CAPÍTULO 20

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Alguna vez alguien me contó que los ángeles están entre nosotros, quiero decir que no creía en Dios, Santi por su parte era muy devoto y sé que no debo entrar en detalles sobre este tema, pero llego algún momento en que creí realmente en él, hasta la fecha.

Decían que los ángeles nos rodeaban, que te hacían sentir segura, y que te protegían de cualquier mal, un ángel guardián era lo que te mantenía así, bueno, se supone que no los podemos ver, pero hay personas, seres humanos que se convierten en algo parecido, Santi era uno de ellos.

Siempre fuimos fieles a lo nuestro, siempre nos cuidamos el uno al otro desde el día uno en que nos conocimos, ambos éramos nuestros ángeles guardianes, pero ahora entiendo que debí serlo aún mejor, que no fui lo suficientemente buena para él, y que le mentí cuando el más me necesitó y más me amó.

****

La fiesta había terminado, me dolía la cabeza, cuando desperté solo estaba Santi, Thali y Wendy, apenas podía recordar lo que había sucedido, flashbacks de antes de caer llegaban a mi.

Quería golpear fuertemente a Kenia, se lo merecía, cuando intenté reincorporarme me comenzó a doler todo el cuerpo, y es cuando me di cuenta que estaba en la habitación en la que Santi y yo habíamos estado anteriormente.

-Tranquila, le di su merecido- Thali seguía un poco borracha, pero ya se podía mantener en pie por si sola.

-Te perdiste una de las mejores escenas, aunque la tuya también fue muy buena- comentó Wendy, pero me dolía el cuerpo para reír, así que en vez de una sonrisa, logré soltar un quejido de dolor.

-Quedate recostada, estarás bien, pero creo que necesitamos ir a ver a un doctor- Santi estaba sentado a lado mío en la cama, tenía cara de preocupación

-¿Qué hora es?- el ruido de la música se había apagado, y no se escuchaba ruido en la sala.

-Las cinco de la mañana, la fiesta termino hace más de una hora, después de la paliza que Thali le dió a Kenia.

Me sorprendió lo que dijo Wendy, no supuse que Thali realmente se hubiera peleado con Kenia, Thalía estaba ebria para poder pelear, sin embargo estaba sin un solo rasguño, pero si tenía su cabello totalmente hecho una selva, muy desordenado.

-No podemos ir al doctor, le tendrían que hablar a mis padres, me quedaré aquí, y sé que el dolor se irá, solo necesito descansar- Santi me apretó la mano y asintió aún con cara de preocupación.

Dicho eso Thalía y Wendy se fueron a dormir y Santi se quedó conmigo, se sentía bien tenerlo cerca y aunque me dolía todo el cuerpo él me hacía olvidarlo por un momento.

Me abrazó y ambos nos quedamos dormidos.

No sé qué hora era cuando un grito me despertó, el sol entraba por la ventana, y Santi aún seguía dormido a mi lado.

-¡Thaliaaaaaaaa, que demonios....!- la madre de Thali ya había llegado y supuse que su grito tenía que ver con todo lo que había quedado descomodado en su sala y patio, no me quería ni imaginar.

Escuché como Thalía bajaba rápidamente, y comenzaba a discutir con su mamá, me sentía incómoda y culpable de no haberle ayudado a limpiar, pero bueno un accidente llamado Kenia se había atravesado en mis planes.

Escuché que alguien tocaba la puerta de la habitación, me daba temor que fuera la mamá de Thalía y me regañara de igual forma, pero cuando la abrí solté un suspiro al ver a Wendy.

- Espero te sientas mejor, porque tenemos un problema que limpiar- se que Wen se refería a ayudarle a Thalía a limpiar todo lo que había pasado en la fiesta.

Me costó despertar a Santi, pero lo logré, cuando le conté que teníamos que limpiar, se encerró en el baño y dijo que no saldría, era un flojo para hacer limpieza, así que digamos que no siempre era un pan de Dios.

No se necesito que mi imaginación trabajará para saber todo lo que teníamos que levantar, por qué cuando bajamos es como si un terremoto hubiera estado en la casa de Thalía; sus sillones estaban de cabeza, botellas por toda la casa, vasos, frituras, suéteres olvidados, y un chico aún dormido en su jardín.

-Recuerdame no dejarte hacer ninguna fiesta jamás a partir de hoy- me dirigí a Thalía con voz autoritaria

-Lo sé, está resaca me está matando, así que la próxima vez que se me ocurra hacer otra fiesta denme un tiro en la cabeza- ella llevaba unas gafas negras, cuando se las quito parecía un zombie, daba miedo, si su piel era pálida naturalmente, ahora parecía un fantasma.

El sol estaba mas fuerte y seguíamos limpiando, habíamos progresado, ya que la casa ya estaba recobrando su normalidad.

Santi se nos había unido por fin, y el trabajo entre cuatro fue más rápido. Al finalizar, y ver todo limpio nos acostamos en el jardín, estábamos agotados, nos quedamos en silencio, solo mirábamos el cielo.

-Me dieron la mejor fiesta del mundo- dijo de repente Thalía, yo solo reí, el dolor de mi cuerpo ya había disminuido.

-Quiero ver la cara de Kenia cuando nos la encontremos en el colegio- dijo Wendy riendo.

-Ahora que recuerdo, ella a pesar de ser una pesada, se que no estaba sobria, se veía más allá de haber consumido alcohol, como si estuviera drogada- comenté recordando su cara y sus ojos cuando me gritó antes de empujarme.

-¿Enserio?- Santi me veía preocupado, se que ellos habían tenido historia antes y que eran amigos desde que comenzó el instituto, por una parte sabía que el realmente se preocupaba por ella, pero por otro lado me comía la conciencia recordar cuando los encontré en su casa desnudos.

Asentí ante su pregunta, Thalía se había levantado y estaba mirándonos.

-Ahora que recuerdo, dentro de mis lagunas mentales, yo entre al baño y ella estaba inhalando algo, cuando me vio me cerró la puerta en la cara.

-Bueno que no se entere tu madre que hubo droga en esta fiesta, porque estarás castigada hasta que cumplas ochenta años- dijo Wendy, ya estábamos sentados en el pasto.

Santi se había quedado pensativo sobre el tema, tenía su ceño fruncido y sus ojos estaban mirando fijamente el vacío, como si tratará de recordar algo o pensar seriamente en algo.

-Creo que es momento de irnos- dije, Wen dijo que también se tenía que ir, así que cada quien tomó su camino, Santi y yo juntos.

Camino a casa, el manejaba pero seguía pensativo, no me habló en todo el camino hasta llegar a mi casa, así que antes de bajar de su coche le pregunté si estaba bien, él me volteó a ver y me acomodó un mechón detras de mi oreja, y me dio un pequeño beso.

-Sí, todo bien, tranquila, deberías entrar ya, tus padres han de estar preocupados- me sonrió tiernamente y me despedí.

Sabía que no estaba bien, pero también sabía que no me quería platicar así que cuando entré a mi casa, espie por la ventana que tomara el camino a su casa, pero se fue derecho, él iba a otro lugar y no me había dicho, rápidamente una persona se me vino a la cabeza y sabía que tenía que ver con Kenia.

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⏰ Last updated: Aug 10, 2022 ⏰

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