Capítulo 2: Un lugar para vivir

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En varias ocasiones Dana se había detenido para observar la montaña, su mente se llenaba de fantasías al contemplar la edificación sobre ella, tenía motivos para hacerlo, era una construcción extravagante, su terreno se extendía por más de quinientos metros y estaba protegida por una muralla construida a través de la oración de los santos.  Era conocida por la ciudad entera, ya fuera por vivir la experiencia de verla desde las calles o por simple cultura general. 

Pero más allá de la belleza arquitectónica, la mansión en la montaña, era motivo de conversación por sus residentes y por las actividades allí realizadas. 

Muchos puntos de vistas se enfrentaban causando grandes altercados, varios defendían su causa, pero también estaban los opositores manipulados por las criaturas oscuras. Algunos preferían mantenerse imparciales y hacer de la mansión y sus miembros un paisaje más. 

- Buen día- Saluda Flaming Wave entrando con euforia en la habitación. 
- Buen día Norita- responde Dana. 
- ¿Cómo te sientes hoy? -!
-Mucho mejor, la doctora dice que las heridas curarán pronto- Dana se ve recuperada y tranquila. 
- Que buena noticia- 

Por un momento hay silencio y las chicas llevan su mirada hacia la ciudad. Distrito Capital es una ciudad enorme, alberga una población de más de siete millones de personas, incluyendo a los habitantes de la montaña. Amada y despreciada, de cualquier forma habitada. En materia económica y productiva, es una guerrera que ha logrado elevarse a lugares de reconocimiento, sin embargo, la oscuridad se pasea por sus calles y domina sin piedad a las almas débiles que le permiten tener el control, se ha camuflado como luz y las personas han abrazado sus ideas y a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo. 

- ¿Has pensado en quedarte?- Pregunta Nora. 

Dana sigue contemplando el paisaje por la ventana. Los edificios más altos se ven pequeños y que decir de las otras construcciones. Ver la ciudad desde la perspectiva en las alturas produce una singular sensación en Dana y aunque no está acostumbrada a ella, definitivamente le agrada.

- He escuchado muchas cosas de este lugar, buenas, malas, falsas, no lo sé… Escuché que la oscuridad no tiene poder y que hay paz en este lugar-
-Y es cierto- interviene Nora- tus heridas han sanado pero no ha terminado, abajo, en la ciudad, son muchos los que quieren hacerte daño, estarás segura aquí-
- No lo sé, no sé si es un lugar para mi-
- ¿Por qué lo dices? - 
- Ni siquiera se si hay un lugar para mi- las lágrimas empiezan a correr en Dana- toda mi vida ha sido inestable, voy de casa en casa sin pertenecer a ninguna-
- Aquí será diferente-
- ¿Por qué lo sería? - 
-Porque estas en la casa de tu padre, tu creador, Dana puedes saberlo, ya no eres huérfana-


***

En un pequeño salón rodeado de niños que escuchan atentos, Thomas Ávila, un joven Mosquetero, cuenta sus grandes hazañas en las tierras oscuras. El apuesto muchacho de ojos cafés y cabello castaño toma su espada y continúa la narración con tal pasión que no puede quedarse quieto, se desplaza por todo el espacio recreando las peleas. Su vestuario, propio de su facultad de guerrero, llama la atención de los pequeños, una chaquetilla roja que le llega hasta las rodillas, una camisa blanca, pantalones y botas negras y un sombrero de ala ancha también oscuro. 

Static Wave llega al salón y se queda en la entrada poniendo cuidado a la historia. El Mosquetero sigue exaltado con su actuación detallada de los hechos, dando lugar a uno que otro chiste que hace retorcer de risa a los infantes, Christy se une desde la puerta a las risas. 

-¿Y a quién estabas rescatando?- pregunta uno de los niños. 

El joven lleva su mirada hacia la entrada y sonríe con picardía.

NxtWave: El ejército de la montaña. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora