Capítulo 23

528 51 42
                                    

Nayeon me había contado tiempo atrás que su madre prefería que se casara con Yoongi en lugar de Geumjae pero jamás hubiera pensado que llegara a amenazar a Geumjae hasta el punto de hacer que este quisiera suicidarse

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Nayeon me había contado tiempo atrás que su madre prefería que se casara con Yoongi en lugar de Geumjae pero jamás hubiera pensado que llegara a amenazar a Geumjae hasta el punto de hacer que este quisiera suicidarse. 

Con el corazón a punto se salirse de mi pecho miré a Yoongi. Él tenía la mirada en un punto fijo y parecía completamente devastado. 

—Hemos...—comenzó a hablar, aún sin mirarme. Veía su ceño fruncido, como si estuviera tratando de unir las piezas de un puzzle mental.—Hemos tenido este vídeo todo este tiempo y nos acabamos de dar cuenta de esto. 

Mordí mi labio con tanta fuerza que noté el de sabor mi amarga sangre. 

Yoongi se levantó de golpe y comenzó a caminar por el salón. Le miré desde el sofá sin saber que decir. 

—¿Cómo he podido ser tan estúpido?—susurró y se llevó las manos a la cabeza. 

Trague saliva y busqué algo que poder decir. Yoongi parecía ser de cristal en aquellos momentos, su mirada estaba perdida, caminaba sin razón alguna y estaba casi segura de que se rompería en cualquier momento. 

—Yoongi no te culpes, yo también habría parado el vídeo si fuera mi hermana a la que estuvieran pegando...—mi voz se quebró mientras hablaba. Yoongi se apoyó en la pared y me miró. A pesar de la distancia le vi temblar, temblar de nervios y seguramente de impotencia.—Lo importante es que lo tenemos ahora, que ya sabemos quién fue y que poseemos las pruebas suficientes para denunciarlos.

Él asintió y me di cuenta de como arrugaba la cara, haciendo una mueca y manteniendo los ojos abiertos. En estos últimos veía una rabia feroz y al mismo tiempo lágrimas contenidas. 

Se separó de la pared y caminó hacia el sofá, donde se sentó de nuevo. 

—Les denunciaremos—dijo. 

Sin mirarme y con la respiración agitada, pasó el vídeo del exterior de la tienda de Dakho al pendrive. 

Yoongi volvió a ver todos los vídeos y cerraba los ojos con fuerza, pasando sus manos por su pelo con agobio cuando acababan. 

Dejé de mirar a Yoongi cuando oí el sonido de la puerta del piso abrirse de par en par. Me levanté del sofá y fruncí el ceño al ver a Hoseok en el umbral de la puerta. 

—¿Yoongi?—oí su voz aguda y alegre. Cuando me vio bajó sus gafas de sol y me miró por encima de estas.—¡Anda Iseul! Tu también estás aquí—aquello último lo dijo sin ninguna entonación. Su sonrisa continuaba en su rostro pero parecía fingida.

—¿Cómo has entrado?—le pregunté, frunciendo el ceño y extrañada por su aparición tan oportuna.

—Él sabe el código de mi piso—contestó Yoongi en su lugar. Le miré y vi que seguía sin despegar la mirada de su ordenador. 

Jet Black Heart↬Min Yoongi (LIBRO I)Kde žijí příběhy. Začni objevovat