CAPÍTULO 6

28 5 4
                                    

“Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querido Santi, feliz cumpleaños a ti”

Cantábamos al unísono la familia de Santi, mis padres, los amigos de Santi, Thali y yo. Santi cumplía dieciséis años y se había convertido en un chico inteligente, guapo, y muy querido.

Nuestra amistad había atravesado vientos y mareas, pero esa edad fue de las increíbles, divertidas y a la vez más difíciles para nuestra amistad.

Santi se había convertido en el sub-capitán del equipo de béisbol de la preparatoria, y en una de las estrellas de la escuela junto con su guitarra, el cliché de toda historia, su grupo de amigos había crecido, y Pablo, Carlos y Franco eran sus amigos inseparables, así como su grupo de fanáticas había aumentado, Kenia encabezaba el grupo, y aunque quería pertenecer a su grupo de amigos de Santi, su objetivo era convertirse en su novia, y créanme no era secreto para nadie.

Aunque Santi había ganado popularidad a mí nunca me dejo, y era increíble, cualquier chico habría dejado el piso desde el primer día, pero Santi era cualquier chico, su actitud siempre fue la misma, era amable con todos, y aunque varias chicas morían por ser sus novias, el siempre dejaba en claro que no buscaba ninguna relación, las rechazaba amablemente y era de aplaudirse.

Después del segundo grado Santi y yo comenzamos a compartir nuestro circulo de amistad, donde se integraba Thali, Pablo, Carlos, Franco, Wendy, Santi y yo, Wendy era una amiga más que conocí en las clases de química avanzada, ella era divertida y era novia de Pablo, también algunas veces se dejaba colado Kenia, lo que se me hacía raro, ya que todos sabían que ella estaba enamorada de Santi, y el lo sabía sin embargo nunca hacía nada por alejarla y eso parecía molestarme un poco.

Después de partir el pastel en casa de Santi, junto con nuestro grupo de amigos nos dirigimos a la pizzería del padre de Franco, siempre íbamos ahí, también era nuestro sitio, de Santi, Thali y mío, después de la escuela.

  ̶̶ No puedo creer que estés creciendo demasiado rápido mi bebé ̶ bromeó Franco a lo que todos reímos.

  ̶̶ Ya basta, son dieciséis, díganme eso cuando tenga unos treinta ̶ contestó Santi con una sonrisa, todos nos sentamos y ordenamos una pizza gigante de todos los condimentos.

En el transcurso de comer pizza los chicos se hacían bromas, yo casi me atraganto con mi rebanada de tanta risa, Kenia tomaba fotos de los momentos chistosos y Wendy solo ponía sus ojos en blanco cada vez que Victor decía algo sin sentido.

  ̶̶ Deberíamos hacer una fiesta de chicos grandes  ̶ propuso Carlos, él era mayor que nosotros por dos años.

  ̶̶ Carlos, la mayoría de los que estamos aquí somos ilegales, tu fiesta de grandes incluye alcohol ¿Te imaginas lo que causaría eso? ̶  comentó Thali con una rebanada de pizza en su mano, una de las cosas que me gustaba de ella es que nunca se quedaba con las palabras a medias, siempre tenía una buena respuesta para todo, y nunca se quedaba callada cuando algo no le gustaba.

  ̶̶ Oye eso no estaría mal, solo necesitamos una casa o un lugar donde hacerla ̶ dijo Franco entusiasmado, mirando a cada uno de nosotros, yo solo me dedique a juntar las cejas como si estuviera confundida de lo que estaban hablando.

  ̶̶ Bueno, yo jamás he estado borracho, me gustaría saber que se siente ̶ comentó Santi, a lo que yo le di una mirada de sorpresa, no porque nunca había tomado alcohol, de hecho, yo jamás lo había hecho, sino porque estaba apoyando la idea de Carlos.

  ̶̶ La podríamos hacer este fin de semana en mi casa, mis padres irán a una fiesta y yo me quedare sola ̶  comentó Kenia tratando de dar una sonrisa coqueta, yo solo voltee los ojos al igual que como lo hacía Wendy con cada cosa que decía Victor.

Yo era la más pequeña de grupo, aún tenía quince, y es que mi cumpleaños era a finales del año, Wendy, Pablo y Carlos eran mayores por uno y dos años, y Thali, Franco, Santi y yo, manteníamos la misma edad.

  ̶̶ No debería apoyarlos, pero me gusta su idea, yo igual quiero contemplarme borracha  ̶ apoyo Thali, a lo que yo le di una mirada para que me reafirmara si acababa de escuchar bien, ella estaba apoyando esta idea, y no es que estuviera del todo mal, solo que me daba nervios de que fuera ser descubierta.

Todos habían aceptado y solo faltaba mi decisión, no es que fuera una chica santa, ni asustada, mis padres me habían dejado probar vinos en la cena, solo que jamás me había emborrachado. Quería hacerlo, pero me daba un poco de miedo, pues no conocía esa faceta mía.

Santi estaba sentado a lado mío, y en una voz suave y baja me dijo:

  ̶ Tranquila, yo te cuidare, no te pasara nada, aparte es una experiencia más, estamos entre amigos  ̶ su voz me daba paz, lo que decía siempre me daba paz y se lo creía, él nunca me había fallado, así que sin pensarlo asentí aceptando.

Y rogando que mis padres jamás se enteraran de esto, help Diosito.

Todos esperamos ese día con ansias, era jueves cuando nos pusimos de acuerdo,
aunque Kenia no me caía del todo bien, a pesar de nunca haber tenido un choque, o nunca nos habíamos molestado, solo me daba celos que quisiera estar con Santi, cosa que nunca admití.

El sábado por la tarde, dije que tendría una pijamada en casa de Thali, y dijo que tendría una pijamada en la mía, Jace no sé cómo se las arregló para poder ir, pues nuestros padres de pequeños nos dejaban quedarnos juntos, hasta que cumplimos los diez años que ya no nos permitían dormir en la misma cama, por pensamientos de causas naturales, ustedes sabrán.

La casa de Kenia no era lujos, era algo normal de los suburbios, solo que tenía una piscina cosa que ni la casa de Santi ni la mía tenia, y eso era sobresaliente para nosotros.

Carlos y Pablo se habían encargado del vino ya que ellos tenían identificación, me sentía un poco rara y nerviosa por estar ahí sin consentimiento de mis padres. Santi me abrazo, sabía que estaba en esa  posición en el que podía ser descubierta.

  ̶̶ Tranquila, te dije que nada pasaría, estamos juntos en esto ¿Vale?, pero si no lo quieres hacer nadie te obliga  ̶ Santi siempre tenía las palabras correctas y eso me hacia vulnerable hacia él.

  ̶̶ Si lo quiero hacer, solo que es normal tener nervios ̶  si estaba nerviosa, agache la mirada para después verlo a los ojos y dedicarle una sonrisa de tranquilidad, a lo que el me devolvió una similar.

  ̶̶ Bien, solo no quiero que te sientas incomoda ̶ sus palabras parecían como si me fuera a quitar mi virginidad y eso me causó risa, así que solo transmití esa tranquilidad para que igual el pudiera disfrutar este día.

  ̶̶ ¿Dónde está el cumpleañero? Todos un primer shot por él  ̶ un shot significaba que en un vaso súper pequeño daban tequila puro y teníamos que tomarlo, había escuchado que el tequila era fuerte y rasposo, pero jamás lo había sentido.

Mi primer shot de tequila sabía a algo horrible, rapaba y ardía muchísimo, Santi y yo tosimos tanto que todos se rieron de nosotros.

Podría haber dicho que todos los demás vasos de alcohol me supieron  igual, pero después de tercero mi alegría se intensificó, y mi visión era más borrosa y todo me causaba risa y felicidad.

Un Nuevo Amanecer Where stories live. Discover now