Capítulo 21

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La luz del sol que se filtraba por las finas cortinas blanquecinas hizo que abriera los ojos, aunque los volví a cerrar por culpa del molesto resplandor y me giré sobre si misma

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La luz del sol que se filtraba por las finas cortinas blanquecinas hizo que abriera los ojos, aunque los volví a cerrar por culpa del molesto resplandor y me giré sobre si misma. Me choqué con algo y sorprendida, recordé donde estaba y con quien estaba. Oí un quejido a mi lado al mismo tiempo que volvía abrir los ojos.

—¿Te he hecho daño?—le pregunté, sorprendiéndome por mi propia voz ronca y pausada.

Yoongi, que aún tenía los ojos cerrados, negó con la cabeza. Se movió, acercándose a mi y rodeándome con uno de sus brazos. Su rostro quedó justo frente al mío y pensé en lo fácil que sería adelantar mi cabeza y besarle.

El sol le iluminaba el rostro y se lo llenaba de vida, acariciaba cada parte de él y le definía el contorno. Sus largas pestañas ensombrecían sus párpados inferiores, sus labios estaban entreabiertos y su pelo estaba totalmente despeinado.

Me acerqué a él lentamente y uní mis labios con los suyos de una forma cuidadosa. Fue mi forma de darle los buenos días.

Yoongi me devolvió el beso, sus labios eran suaves e hicieron que me estremeciera. Continué besándolo de la misma manera hasta que mordí su labio sin hacerle daño.

Él abrió sus ojos de golpe y temí que le pudiera haber molestado. Sin embargo, la mirada de lujuria que me brindó me hizo olvidar aquello.

Sentí su cuerpo contra el mío y como el mío rogaba más de su tacto.

Guiada por un instinto que ni yo misma podía explicar, me moví hasta quedar a horcajadas sobre él. Cuando me volví a acercar a Yoongi oí su respiración entrecortada. Le volví a besar, esa vez con más intensidad y coloqué mis manos sobre sus mejillas, que ardían. Sentí mi cuerpo arder al igual que el suyo, como si ambos fuéramos fuego derretido.

Ahogué un grito cuando noté las manos de Yoongi sobre mis caderas.

Me quité la camiseta que Yoongi me había dejado la noche anterior tirando del cuello de esta. Quedé solo en sujetador y vi su mirada anonadada, que se detuvo en cada parte de mi torso.

Él se incorporó y subió sus manos por mis costados, como si estuviera dibujando mi contorno con sus dedos. Palpé la tela de su camiseta y al ver que él me lo permitía, comencé a quitársela

Yoongi era delgado, con una capa de músculo que hacía notar que se había estado ejercitando.

Sus caricias me deshacían y me estremecí nuevamente sobre él. Me mordisqueó el cuello, recorrió mi clavícula con su boca mientras yo lo acariciaba por todas partes. Tracé la silueta de la curva de su espalda, los músculos de sus brazos y de repente me di cuenta de que era real, que estaba ocurriendo de verdad.

Yoongi me empujó lentamente hacia la cama y se puso sobre mí. Noté como mis venas ardían como si el fuego las recorriera.

Metió sus manos bajo mi sujetador y un pequeño gemido se escapó de mi boca por la increíble sensación.

Jet Black Heart↬Min Yoongi (LIBRO I)Where stories live. Discover now