5. JO-DER

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Eran las nueve de la noche y acababa de llegar a casa tras haberme despedido de Abby una media hora antes

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Eran las nueve de la noche y acababa de llegar a casa tras haberme despedido de Abby una media hora antes. De lo que iba a ser una quedada para desahogar nuestras penas en helado, acabó siendo una gran velada con cena incluida junto a mi mejor amiga. Ambas habíamos llegado a la conclusión de que no hay mejor manera de olvidar a algún capullo que tomando una hamburguesa.

Me asomé al salón, así como la cocina en busca de alguien a quien saludar en mi nuevo apartamento, pero no había ni rastro de Sean o mi hermano. Y, por unos instantes, eché de menos estar junto a mis amigas en mi piso habitual. Todo era muy diferente.

Cuando crucé la puerta de mi habitación, no pude evitar pegar un gran respingo y casi me tuve que contener para no gritar al encontrarme la presencia de Thomas. No esperaba encontrármelo.

Iba de un lado a otro arrastrando sus deportivas por el suelo de mi habitación y hablando tranquilamente por teléfono. Cuando me miró, le lancé una mirada interrogante:

—¿Qué haces aquí?

Pero él alzó el dedo como respuesta para que esperara a que terminara su conversación, por lo que lo hice.

—¿Y bien? —cuestioné cuando colgó minutos después—. ¿No tienes habitación propia para hablar por teléfono?

—Era papá —respondió—. Dice que no le has contestado al móvil en todo el día, estaba preocupado por ti.

—Anda, pues ni me he enterado. —Saqué el móvil de mi bolso.

Lo desbloqueé para ver las novedades y al momento vi todas las notificaciones que tenía. En total eran 24 notificaciones; 6 mensajes de diversas personas, 8 llamadas perdidas de papá y... ¡¿10 llamadas de Ralph?!

—Oh, por dios... —bufé y en un impulso tiré el móvil sobre la cama. Parecía que mi tarea de olvidar al estúpido de Ralph se me iba a hacer difícil si se dedicaba a ponerse celoso y llamarme tanto.

—¿Qué pasa? —preguntó Thomas.

—Que tengo 10 llamadas de... ¿adivina quién? ¡Ralph! —Resoplé.

—¿Ralph Berger? ¿Tu ex? ¿Para qué coño te llama? —cuestionó frunciendo el ceño—. Oye, si tienes algún problema con él, dímelo que lo solucionaré rapidito.

Le sonreí, me encantaba cuando Thomas tomaba el papel de hermano mayor super protector. Pero lo cierto era que... en una pelea entre Ralph y mi hermano estaba segura de que sería Ralph quien saldría ileso de ella. Y eso sí que no me gustaba nada. Digamos que el punto fuerte de Thomas no era precisamente el de la fuerza física.

—Sí, tranqui. Creo que de momento me las puedo apañar sola —contesté—. Por cierto, un pajarito me ha dicho que anoche te pasaste con la bebida. ¿Cómo llevas esa resaca?

Thomas en seguida se llevó una mano al pelo y se rascó la cabeza.

—Eehh.... ¿No estábamos hablando de Ralph? —comentó evadiendo el tema, pero yo me crucé de brazos, así que él comenzó con sus excusas—: Bueno... sí, me pasé un poquito de la raya con el alcohol. Ya sabes, es lo que tiene la fiesta...

Desde que Llegaste. © #1 [COMPLETA]Onde histórias criam vida. Descubra agora