De ida al Infierno

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"Los grandes cambios siempre vienen acompañados de una gran sacudida. No es el fin del mundo, es el inicio de uno nuevo"

Todo estaba listo para el gran día: Había despedido a mis padres, a mi mejor amigo, a mis diez compañeros de curso e incluso a Fetty, el pequeño cerdito que en solo dos meses se había convertido el centro de mi vida... y aún así no me consideraba preparado para vivir en Berlín.

Sin embargo sabía que debía probarme a mí mismo que era capaz de hacerlo si planeaba estudiar allí al terminar la secundaria.

Me encontraba parado en medio del aeropuerto de Frankfurt, separado de mi destino final por un vuelo de dos horas en clase económica. Nunca había estado rodeado de tanta gente que ni siquiera se interesaba en saludar, gente que no se tomaba la molestia de mirarse a los ojos durante una simple conversación.

¿Qué les pasa? ¿Quién les hizo tanto daño?

Era consciente de que la vida en la ciudad sería muy distinta a mi pequeño Hornbach. Enlistarme voluntariamente a la lista de estudiantes de intercambio era una decisión que había tomado hace ya un tiempo, sabiendo perfectamente en lo que me metía. Y aún así nunca me había sentido con tantas emociones contrastando dentro de mí.

Abordé el último avión de la escala, imaginándome que quizás mi hermana de intercambio ya se encontraría en el trayecto de tres horas en el bus que la llevaba al pequeño pueblo en el que vivía, justo en medio de la nada.

Imaginé por su carta de aplicación, la cual había tenido el placer de leer, que a diferencia de mí ella había sido obligada a hacer el programa como una especie de castigo por su mal comportamiento.

Seguro todos los niñitos de la ciudad eran así.

Sonreí al imaginarla interactuando con mis padres. Si alguien era capaz de alinear su pedante personalidad, eran ellos.

- Pobre Rin...

• • •

- Pobre Len...

Apoyé la cabeza contra el vidrio mientras miraba la infinidad de árboles que pasaba rápidamente frente a mis ojos. Además de mí habían sólo otras dos personas sentadas en el autobús, bastante alejadas unas de otras.

No estaba acostumbrada a tanto silencio, a la soledad de estar únicamente conmigo misma, y por ello había decidido reventarme los tímpanos con música rap de mi playlist llamado "de ida al Infierno", el cual había preparado especialmente para hoy.

Mi principal preocupación era la escasa conexión a internet que se debía a que el bendito pueblo de Hornbach se encontraba entre las montañas. Lo más cerca que había estado de una montaña era el rascacielos nuevo que quedaba a dos cuadras de mi departamento.

Yo solo esperaba tener WhatsApp y FaceTime para poder hablar tranquila con Miku cuando me den ganas de suicidarme. Sin duda serían los tres meses más difíciles de mi adolescencia.

Pero Len tendría incluso un peor trimestre que yo. A él le tocaba lidiar con mis amigos mala influencia, con mi madre al borde de la demencia, con la abundancia de drogas y alcohol, y con el sistema de control y encarcelamiento juvenil conocido como escuela. Ya veremos si seguía siendo el chico perfecto luego de que la ciudad acabe con él.

También tenía la responsabilidad de cuidar y alimentar a Josephine, la serpiente en mi habitación. Si algo le sucede, la que acabará con él seré yo.

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Una nueva historia. Así es.
No es como si tuviera otras 3 a la mitad.
Pero este concepto me gusta.
Espero que a ustedes también.

Austausch (El Intercambio) | RiLenWhere stories live. Discover now