Capítulo 19

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Se alejó de la cama acomodándose el saco. Revisó una última vez a Bart, quien mantenía una mirada furiosa en sus facciones y no se permitía el detener su lucha para deshacerse de sus cuerdas improvisadas. Se retorcía soportando el dolor intrínseco de sus heridas, tampoco le quitaba la vista de encima, aunque eso no le sirviera de mucho.

-Debo ir al trabajo, pero vendré al medio día para darte algo de comer, por lo mientras, trata de dormir... -Kyle dijo llevando sus llaves, su cartera y su teléfono a los bolsillos-. No te preocupes por nada, sólo descansa... -Añadió acercándose nuevamente al lecho-. Y deja de ser tan necio, ¿está bien? –En cuanto lo dijo, posó su mano sobre el cabello de Bart revolviéndolo, causando un rechazo inmediato del chico, quien se sacudió para evitar el contacto-. Prometí que te ayudaría y eso estoy haciendo... -Mencionó antes de abandonar definitivamente la habitación-.

El pelirrojo, furioso por semejantes circunstancias en las que había caído, empezó a forcejear más fuerte y arrebatadamente, lo hizo tan bruscamente que terminó lastimándose y gimiendo a causa del malestar. Entre su agitada respiración y sus ganas de llorar, vio a Kyle entrar nuevamente para arroparlo y despedirse. Apretó entre los dientes su mordaza para impedirse mostrarse tan adolorido.

-No me tardo. Sólo duérmete, ¿sí? –Indicó el ojiverde sentándose a un costado-.

Bart le dedicó una mirada repleta de enojo y decepción. Atoraba su respiración para no desencadenar la ira que sentía. Le molestaba hasta la médula haber confiado tan estúpidamente otra vez. Ahora su destino era incierto y temía que se volviera más complicado. De último no le quedó de otra que desviar su rostro e intentar ignorar al individuo a su lado.

-Nos vemos... -Se despidió Kyle mostrando su aflicción, pues sabía de sobra que su actuar estaba lastimando a su invitado, sin embargo, tampoco deseaba dejar salir a Bart de su vida tan rápido, y mucho menos luego de haber pasado por toda esa situación tan peligrosa-.

Agachó su rostro murmurando un par de instrucciones, pero el pelirrojo ya no le prestaba atención, así que se levantó y abandonó la habitación a paso lento. Recogió su mochila y se dirigió a la salida. Salió echando llave a la puerta. Tomó el ascensor, llegó al estacionamiento y abordó su auto dejando el edificio. A partir de ese punto y hasta que se volvió a encontrar con Bart, en ningún segundo, Kyle renunció a pensar en el pelirrojo y en la forma de ayudarlo.

Por su cuenta, el menor decaía en los cientos de pensamientos pesimistas que estaban atacando su paciencia. Se percibió a sí mismo como el ser más ingenuo y estúpido de la tierra. Una vez más había terminado bajo circunstancias que lo colocaban como un inútil, vulnerable y débil. Se lamentó suspirando, cerrando sus ojos, apretándolos para que no liberaran sus vergonzosas lágrimas.

"Jaime." Pensó implorando verlo, rogando para que sus pensamientos llegaran a él y fuera a buscarlo. No anheló nunca nada en su vida como regresar a su lado y poder abrazarlo. "Jaime." Se repitió soltándose a llorar con todas sus fuerzas.

Al cabo de unos minutos, Bart se quedó dormido con aquellas dulces imágenes en su mente. Nada lo despertó durante horas, ni siquiera las nefastas dolencias u otros malestares. La tarde cayó decorando el cielo con tonos naranjas y violetas. Un fino aroma a comida paulatinamente le hizo abrir los ojos. Despertó hallándose en el mismo lugar y en la misma posición, aún con las corbatas estrangulando sus muñecas. Intentó moverse, pero el agarrotamiento en su cuerpo lo hizo sollozar. Dejó ir un ligero gemido, dándose cuenta que la mordaza había desaparecido.

-¿Bart? –Habló Kyle apenas entró corriendo a la habitación-. Ho-hola... -Saludó en cuanto vio los ojos abiertos del pelirrojo, quien frunció el ceño al mirarlo nuevamente-.

No sueltes mi mano [BluePulse]Where stories live. Discover now