𝑯𝒖𝒈 𝑴𝒆 ; 𝓛𝓮𝓮 𝓜𝓲𝓷𝓱𝓸.

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Nunca lo volví a ver.

Y eso dolía porque prometió buscarme, prometió muchas cosas que no cumplió y yo fui la tonta que confío en él.

No hice nada, no cambie nada de mi, todo estaba igual a como él se había ido.

Tenía razón, él nunca va a dejar sus sentimientos por Suk, fue su primer amor y sin importar que, el la amara como siempre lo ha hecho. Nadie podrá cambiar eso. Ni siquiera yo, que pensé que le gustaba.

Deje el bolígrafo a un lado de la hoja en la que estaba escribiendo todo esto, tomé el último sorbo de mi café y me levanté del asiento, como siempre, todas las tardes venía a mi cafetería favorita, pedía un bolígrafoo y una hoja de papel, escribía lo que me salía del corazón. Dejaba el bolígrafo con la mesera y la hoja la dejaba ahí, en la mesa.

No tenía nombre, no ponía nombre en esos pensamientos, solo la dejaba ahí.

Llegué a casa, todo estaba a oscuras. Estaba sola. Seungmin de seguro me dejó comida en el refrigerador y se fue. Claro él también tenía cosas que hacer. Al igual que yo, pero por motivos de salud no los realizaba.

Todos los días eran oscuros para mí, yo mismo los había ocasionado, mis ojeras eran más notorias, las noches que no podía dormir debido a la ansiedad eran más frecuentes y la depresión en la que estoy sigue avanzando hasta llegar a las mínimas ganas de hacerme daño y acabar con todo.

Y no, no fue por el amor. Fue por todo lo demás aparte de eso, perdí el total apoyo de mis padres, mi padre no me quiere ver y no quieres saber de mi si no es para estudiar lo que él desea. Mi madre no se opone, son otros tiempos pero ella sigue creyendo que no tiene derecho a opinar sobre la vida de su propia hija

Minho había desaparecido, en mi vida ya no estaba nadie más que no fuese Seungmin, incluso Chan y Woojin estan ocupados.

Mi vida tuvo un giro completo de 360° ya nada es igual, o como yo lo creía de color rosa.

— Deberías bajar — negué. No quería ver a nadie en estos momentos.

Cerró la puerta de mi habitación y escucho como discutía con alguien en la planta baja.

Jure escuchar su voz, la puerta principal se cerró y unos pasos en dirección a los pisos de arriba se hicieron presentes.

Seungmin abrió la puerta de mi habitación de nuevo y se sentó en mi cama.

— Debemos hablar, lo sabes —

Me reincorpore en la cama sentandome mientras el imitaba mi acción de mejor manera

— Necesitas ayuda —

— Lo sé, solo que.... No sé, quiero acabar con todo esto. Seungmin siento que ya no puedo más, son tantos problemas que.... Creo que ya no puedo seguir siendo fuerte por mucho tiempo.

— No lo digas, Jihu eres lo más importante que tengo, eres como la hermana que nunca tuve, no pienses en hacer una tontería.

— Seungmin, ya no puedo. Uno de estos días no me verás más. Y entonces sabrás la desicion que he tomado.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, me dolía verlo así y es más si era por mi.

Fue el único que ha estado conmigo hasta el final, era como mi hermano mayor a pesar de yo ser la mayor por unos seis meses. Era más maduro que yo. Y lo apreciaba bastante porque me has estado llevando a terapias en sus tiempos libres, yo soy capaz de chocar el automóvil y acabar con mi vida en ese momento.

— Seungmin no llores, no puedes llorar por alguien tan despreciable como yo.

— Noona, no eres despreciable, eres más que eso, solo... Solo debes recuperarte y volverás a ser la misma de antes, tu.. tu lo lograrás.

Negué, ya no podía seguir aguantando más, me abrazo por últimas vez y ahora se encontraba aferrándose a mi como si me fuera a romper.

Hace poco tiempo había logrado lastimar mis muñecas y una de ellas tenía una herido profunda, tenía el brazo bajo la manta lo cual Seungmin no se había dado cuenta.

— Por favor, abrázame, abrázame como si fuera la última vez que me vieras aquí contigo.

Y efectivamente así era, ya no podía aguantar más el dolor inmenso que sentía en mi muñeca, mis sábanas estaban manchadas del líquido rojo que salía de mi.

Besé la mejilla de Seungmin y antes de caer inconsiente en sus brazos le dije.

— Cuídate mucho mi cachorrito

—Dai-n.