Segunda jugada

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Draco estaba sentado frente al tablero, cuando él entró. Escuchó los pasos arrastrándose, un quejido vago, palabras entre dientes, la puerta del baño abriéndose, el portazo al cerrarla. Luego Ron se acercaba y se inclinaba sobre su hombro.

—¿Qué hay, compañero?

—Intento descifrar algo...—Le respondió, distraído. Lo observó de reojo un momento—. ¿Puedes ser Voldemort un minuto?

—Claro —Ron rodeó la mesa y ocupó la otra silla. Era más sencillo ubicarse y organizar sus pensamientos, con el mayor estratega que conocía al frente, diciéndole porque sus ideas eran buenas y una mierda a la vez—. ¿Quieres que te mate? ¿O un escenario donde resulta ser Umbridge y se apodera del colegio?

Draco negó. Ya tenía en claro que algo pasaba, algo que iba más allá de lo que veía; Salazar le contestó que sentía una presencia, no que fuese la subsecretaria.

—Quiero que imagines que esperas o buscas algo.

—¿Algo como qué?

—Algo importante.

Ron ladeó la cabeza, pensativo.

—¿Haré otro Horrocrux?

—No puedes hacer otro Horrocrux, Ron.

—¿Por qué no puedo?

Draco dio un vistazo alrededor. No tenía idea de a dónde se había metido Neville, Dean y Seamus jugaban snap explosivo en la Sala Común cuando subió. Ron lo veía, expectante.

Si quería una idea de lo que hacía, una idea acertada, necesitaba el panorama completo.

Le hizo prometer que no se lo diría a nadie. Cuando Ron lo juró por su magia, se dibujó una "x" en el lado izquierdo del pecho, que soltó chispas doradas en los bordes por un instante. Él comenzó a hablar.

Unos minutos más tarde, Ron estaba reclinado en el respaldar, sus ojos azules fijos en el tablero modificado. Jugó contra sí mismo. Era fascinante y un poco turbio verlo cuando lo hacía; ordenaba a ambos bandos en voz baja, primero apartó a sus piezas de él, luego comenzó a realizar un movimiento complejo que no sabía definir bien, ignoró reglas a propósito, se saltó un turno.

Draco observó a su rey negro, el que tenía la media luna distintiva, cruzar el tablero de una forma en que un rey de ajedrez jamás podría hacer, para ir hacia el otro, en cuanto el segundo rey y el Alfil quedaban en el extremo opuesto. Luego, despacio, Ron comenzó a ordenarles volver a las posiciones anteriores.

—Atraerte. Es la mejor opción, yo lo haría —Le señaló.

—¿A qué te refieres?

—Barty fue enviado a observarte —Cuando lo dijo, uno de los dos peones de Voldemort avanzó al centro del tablero—. Lo sacamos del juego —Empujó la pieza fuera de los cuadros—. Pero él sigue aquí, ¿no? Es eso. Te observa, espera. Cuando haya tenido lo que quiere, va a atraerte, porque no te quiere matar, quiere tenerte escondido, como al resto de los Horrocruxes, ¿no es así? —Draco asintió, de forma inconsciente—. La mejor forma de asegurarme de que puedo tenerte tranquilo en alguna parte, es que debas venir conmigo por voluntad propia, por algo que te importe más que tu seguridad, y debas quedarte para evitar que...

Ron se dedicó a mirar el tablero durante un instante. Si se concentrase así en clases, pensó, en verdad le iría bien.

—¿Quién es la persona que más te importa en el mundo? —Levantó la cabeza para verlo. Draco titubeó.

—No es sólo una.

—Cambio mi pregunta —Optó por corregirse—: ¿quién es la persona con la que pasas más tiempo, en Hogwarts?

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