Capítulo 16: El concilio de las familias.

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Las miradas penetrantes y despectivas de los búfalos cumplen su cometido al causar molestia en los leones. La respuesta inmediata son breves rugidos y amenazas mostrando las garras. Lo último que se respira en el lugar es paz. Una línea invisible divide a los miembros de las manadas. Lo único que comparten es su evidente deseo de agredirse con toda su furia.
Solamente Murrah mantiene la compostura y así lo quisiera, su labor de pacificador no daría resultados para menguar la rabia de los allí presentes; la naturaleza salvaje está mil veces por encima de la espiritual. Yeison también es el único waver, el resto son soldados de la vieja guardia, cabezas de cada familia. Están allí quince leones y trece búfalos.

- Nunca he tenido el placer de vencer a un búfalo- provoca uno de los leones, sus allegados se ríen en apoyo.
- Seremos compasivos, lo dejaremos ir para que no sufra otra derrota- se burla un búfalo, el resto de la familia celebra a carcajadas quitando la sonrisa del rostro de los leones.
- Ya quisieran que uno de ustedes haya luchado conmigo, ese  privilegio no se los he dado-
- Pues debería, demuestrenos de lo que es capaz- un búfalo ya entrado en años habla en un tono retador.
- Solo espero que usted no sea mi oponente, me sentiría culpable si parto uno de sus desgastados huesos- se echa a reír el león.

El semblante del viejo búfalo se torna violento y avanza iracundo contra aquel que lo ha ofendido. El león lo espera con ansias. Los otros guerreros se preparan también para enfrentarse. Murrah hace el intento de intervenir queriendo evitar la pelea, pero es rápidamente detenido por la llegada de dos ancianos, los líderes principales de cada manada.

- No se atreva a tocarlo- interviene el líder de los leones dejando a todos inmóviles. El hombre  se acerca al búfalo viejo- deje en paz a mi sobrino-
- Pues dígale a su sobrino que deje de provocarnos- expone el búfalo.
- Usted fue el que me reto anciano- le responde el león instigador.
- Y lo hubiera acabado a golpes si no fuera porque me detuvieron-replica encolerizado el búfalo viejo.
- Pobre hombre, yo lo hubiera hecho trizas-
- ¡Suficiente!- se hace notar el jefe de los búfalos- estamos aquí para tener una reunión civilizada, tenemos un tema que tratar y no tenemos tiempo para este tipo de discusiones-

Murrah se siente aliviado al ver cómo todos ceden ante las palabras de su familiar, que para ser más exactos, es su abuelo.

- Todos vayan a sus puestos- habla de nuevo el líder de los búfalos.

Los padres de Murrah han venido con los dos líderes, junto a ellos Bullcharge que se ve recuperado aunque todavía se le notan los rasgos de la golpiza propiciada por Jonathan. También llegaron Lion Roar, sus padres y el maquiavélico de Adrián. Los dos wavers amigos se saludan discretamente a la distancia.
Son las cuatro y media de la tarde cuando la reunión se da por iniciada. Las manadas dan uso a un kiosko ubicado en uno de los jardines de la mansión para poder realizar el encuentro. Se sientan una familia frente a la otra. Los dos ancianos líderes están adelante. Adrián por su parte tomó un puesto libre en el lugar de los búfalos.
Octavio Quintana, el jefe de los leones, un hombre de tez blanca, ojos azules y cabello totalmente blanco. A pesar de su edad, su porte es imponente y agresivo, digno de su origen familiar.
Por otro lado, el abuelo de Yeison. Rogelio Sarmiento. De piel morena, de ojos color negro y con canas en su cabeza. Su figura refleja autoridad y firmeza.

- Nos hemos reunido aquí por los hechos ocurridos hace nueve días- Se pronuncia Rogelio- como ya sabrán todos, mi hijo, Gabriel, fue gravemente herido por el joven aquí presente, Jonathan Quintana-

Los ojos se posan sobre Lion Roar. Una mirada de desprecio por parte de los Sarmiento excluyendo a Murrah que se compadece de su amigo.

- Los leones somos conscientes del error de Jonathan, pero creemos que es necesario escuchar ambas versiones de los hechos para esclarecer la situación- interviene Octavio.
- Y los búfalos estamos de acuerdo- apunta Rogelio.

NxtWave: El ejército de la montaña. Where stories live. Discover now