CAPÍTULO 17

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Hablar del futuro con Santi era darle un vuelco al corazón y a todos nuestros sueños, dígame ¿Quién no habla de sus sueños con la persona que ama? Era lo más hermoso  para algunos y a lo que al menos yo, le tenía bastante miedo.

A Santi le encantaba hablarme de su futuro, de lo que quería estudiar; medicina era una carrera increíble según él, en cambio mi pasión era otra, mis metas eran distintas a las de él, y me daba miedo que al entrar a la universidad todo lo que habíamos construido en años se viera desmoronado.

-¿Cuál es tu problema con esta plática?- me había preguntado Santi mientras tratábamos de armar un rompecabezas en el piso de su recámara.

Habían pasado al menos tres meses desde la muerte de su abuelo, Santi y su familia lo habían afrontado poco a poco, y mi relación con él cada día se hacía más fuerte.

-Nada, es solo que me asusta pensar el hecho de que algún día tú tengas que irte a otra universidad lejos de la que yo escoja- le dije tratando de encontrar una pieza que encajara con otra que tenía en mis manos. 

-Sofía, no importa que tan lejos estemos, tú y yo vamos a funcionar, si es eso lo que te preocupa- Santi trataba de hacerme sentir mejor pero no venía al caso, aún me sentía triste y temerosa por lo que pronto se vendría para ambos, a pesar de que nos faltará alrededor de año y medio para salir del colegio y elegir una buena universidad.

-Oye, por cierto Thali tiene su fiesta de cumpleaños el viernes, y su idea de fiesta tranquila y pocos invitados se le salió de las manos- comenté para cambiar de tema

-A ella cada fiesta se le sale de las manos, deberías apoyarla con los preparativos, ¿Qué dijeron sus padres de su pequeña fiesta?

-Lo estoy haciendo, y sobre sus padres, bueno, a su madre le dará un infarto cuando vean toda esa gente en su patio- comencé a reír pero a la vez comence a preocuparme, Thali vivía solamente con su mamá, ya que después de que llegamos de ir a visitar a la abuela Ruth a la playa, sus padres habían tomado la decisión de divorciarse, y Thali decidió vivir con su madre, ella había sufrido mucho al principio pero últimamente lo estaba superando muy bien.

Aún en el cuarto de Santi y en el intento de armar el rompecabezas,no me había dado cuenta de la mirada que Santi tenía sobre mi, amaba su forma de mirarme, siempre me sonrojaba y está vez no era excepción.

-Eres hermosa- soltó de repente a lo que hizo taparme la cara de pena.

Yo como toda persona, siempre he  tenido complejos y a veces hasta me he sentido insegura con mi físico, Santi me decía que era hermosa y se lo agradecía, porque me hacía sentir que al menos alguien veía la pequeña belleza que habitaba en mi.

-Basta- dije mirando hacia otro lado con el fin de no verlo y sonrojarme más.

-De verdad que lo eres, siempre lo digo, pero cuando te veo digo "wow", Dios me dió una chica tan hermosa a mi lado, solo mírate, eres arte ante los ojos de cualquier persona- no sabía si llorar o reír de nervios, así que hice  fue besarlo.

Nuestros labios se complementaban de una manera increíble, me gustaba el hecho de que él me acercaba a su cuerpo para hacer más profundo el beso, haciéndo que cada vez necesitará más de él.

Sin pensarlo le quite la playera, quedando al descubierto su hermoso torso, al verlo quería tocar y besar cada espacio, sus ojos estaban destellando, nos seguimos besando y tocando, sus manos dibujaban círculos en mi espalda la cual solo era cubierta por mi sujetador, al igual que mi pecho, nuestro cuerpo cada vez pedía más, el rompecabezas que habíamos construido estaba desarmado nuevamente, pero eso ya no importaba, necesitaba sentir cada vez más cerca a Santi, nos acostamos en el suelo de su habitación, el encima mío, nos seguía besándome, y Dios se sentía tan bien, Santi estaba a punto de desabrochar mi pantalón cuando un sonido nos saco de nuestra burbuja.

La hermana de Santi había abierto la puerta y se había quedado viendo por mini segundos la escena, Santi rápidamente se levando a cerrar la puerta (este es el error número uno si quieren hacer cosas son su novio en su casa, no cerrar con seguro la puerta).

Santi se puso su playera y me ayudó a levantarme dándome mi blusa para que me la pusiera.

No dijimos nada, no era la primera vez que pasaba esto, pero si la primer vez que se sintió diferente, el sentimiento de sentirnos más cerca uno al otro había aumentado, y Santi era consiente de ello.

-Creo que me tengo que ir- dije para terminar con el silencio incomodo que estaba en la habitación, el solo asintió y comenzó a recojer las piezas del rompecabezas para guardarlas.

-Te ayudo- me ofrecí pero el se negó dándome una pequeña sonrisa, no sabía lo que estaba pasando por su mente pero me incomodaba el hecho de que no dijera nada, así que solo tome mi sueter y salí de su casa tratando de que nadie de su familia me viera, temía que Lucía le dijera a sus padres lo que acababa de ver.

Al salir de su casa me disponía a irme directamente a mi casa, pero aún seguía cabreada por lo que acaba de pasar.

-Hola Thali, ¿te puedo ver en el parque?... Ok ...en diez te veo ahí... gracias.

Había quedado de verme con Thali, no sé si para platicarle lo que acababa de suceder o solamente para que me distrajera con una de sus tantas pláticas.

El aire de aquella tarde me estaba relajando, sentada en una de las bancas, Thali llegó casi corriendo y antes de poder saludarla me llevo al otro lado del parque .

-Si hola, yo también me alegro de verte- dije sarcásticamente mientras ella me levantaba de aquella banca

-Sofia te vi en el cole, cállate, ven a mirar esto.

Al llegar al sitio me di cuenta que estábamos en el área de las rampas para patinar y a lo que entendí cuando llegamos es que había un concurso de skateboard, no había mucha gente pero era bueno para distraerse

Llevábamos más de media hora viendo los concursantes y eran realmente buenos, pero ya me había aburrido.

-Mira ese es el amigo de Santi- Thali había señalado a un chico al cual no reconocía, y que no sabía que era amigo de Santiago.

Traté de recordar si en algún momento el había salido con nosotros, o había visto a Santiago con el chico de la patineta, pero no lograba recordarlo.

-¿Él?, No creo, no lo conozco- dije con incertidumbre.

Thalía estaba atenta a cada movimiento mientras me contestaba.

-Estan juntos en música, los he visto un par de veces juntos, pero míralo ese chico es muy guapo- Thalía era de las chicas que tenía un Crush cada semana, y este chico supongo que sería uno más de su lista, pero más allá de su comentario sobre el físico del chico, me dió curiosidad pensar que Santi jamás me había hablado de él, quizá después le preguntaría.-Me gusta, quizá me pueda  acercar y pedirle que me enseñe a usar su patineta- siguió hablando Thali, yo solo reía por sus comentarios.

Estar ahí no me hizo olvidar el momento que había pasado con Santi hace unos momentos, me quedé pensando si él se había incómodado o quizá no le había gustado tanto. En mi cabeza se formaron mil pensamientos y me comenzaba a atormentar la inseguridad de no saber qué es lo que el había pensado.

Habíamos estado alrededor de una hora en aquel parque viendo a los chicos y chicas en patinetas, en algunos momentos me olvidaba de lo de Santi, y pude ver que los chicos en las patinetas eran realmente buenos, y que el supuesto amigo de Santi tenía un aura que no me gustaba.

Al final, tanto Thali y yo nos aburrimos un poco y regresamos a nuestras casas.

Ya en casa mire mi teléfono el cual tenía cero notificaciones y la batería casi al cien, después de un día, que triste historia, quería llamar a Santi pero algo me dijo que dejara pasarlo y mañana seria otro día.

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