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Cerré con algunas lágrimas en los ojos el álbum de fotos que tenía guardado y hasta ahora me había atrevido a abrirlo, han pasado dos años después de todo eso y sigo varada en el pasado, aferrándome a alguien que fingió sentir amor por mi. Aún que frente a las personas parezca que ya lo he superado, la verdad es que,  no es así. Quería deshacerme de ese recuerdo, el único que tenía después de todo. Los demás regalos que tenía mis amigos se encargaron de botarlos o quemarlos, sabían que me haría mal ver de nuevo eso regalos que antes me había dado. Pero también quería seguir extrañandolo, lo sé es muy masoquista de mi parte pero... No podía botar aquel álbum de fotos que habíamos decorado juntos. Era mi más grande tesoro y cuando me sentía sola lo veía para sentirme aun más sola y convencerme de que va a ser difícil superarlo.

Guarde el álbum en el cajón de mi mesa de noche y comence a revisar mi celular, ahí iba de nuevo, buscarlo en mis redes sociales, y verificar que ahora es feliz con alguien más, alguien que si quiere de verdad.

Ahí estaba, una de las tantas fotos que había subido con su nueva pareja, a pesar de que a mí me hizo mierda en el pasado, tiene buenos sentimientos los cuales se deben valorar, a pesar de el poco cariño que llegó a darme, valore cada segundo que podía, claro antes de enterarme de la verdad.

El sonido de la puerta de me hizo salir de mi trance, limpie las lágrimas que tenía en el rostro y salí de mi habitación.

— Hola, Minho — hablé a penas lo ví. Tenía su semblante serio y me miraba como si fuera a decir algo aparte del saludo.

No dijo nada, simplemente entro a casa y cerró al puerta de un portazo, estaba enojado y no sabía el motivo.

Camine hasta mi habitación y ahí lo ví sentado en la cama mientras miraba el techo, y frunció el seño una vez más.

— ¿Cuando quitarás esas fotos?

Mordí mi labio inferior tratando de no llorar, todavía me era difícil verlo con su actual pareja, todavía duele porque él sigue siendo mi primer amor.

Minho sabe que es ese chico es mi ex-novio pero nunca supo el motivo por el cual habíamos terminado, bueno, porque el me terminó. Solo pude asentir con la cabeza y pasar por su lado para sentarme en la silla de mi escritorio.

Lo mire a los ojos y me pare de mi asiento, el veía cada movimiento que hacía, era obvio que estaba preocupado y no lo culpo. Yo también estaría preocupado por él si le llegarán a romper el corazón como a mi.

— ¿M-me puedes dar un abrazo? — sonrió sin mostrar sus dientes, se levantó de la cama y me envolvió en sus cálido brazos.

Pocas veces lo decía y, cuando lo hacía era porque realmente necesitaba de un abrazo sincero y quién mejor que Lee Minho, el único que me ha demostrado que a pesar de todos los problemas siempre va a estar apoyándome y este abrazo es el resultado de el gran cariño que le he llegado a tener.

Antes de romper el abrazo beso mi frente y acunó mi cara en sus manos.

— No vale la pena llorar por ese imbécil, pequeña, el te perdió a ti, no tu a él.

Cuánta verdad tenían esas palabras pero sigo creyendo que yo lo perdí a él, sino fuera por esa última pelea todavía seguiríamos juntos, claro, solo son ilusiones mías tratando de hecharme toda la culpa a mi, que en parte tengo.  Y creyendo que yo fui el problema de esa relación, no él.

Después de cada abrazo que me da, siempre prepara un poco de café caliente, ya sea por el frío o solo porque tiene ganas de uno, y no voy mentir, Lee hace el mejor café que he probado, hasta ahora.

Me sirvió un poco en una taza, mecía de una lado a otro el líquido caliente que estaba dentro del objeto. Y por más advertencias que Minho me haya dado de que no jugará con eso que está caliente no sirvió de nada porque parte del café ahora estaba quemando mi muslo derecho. Antes de poder reaccionar Minho ya estaba limpiando mi pierna con zumo cuidado.

Sonrió y me sirvió otro poco.

— Está vez no juegues con el o de verdad de quedará una marca de café caliente.

Rei ante su comentario, siempre me sacaba un sonrisa en los momentos que menos esperó, pero no podía negar que él ahora era mi nuevo guardian ¿Por qué lo llamo así? Porque por obra del destino siempre está a mi lado cuando más lo necesito.

— Sabes que eres especial.

— Lo sé pequeña, lo sé. Ahora ponte tu pijama que me quedara a dormir.

Siempre era lo mismo, se quedaba a dormir cuando me veía mal, y eso es lo que aprecio de él que nunca me deja sola en estos momentos.










































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Dai-n.

𝑯𝒖𝒈 𝑴𝒆  ; 𝓛𝓮𝓮 𝓜𝓲𝓷𝓱𝓸. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora