Nadie Como Tú ✓<JinTae> Libro #2 [Finalizada]

• Final •

Jihyo acomodó su cabello mientras miraba la ropa de bebé en aquella tienda que Taehyung amaba. Seokjin estaba entre comprar un conjunto blanco o amarillo.

No podía decidirse.

—¿Qué color le quedaría mejor?

Jihyo meditó —Um, no sé, yo creo que a él le va a gustar cualquier color.

—Dios, se va a morir cuando se entere que finalmente estás embarazada.

Ambos sonrieron y Jin miró a su amiga que pronto cargaría con el hijo de Taehyung en su vientre.

—Insisto que podríamos haber hecho lo de los mellizos, una muestra de cada uno.

—Tae dijo que podía ser peligroso para ti.

—Lo sé —rodó los ojos —de todas formas me puedes embarazar apenas este bebé sea más grande.

—¿Sabes lo raro que es que digas que te puedo embarazar?

Jihyo volvió a reír y tomó un pequeño conjunto blanco con detalles amarillos en las mangas, era perfecto para regalarle a Taehyung y que supiera que pronto su casa recibiría a su pequeño Kim.

—¿Prefieres la adopción?

El castaño tomó un par de zapatos de niña, estaba casi seguro que ese bebé sería una niña, la intuición y todo eso se lo decía.

—Si, por eso preferí que la muestra fuera de Tae y no la mía, creo que hay que darle la oportunidad a otros niños a tener un bonito hogar... Y si son dos hermanitos mejor aún.

Ella asintió y no se asombró del enorme corazón que tenía su amigo.

—Ojalá salga una buena mezcla entre tu marido y la donante incógnita.

—¡Oye! Estás hablando de mi esposo, ¿Has visto su rostro? Es simplemente el hombre más hermoso del mundo, ningún bebé saldría mal si él está involucrado.

—¿Y si la donante es fea?

—No lo creo, es una chica joven, tiene 25 años, ha tenido buenos resultados con sus donaciones de óvulos.

—Pero ¿y físicamente? ¿No podemos saber eso? Osea te digo que mi ahijada o ahijado tiene que ser el o la más bella de todos los bebés.

—En nuestra solicitud pedimos una mujer menor de 30 años, nos preguntaron características físicas y elegimos castaña, tez canela, con al menos 1.70 de estatura... —Jin tomó otro par de zapatitos, esta vez de niño —creo que eso pusimos.

—Increíble que tuvieran a una donante con esas características.

—Es una clínica grande, nos negamos a ver la fotografía de la donante... No era necesario.

Jihyo asintió —Mira esto —la morena le entregó un babero de algodón con las letras "Si piensas que soy guapa, deberías ver a mi papá".

Había otro que decía lo mismo pero cambiaba a guapo, ese también lo llevaría y lo guardaría para cuando supieran que sería el bebé. Jin rió y puso los baberos arriba de los pares de zapatitos que había elegido. Llevaría uno de cada uno.

—Tengo hambre, ni siquiera tengo tres meses de embarazo y ya empecé a sentirme hambrienta.

—No le eches la culpa al embarazo, siempre has sido una glotona.

Ambos rieron mientras Seokjin pagaba por los artículos. Luego se dirigieron a un restaurante dentro del centro comercial en donde se encontraban y pidieron una buena cantidad de comida. El azabache comenzaba a sentir la felicidad inundar su ser, y cuando estaba feliz él comía un montón. Claro que después tendría que salir a correr para eliminar todas las calorías que consumiría en su almuerzo con su mejor amiga.