- Odio los abrazos - dijo soltándose del agarre del mayor
- No puedes odiarlos, son la forma más sincera de mostrar cariño
- Como puedo saberlo cuando nadie me a abrazado con sinceridad
- Déjame abrazarte y verás que mi cariño por ti es el más si...
Besé sus labios tiernamente y solté una pequeña risilla.
Su trabajo quedaba cerca al mío y podía venir a vistarlo las veces que sean necesarias. Tomo mi cintura y me acerco a él formando un abrazo cálido y tierno, era un gran, un tonto gran chico.
Escondió su cabeza en mi cuello y suspiro en el.
— Perdóname — se alejo de mi y beso mi frente. No entendía nada hasta que volvió a hablar— Perdón por causarte tanto daño, aún así estás conmigo. No lo entiendo.
— Sigo aquí porque te quiero, eres un chico que me hace feliz, te extrañaba demasiado. Por eso estoy a tu lado.
— No volveré a lastimarte, te lo prometo — beso mis labios y sonrió.
Camino hasta donde estaban sus cosas y volvió a mi, tomo mi mano y nos dirigimos a la salida de su sala de ensayo.
Podía estar así las veces que yo quisiera porque con él lo tenía todo. Fue un tonto en el pasado pero sabía que había un razón para serlo, nunca lo hizo por maldad. Fuimos directo al departamento que, hace poco empezamos a compartirlo, aún así, no deja de ser un celoso con Seungmin, se enteró que durante su ausencia Seungmin estuvo a mi lado consolandome, de todas formas se pone celoso
Caminamos un poco por el amplio patio que l casa tenía, nos acostamos en el suelo mirando a la nada. El color del cielo era negro azulado. La luna estaba en su mejor punto y sobre todo las estrellas que parecían manchitas muy lindas. Se sentía tan bien porque estaba a su lado.
Y quisiera que este sueño, no acabará.
Presente
Mis ojos ardían por la leve luz que impacto al momento que los abrí, el sonido irritable de unas máquinas me hacían dar cuenta que todo lo que había vivido fue un sueño.
¿Que hago en un hospital?
La puerta se abrió dejando ver a Seungmin, mi amigo.
— Despertaste — su voz sonaba feliz. Pero no entendía porque tenía muchas ojeras bajo sus ojos. — Llamaré al doctor.
Salió corriendo gritando el nombre del doctor que supuestamente me atiende.
Un hombre con bata blanca se acerco y comenzó a revisarme. Verifico mis pupilas con una linterna que salía de su bolígrafo.
Hasta ahora nadie me ha dado un explicación clara, ¿Que demonios hago en un hospital?
El doctor le dijo algo a Seungmin y salió de la habitación. Mire a Seungmin con un expresión de confusión.
— ¿Que hago en un hospital? — mi voz salía entrecortada y era por el dolor que sentía.
— ¿No lo recuerdas? — negué — cuando regresaste de Londres semanas después tuviste un accidente automovilístico, dejándote en coma por varios cuatro meses.
— ¿Cuatro... Meses?
— Habías hablado con Mingo, después de decirte que ha cambiado su número regresaste a casa y esa noche no me escribiste pensé que estabas dormida, prendí la televisión para ver alguna serie pero lo único que ví fue a ti siendo metida a la ambulancia. Mi corazón estallo de la preocupación vine en cuanto ví las noticias. Me dijo el médico que estabas inconsiente después afirmo que entraste en coma hasta ahora.
Entonces ese día que salí, nunca más regrese a casa.
Todo el dolor que sentí en ese sueño solo fue, una ilusión. Minho salió del instituto que hasta ahora no se porque.
Entonces, no regreso con ¿Suk?
Todo era tan confuso pero debía ser paciente y esperar a que me den de alta para poder hacer la preguntas que he querido.
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