Capítulo 4: Wavers

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- Necesitamos ayuda de dos de ustedes - dice Nuclear Wave.

Los adolescentes se miran las caras para ver quien pasará. Dana se encuentra entre ellos, sentada al igual que todos en el pasto.
Es una mañana soleada y el cielo está despejado, tiempo adecuado para entrenar en espacio al aire libre.
Una mano se levanta deliberadamente, luego de esto, el otro voluntario no tarda en hacerse presente. Dos jóvenes pasan al frente, uno de piel trigueña, acuerpado y de cabello corto color negro; el otro, más bien es delgado, de piel blanca, rubio con el cabello alocado.

- Oigan bien lo que tienen que hacer- se pronuncia Gibson- pelearán entre ustedes.

Los que se han quedado sentados balbucean en tono burlesco. Dana se limita a observar.

- Pongan atención, pelearán pero usarán armadura, solo, que no usarán la suya- termina de explicar Juan Muñoz.
- Aquí nosotros, les trajimos una armadura a cada uno de ustedes- dice Paola mientras acerca dos maletines, uno para cada chico.
- Así es, entonces, tome cada uno un maletín y pónganse la armadura- replica Gibson.

Los muchachos abren los maletines y cual es su sorpresa al ver las armaduras.

- No puedo usar esto, es muy pequeño- expone el rubio.
- El mío también- replica el otro.
- Si ya lo sabemos, pero necesitamos que intenten cubrirse lo más que puedan- explica Nuclear Wave.

Los jóvenes se miran  extrañados y a pesar de no entender deciden obedecer.

Entre tanto que ellos se dan maña con las armaduras, Dana es abordada en su puesto.

- Hola- oye la voz de una chica.

Curiosa gira hacia atrás, una pelirroja de rostro amigable tiene la mirada puesta en ella.

- ¿Eres Dana, verdad? -
- ¡Ah!, sí soy yo- responde Dana algo sonrojada- ¿Cómo sabes mi nombre?

Dos nuevas caras se fijan en Dana, un chico robusto que no cesa de sonreír y una señorita que parece tener fascinación con el cabello rizado de la nueva por la forma en que detiene su mirada en el.

- Nuclear Wave nos contó que habían rescatado a una chica la semana pasada y que vendría hoy, considerando que de los nuevos eres la única chica, supongo que eres tú- responde la pelirroja.
- ¡Ya! - sonríe penosamente Dana.
- Soy Erika, aunque me conocen como Flow Wave- la chica extiende la mano, Dana responde cordial- él es Shakerboy y ella es Vaho-
- Santiago, pero llámame Santi- se presenta el joven.
- Samantha o Sami, como prefieras. Amo tu cabello- 
- Gracias-

Es difícil para Dana describir lo que está sintiendo, es una mezcla extraña de emociones. Ya es la sexta vez que se halla iniciando una etapa de acoplamiento, la sexta vez presentándose a un nuevo grupo de personas, la sexta vez creyendo que ahora sí tendrá amigos y que durarán para siempre. Se alegra por lo corteses que han sido y siente empatía hacia ellos, desea con todo su corazón que esta vez sea diferente.

- ¡Listos wavers!- Grita Gibson altamente emocionado.

Los muchachos toman posición de pelea. Se les ve incómodos, es evidente que usan un armazón inadecuado. El rubio parece embutido en su indumentaria, con esfuerzo logra moverse; el trigueño por su lado, lo único que pudo cubrirse fue el pecho y le es suficiente para sentirse asfixiado.

- ¿Sus nombres wavers? - Continúa Juan exaltado.
- ¡Yeison! - Grita el grandote.
- ¡Jonathan! - le sigue el otro.

El guardián del sonido, que se ha ubicado mirando hacia el resto del grupo, toma unos segundos en silencio. Con una sonrisa traviesa vuelve su mirada a los muchachos.

- Nombres de Wavers-
- ¡Lion Roar!- esta vez Jonathan es el primero.
- ¡Murrah!- habla Yeison.
- ¡Muy bien! - se dirige Juan al grupo con voz de presentador- ¡atención todos!, este día nos hemos reunido, para presenciar la batalla más espectacular jamás vista en el mundo espiritual-

NxtWave: El ejército de la montaña. Where stories live. Discover now