara, porque Dios, se sentía tan bien, mis manos comenzaron a recorrer su espalda por debajo de su playera, su piel estaba caliente y se sentía jodidamente bien, él comenzó a hacer círculos en la parte baja de mi espalda, estábamos teniendo una clase de experiencia que se sentía demasiado eufórica dentro de nosotros.

En aquel momento casi todas personas que estaban en la casa estaban ebrias, así que no nos importo si nos veían, él y yo estábamos sumidos en nuestra burbuja, nos seguíamos tocando de una manera "innocente" pero que se sentía como estar cerca del cielo.

No sé si fue el tiempo que pasamos así, besándonos y tocandonos, o la música que me comenzó aburrir, pero necesitaba más de él, mi estado de ebriedad había comenzado a disminuir, comenzamos a caminar hacia uno de los cuartos de la casa de Thalía, al cuarto de invitados, conocía está casa muy bien, y sé que su madre siempre decía que esta casa merecía respeto por nuestra parte, pero sé que no estaba rompiendo esa regla ¿O si?.

Santi no dejo de besarme, al siguiente minuto estábamos sobre la cama, Santi sin su playera y yo sin la mía, nuestras manos viajaban de un lado a otro, él se sentía tan cerca mío, tanto que sentía que nuestras almas se tocaban, no se en que momento la demás ropa desapareció, pero seguía disfrutando la cercanía, la música se seguía escuchando al fondo, disfrutando del sonido de nuestras respiraciones tan cerca, del cómo se sentía el sudor mezclándose con nuestros perfumes. Su mirada era intensa, demandante y yo solo era sumisa ante él, a pesar de que era nuestra primera vez haciendo esto, lo cual podía ser algo incierto para mosotros, él fue tan delicado, me hizo sentir segura de lo que hacía, el alcohol ya había abandonado mi sistema para ese entonces, de repente solo sentí un pequeño dolor dentro de mi, algo que con el tiempo me fui acostumbrando, al cual mi cuerpo pedía con demasiada necesidad, Santi decía mi nombre y palabras lindas, y yo, yo pareciera que las únicas palabras que conocía eran su nombre y la palabra te amo, seguíamos tocandonos y besándonos, pero la intensidad de aquel momento comenzó a subir hasta el punto que en que me hizo soltar un suspiro que llegó hasta el cielo de aquella noche, lo cual mi cuerpo agradeció y tomo como la mejor sensación dando aviso que habíamos terminado, mis ojos habían estado cerrados, así que cuando los abrí me di cuenta que yo estaba sobre el, nuestras respiraciones eran aceleradas, su piel estaba sudada al igual que la mía, pero no daba asco, al contrario, se sentía bien. Sus manos comenzaron a tocar mi cabello, me tomó de la cara haciendo que lo mirara, ambos teníamos una sonrisa pequeña que era cómplice de lo que acaba de pasar, me besó y correspondi nuevamente, no dijimos nada hasta que nuestras respiraciones volvieron a la normalidad.

Un Nuevo Amanecer Where stories live. Discover now