Capítulo 16

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Lisa tenía la horrible costumbre de sermonearme cada vez que hacía algo que no estaba de acuerdo con su pensamiento por eso mismo cuando le mandé un mensaje diciéndole que no iría a la universidad estaba acobardada, sin saber como me regañaría aqu...

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Lisa tenía la horrible costumbre de sermonearme cada vez que hacía algo que no estaba de acuerdo con su pensamiento por eso mismo cuando le mandé un mensaje diciéndole que no iría a la universidad estaba acobardada, sin saber como me regañaría aquella vez. Sin embargo, no pareció importarle en absoluto ya que me empezó a preguntar por Yoongi. Le conté todo con detalle tal y como me había pedido después de quejarse de que no le había contado nada. 

Con una sonrisa terminé de hacer la cama y comencé a vestirme. Anoche, tras llamar a Jungkook con una felicidad que años atrás habría visto imposible en mi, llamé a Haneul. Le pregunté que si había plazas libres en su academia de baile y su respuesta fue positiva. Me dijo que sólo podía inscribirme por las mañanas y por eso mismo no fui a clase. 

El hecho de que fuera lunes se notaba en el ambiente que había en el metro, lleno de gente que iba de un lado para otro, sin prestar atención al resto de las personas. La primera vez que fui a aquel distrito me llevó Jungkook con el coche y el trayecto había sido más corto por lo que el recorrido se me hizo mucho más pesado. Recordé aquel pendrive que robé con la ayuda de mis amigos y a Jungkook exigiendo una explicación. Le había dicho todo lo sucedido con respecto a Geumjae hasta la fecha, era la única persona que lo sabía y por suerte no me había vuelto a preguntar nada, como si se hubiera olvidado absolutamente del tema.

El recinto estaba decorado con numerosas pancartas con fotos de bailarines captados en el momento perfecto durante sus espectáculos. Sobre el techo colgaba una lámpara voluminosa con una decoración de cristales que simulaban gotas, en el suelo había una moqueta burdeos y los casilleros blanquecinos se pegaban a la pared pareciendo formar parte de este por su color tan similar. El mostrador, donde un hombre atendía a dos jóvenes, ocupaba gran parte de la estancia. 

Cuando las chicas acabaron de hablar con él, me tocó a mi. El hombre tenía el rostro anguloso y me miraba con ojos curiosos en los que pude notar algunas ojeras. Le comenté que me gustaría apuntarme y le pregunté si había plazas a las ocho de la tarde los martes y jueves, cuando Haneul me había dicho que tenía sus clases. Él me inscribió a esa hora sin decir nada más, me pidió el dinero del mes y yo saqué mi tarjeta de crédito para pagarlo. Todo fue muy rápido, oía como el hombre pulsaba las teclas de su ordenador con una rapidez que me recordó a Yoongi, cuando utilizó mi ordenador para revisar sus correos. 

Cuando salí del Seoul Center Arts le escribí a Haneul para decirle que la vería el día siguiente, en aquel lugar. Me senté en unos de los bancos que había en el parque de enfrente y miré mi móvil. El frío invernal hizo que me estremeciera y que mi mandíbula temblara ligeramente. Había estado esperando un mensaje de Yoongi, un simple hola, pero nada. Mordí mi labio, como si eso fuese a evitar el molesto castañeo de mis dientes. Abrí el chat vacío, nunca habíamos hablado por mensaje. Escribí, dándole los buenos días con un emoticono representando el sol y sin pensarlo más lo envié. No iba a estar esperando a que él me hablara. 

Jet Black Heart↬Min Yoongi (LIBRO I)Where stories live. Discover now