Sensación conocida

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-...eso es interesante.

El rostro de Neville se tornaba de un preocupante tono de rojo, mientras todos veían a su patronus tomar forma por primera vez. No podía ser cualquier otra forma, no. Era un lobo.

-Es bastante genial -Intentó animarlo, dándole un leve codazo para capturar su atención. Del otro lado de la Sala de los Menesteres, Blaise observaba la silueta brillante con una emoción que rayaba en la incredulidad.

-¿El tuyo qué es? -Le preguntó, en cambio. Draco pensó que si servía para distraerlo y que no luciese como si se asfixiase, bien podía dejarse convertir en el centro de su conversación.

Regulus había bromeado por días, cuando la profesora A les dijo que los reuniría para enseñarles a formar su patronus, con que sería un pavo real albino. Justo como el de Lucius. Severus decía que, seguramente, sería un lince, como el de Narcissa.

Ninguno acertó.

Draco trazó la floritura correspondiente, pronunció el hechizo en un susurro, como ella le había enseñado que era más práctico, y esperó, con igual fascinación que cuando lo conoció, el aleteo, la figura, el desenroscamiento de la cola. El fénix sobrevoló sus cabezas, Fawkes le graznó desde la silla donde estaba posado, ambos acercándose en el aire sobre ellos, en una curiosa mezcla roja-amarilla y azul blanquecina.

Lo había entendido nada más verlo. Dumbledore. Lo que fuese que hubiese antes del fénix, él no llegó a conocerlo; la profesora le había explicado que situaciones demasiado impactantes a nivel emocional podían tener esos efectos en el alma y el patronus.

Draco quería pensar que un fénix hablaba bien de él.

La criatura se separó de Fawkes, dibujó un arco en el aire, descendió para pasarle por encima al lobo de Blaise, a los patronus de Hermione y Ron que no paraban de corretearse porque uno perseguía al otro. Se detuvo sobre el ciervo de Harry, desvaneciéndose al fin.

-¿Por qué el tuyo es una criatura mágica y yo tengo...? -Neville dejó la pregunta a medias, desviando la mirada hacia el lobo brillante que conformaba su patronus. La expresión del chico se contraía al lloriquear, como si no pudiese creer el tipo de suerte que tenía.

-Yo pienso que un lobo está bastante bien, Nev.

-El problema no es exactamente que sea un lobo, Draco.

A decir verdad, él no pensaba que se le pudiese llamar "problema".

-Vamos, no está mal...-Se encogió de hombros al no recibir más que un vago sonido frustrado. Ni siquiera la breve plática había logrado que el rubor disminuyese; supuso que no era responsabilidad suya, a partir de ese punto.

Cuando la profesora dio la clase por terminada, les habló de las últimas instrucciones sobre los patronus, y la manera de enviar mensajes a otros. Draco le silbó a Fawkes, que se movió hacia su hombro y le picoteó una oreja, incluso durante sus reprimendas. Buscó su maletín y le rascó las orejas a Leonis al pasarle por un lado; el perro descansaba, echado a los pies de Severus, desde el comienzo de la lección.

Se despidió de Ron y Hermione con un gesto; los vería cerca del campo de Quidditch por el juego que había más tarde. Estaba por hacer lo mismo con su mejor amigo, cuando se percató de que a Neville se le resbalaba el maletín de las manos, a mitad de su fallido intento de huida, porque Blaise se detenía frente a él y le hablaba. Consideró salvarlo o dejarlo resolver sus asuntos pendientes. Le daba lástima que balbucease otra vez, buscando un escondite con la mirada y el rostro enrojecido, pero dudaba que fuese un tema en que pudiese meterse para auxiliarlo.

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