CAPÍTULO 15

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Cuando llegué a su salón Kenia ya estaba frente a él, ella estaba llorando, y algo en mi pecho sintió un poco de compasión.

-Eres una asquerosidad de persona, solo me usaste, tuviste sexo conmigo para usarme y te quedaste a lado de una estúpida - los demás compañeros estaban volteando a ver lo que estaba sucediendo, debo agradecer a Dios que los profes estaban en una reunión y habían dejado a los alumnos sin clases.

-Kenia, ¿Qué te pasa? - Santi la veía preocupado, en ese momento sus ojos cruzaron con los míos y me quedé parada en el umbral de la puerta, y en un susurro le dije lo siento. No tuve el tiempo de explicar, pero Kenia siguió hablando

-Eres patético, te odio- ella salió corriendo del salón y pensé que Santi se quedaría en el salón y yo tendría que explicar que es lo que había sucedido, pero no.

Santi no salió del salón, para poder alcanzar a Kenia, solo escuche gritarle su nombre, pero me quedé ahí, parada sin saber que hacer.

Por un momento me enojé que Santi estuviera corriendo detrás de ella, ¿porque tanta importancia a ella? Yo era su novia, la que tenía que darle explicaciones era yo, y él se salía detrás de ella.

Thali me regresó a la tierra cuando me jalo fuera del salón, no me había dado cuenta que una lagrima se me había escapado.

Thalia me había sacado de la escuela, estábamos caminando hacia el lago, yo no había dicho ni una palabra y ella tampoco, y se lo agradecía, no sabía como sentirme.

Estábamos sentadas en una banca, y comencé a llorar.

-Lo jodí, lo jodí Thali- estaba susurrando y Thalia me abrazó.

-No es tu culpa, no nos percatamos de que ella estaba en el baño, ella hizo su show, y tarde o temprano ella lo tenía que saber.

Sorbé mi nariz y me limpie las lágrimas que corrían con la manga del suéter.

No sabía como sentirme, Santi no me había llamado, ni corrió tras de mi como me había dicho el día que dije que si quería ser su novia, me daba vueltas la cabeza.

-Thali, ¿te enojaría si te digo que quiero estar sola?- ella me había dado consuelo, pero en es momento no quería a nadie, necesitaba estar sola, simplemente lo necesitaba.

Ella tardo en responder pero sabía que era lo mejor, darme mi espacio.

-Si eso esta bien para ti, esta bien- así que me dio un abrazo y me dijo que le llamara por cualquier cosa- diré en la escuela que te sentías mal y tuviste que irte a tu casa.

-Gracias-me límite a decir, Thali tomó su camino de regreso a la escuela y yo me quedé ahí, procesando todo.

Estaba enojada de que Santi fuera en busca de ella y no de mi.

Me quedé mirando las pequeñas ondas del agua, no se cuanto tiempo estuve ahí, mi mente estaba en blanco, y cuando lo noté el atardecer estaba cayendo, mire mi teléfono y eran las cinco de la tarde, no tenía ninguna llamada y ningún mensaje, ni siquiera de mi madre, parece que les importo un cacahuate pensé.

Quizá era hora de irme, pero algo llamó mi atención, del otro lado del lado estaba un pequeño punte que daba al bosque, había una bicicleta tirada, así que tomé mi mochila y camine hacia ella.

No había casi gente en el lago, un par de parejas y gente haciendo ejercicio, estaba corriendo viento y comenzaba a hacer más frío.

Cuando llegué a donde estaba la bicicleta me di cuenta de algo, era de Santi, ¿Qué hacía su bicicleta aquí, y él dónde estaba?.

Voltee a los lados para ver si el estaba cerca, no había nadie, así que sin pensarlo alcé la bicicleta y comencé a caminar con ella, quizá alguien la había robado, así que me la llevaría a casa y después la dejaría en casa de Santi.

Comenzaba a caminar cuando alguien me gritó.

-Oye ¡Esa es mi bicicleta! - era Santi, salía de entre los árboles, me quedé ahí parada y sin saber que hacer.

Corrió hacia mi pero antes de estar más cerca de detuvo, no dijo nada pero yo pregunté .

-¿Qué haces aquí? - la pregunta era seria - tu bicicleta, pensé, pensé que la habían robado.

Santi sonrió, odiaba que sonriera porque me gustaba, pero en vez de sentirme bien en ese momento me sentía enojada.

-No, yo, yo he estado aquí, solo que tenía que ir al baño y tuve que correr entre los árboles para encontrar un buen lugar.- se rascaba la cabeza y lo hacía parecer aún más lindo. Lo odio.

-¿Qué hacías aquí? - volví a preguntar, no el hecho de que había ido al baño, si no que su presencia no me la esperaba.

-Después de todo el drama y de hablar con Kenia te estuve buscando, no se donde dejé mi teléfono, creo lo perdí. Después Thalia llegó y me dijo que estabas aquí, pero que querías estar sola, así que vine hasta acá y estuve esperando a que quisieras irte, quería acercarme pero sabia que necesitabas tu espacio, Thali le dijo a tu madre que estábamos en su casa.

Me quedé ahí parada, ¿porqué todo tenía que suceder en este lago? Pensé, pero también procese lo que dijo Santi, él se había quedado todas estas horas cuidandome, esperando a que yo terminará de meditar todo, y se lo agradecía porque si el se hubiera acercado a mi unas horas antes todo esto quizá estuviera hecho basura.

-Gracias- susurre, miré al suelo, no sabía que decirle, le agradecía que se hubiera quedado a cuidarme y a darme mi espacio.

-Sofi, se que estas enojada, que piensas que corrí tras de Kenia en vez de quedarme a tu lado, dándote por tu lado, pero no fue así, Kenia merecía una disculpa y también una explicación, es mi compañera, pero también le explique y deje muy en claro mis sentimientos hacia ti, me explico más calmada el como se entero, y le dije toda la verdad.

   Sofi, no quiero ser malo con ninguna mujer, nadie merece que las traten como un objeto, y Kenia se sintió así, pero no lo fue, quiero ser sincero con quien sea y aun más contigo, eres mi novia, mi mejor amiga, lo eres todo para mi, y mereces respeto, tanto tu, ella y yo.

Me quedé mirando sus ojos fijamente. El estaba diciendo algo real y lo entendía, yo no era una mala persona la cual esperaba que Kenia la pasara mal, ella no había hecho nada malo más que enamorarse del mismo chico que yo y eso era algo de lo que no debía culpar a nadie, todo lo que había pasado era un mal entendido, solo era aclarar quien ocupaba cada lugar a partir de ahora.

Le pedí disculpas a Santi por haberme ido así, sin avisar y al final lo abrace fuertemente, y me prometí amarle, siempre, pasará lo que pasara.

Hasta el día de hoy lo sigo cumpliendo...

Un Nuevo Amanecer Where stories live. Discover now