GOPHER

I

Hace un tiempo atrás existieron varias criaturas llenas de poder y de magnificencia, algunas de carácter pacífico y que no medían ningún daño a nadie, y otras que se encargaban de destruir cada ser viviente que se pusiera delante.

Los cambiantes, híbridos, nagas, espectros, trasgos, orcos, espíritus protectores, solo eran algunas de estas criaturas, también se encontraban los demonios, ángeles, las brujas y... los más temidos: los gophers.

Estos eran criaturas legendarias que aparecían rara vez, aunque casi nadie los había visto tampoco se negaba su existencia, ya que, una vez aparece solo trae desgracia a quien se le cruce. Su apariencia física es desconocida, nadie que haya tenido un encuentro con un gopher ha podido describirlo y además, las personas que logran tener ese encuentro con estas criaturas al poco tiempo mueren. La razón sigue siendo un misterio.

Para poder llegar a un equilibrio de armonía se crearon las sectas, las cuales se encargaban de sus zonas designadas, en donde protegían tanto a las criaturas pacíficas como a los humanos e intentaban evitar conflicto con las de carácter destructivo. Claramente, esta era una tarea difícil ya que esas criaturas eran muy peligrosas, por lo que las sectas y varias de las criaturas llegaron a un acuerdo, debían detener a quienes dañaban la armonía entre los humanos y las bestias, así que si era necesario, se podría llegar a matar. Aunque los casos extremos casi nunca llegaban, solo se mantenían a las criaturas destructivas fuera del alcance de los humanos.

Las sectas que más destacaban por su prestigio y habilidades eran cinco: Yummeng Jiang, Gusu Lan, Lanling Jin, Qinghe Nie y Qishan Wen.

Cada una de estas tenía una zona y territorio designados que revisar y cuidar, nadie debía irrumpir en el lugar ajeno a donde pertenecía.

...

A lo largo de un gran bosque se veía la figura de una persona corriendo a una gran velocidad, persiguiendo algo.

Una vez que lo atrapó sintió otra ligera decepción, no era la misma criatura.

"Aún tengo tiempo..." –se dijo a sí mismo para intentar consolarse.

La criatura que retenía aprovechó el momento en el que él no le prestaba atención y lo empujó lejos y liberándose.

-¿Sabes...? Es de mala educa– no terminó de hablar al ver como alguien más usaba varios talismanes para acorralar a la criatura y sellarla.

"Túnicas blancas... ¡Rayos!" –se lamentó en silencio mientras se paraba y preparaba su huida– "Eso me pasa por no revisar la ubicación de a donde se dirigía."

En Gusu, el territorio de la secta Lan.

"Incluso si no era esta secta, al menos debí evitar los lugares con sectas a cargo de la vigilancia" –Decidió dar media vuelta y marcharse antes de que se notara su presencia.

-Espera –le dijo una voz a su espalda.

Pero tal y como es él, solo corrió lo más rápido que pudo para escapar, mientras sus manos sujetaban con fuerza la capa larga que llevaba para cubrir su rostro.

Incluso si sabe que ya pasaron muchos años desde su último encuentro prefería evitarlo a toda costa.

"Por qué tú eres la única persona..."

Demasiado tarde como siempre, la persona de túnicas blancas ya estaba frente a él.

"...que no quiero que se entere de lo que pasó..."