NxtWave: El ejército de la montaña.

Capítulo 32: La asamblea siniestra.

A la bodega de Petra comparecen las criaturas más siniestras de Distrito Capital, las cabezas de la oscuridad que gobiernan sin piedad; Abel Ponce ha recorrido la ciudad visitando a los enemigos de la luz y su tarea ha dado frutos. Está tarde se constituirá la estrategia de ataque a la montaña.

El león waver repasa la dirección en su teléfono celular, en su rostro se forma un gesto de extrañeza. Shakerboy tampoco comprende la situación. Lo que hay ante sus ojos definitivamente no es la morada de Adrián en la ciudad.

– ¿Yeison estás seguro de que es la dirección?- pregunta Lion Roar.
– Si es la de la foto, lo que está en el sistema, ¿por qué?- dice Murrah por el intercomunicador.
– Es una bodega abandonada- exclama Santiago.
– Imposible- Yeison calla por un momento y considera la idea de que Adrián ha mentido- a menos que los datos no sean ciertos. Más engaños.
– Hay que informarlo entonces- replica Jonathan.
– Algo se acerca- indica Shakerboy señalando un punto en el cielo. Lion Roar levanta la mirada.

Una tropa de criaturas con cuerpo de hombre y cabeza y patas de águila se avecina a la bodega con velocidad. Baten sus alas de manera sincronizada logrando maravillar a los wavers.
Mammón, el señor de las riquezas adorado por muchos en la ciudad, viene delante dirigiendo al grupo de saqueadores, así se les nombra a las diabólicas bestias aladas.
Dan un giro perfecto en el aire con el propósito de aterrizar en la terraza de la bodega. Descienden con precisión.
Una vez abajo, su aspecto es transformado, ahora se asemejan totalmente a la figura de un humano y recogen sus alas detrás de su espalda. Todos con rostros hermosos y cuerpos atléticos, no les importa caminar descalzos y vestir solamente un pantalón oscuro a pesar de que es una tarde de vientos fuertes. Pero sin duda, la belleza del primero de ellos resalta en gran medida por encima de los otros; Mammón es un hombre blanco, alto y corpulento, con unos intensos ojos cafés y una dentadura perfecta que se muestra detrás de los labios carnosos, una barba corta cuadrada que está bien arreglada y un cabello castaño brillante con un corte estilizado. Viste su acostumbrado esmoquin elegante color negro, y al igual que los saqueadores, sus pies se mantienen al descubierto.

– Bienvenido. Eres el que faltaba- Divisus recibe a su colega maligno.
– Bueno, ya estoy aquí- Mammón sonríe.

Los wavers han quedado perplejos ante la llegada de las criaturas. Casi no pueden ni hablar.

– ¿Qué es lo que vieron?- dice Murrah intrigado desde la mansión.
– ¡Eh! Un grupo de saqueadores aterrizó en la bodega abandonada- Shakerboy no ha perdido el asombro.
– ¿Cómo?- el búfalo tampoco comprende, pero de inmediato trae a memoria lo que dijo el General en la mañana- Wardjan estaba buscando criaturas para atacar la montaña, pueden estar reunidos ahora.
– ¡Si! ¡Eso debe ser!- replica Jonathan- y Adrián debe hacer parte del grupo, es el informante de la oscuridad en la mansión.
– No es solo informante, ya no hay porque dudarlo, él es la cizaña, él quería dividir a las familias, él atacó al Mosquetero, él ha creado todos los rumores- Yeison habla con firmeza.
– Debemos entrar a la bodega- el joven león se expresa sin titubeos.
– ¿Por qué?- pregunta Shakerboy.
– Las criaturas están reunidas, podemos escuchar lo que digan para informar a la mansión y estar preparados.
– Jum, tú y yo en el mismo lugar con quien sabe cuantos de ellos, no parece una buena idea.
– Ellos no nos esperan y ya estamos aquí, tenemos que hacerlo.
– De acuerdo- concluye el gordito.
– Tengan cuidado, mantenganme al tanto- dice Yeison.

Por un instante los jóvenes planean como infiltrarse en la bodega. Deciden caminar alrededor de ella manteniendo la distancia por sí acaso hay vigilancia. En un inicio solo se encuentran rodeando el muro.

Entonces, ven la oportunidad de ingresar por el techo de una de las construcciones vecinas que es de un solo piso y tienen la fortuna de que hay una pequeña montaña de escombros por la que pueden trepar. Mientras Jonathan hace guardia Santiago se apresura a subir y logra escalar lo que le falta de pared. Ahora es el turno del joven león y debido a que es mucho más ágil está arriba en un abrir y cerrar de ojos. Los wavers avanzan con sigilo hacia la bodega.