Austausch (El Intercambio) | RiLen

Hogar, dulce hogar

"Antes te soñaba, ahora no me dejas dormir"

Me encontraba almorzando con un grupo bastante selecto, el cual era liderado por Hatsune. Ella era una especie de referente, alguien respetada por algún motivo que no terminaba de comprender aún.

- ¿Me pasas la sal? - pidió la chica de cabello rosa, si mal no recordaba se había presentado como "Luka" y era la hermana del muchacho a mi lado.

Me sorprendió la cantidad de condimentos que todos estaban acostumbrados a colocar en sus comidas: ketchup, mayonesa, ranch, picante. Yo, por mi parte, apenas podía comerme las papas debido a la cantidad de sal con la que las habían cocinado.

- Bueno, ¿a dónde llevaremos a Len hoy? -irrumpió el otro, cuyo nombre había olvidado, aún con la boca llena.

- Podemos llevarlo a hacer el tour nazi -sugirió Luka con una sonrisa viciosa.

- Psss... seguro allá todavía mantienen la tradición -contestó el hermano en tono burlón.

- Yuma, eso no es gracioso -reprochó Miku, atenta a cual sería mi reacción.

- Tranquila, está bien -contesté simplemente.

Se había instalado la pequeña creencia de que en los pueblos del interior la gente aún tenía colgados cuadros de Hitler. Bueno, tampoco ayudaba a mejorar la imagen que algunos políticos neonazis sigan ganando las elecciones de los gobiernos locales.

En comparación, Berlín era extremadamente variada y existía un contraste cultural digno de admirar.

- Ya estoy imaginando a "Heil Rinny" postulándose como delegada de curso -comentó de nuevo Yuma, antes de llevarse a la boca un bocanado de pan.

Me incomodó notablemente la mención del "Heil", en Hornbach estaba completamente prohibido referirse a alguien de esta manera, pues era una referencia directa a Hitler y al holocausto.

Sin poder evitarlo, perdí el apetito.

Los demás parecieron no percatarse de ello, y tampoco pensaba que lo hayan hecho con mala intención. Simplemente era su sentido del humor, o yo que sé.

- Bueno, lo mejor será llevarlo al zoológico.

- ¡Ah, no! -salté casi gritando- ¡¿Ustedes sabían que Rin tiene una maldita boa en su habitación?! ¡Adivinen quien despertó con el puto reptil enrollado en la pierna!

- Pues a mí no me molestaría tener un reptil entre las piernas -respondió Luka sagazmente, codeando al chico de cabello brócoli.

La mesa estalló en risas y la chica consiguió ruborizarme completamente.

Mierda...

- De seguro fueron Nero y Neru -dijo Miku, luego de que se calmaran los ánimos-. Es como su forma de llamar tu atención...

Pensé por un momento lo que iba a contestar, aún no me había calmado por completo.

- ¿Cómo hago que se detengan?

- Debes atraparlos con las manos en la masa, y demostrarles que no pueden joderte más... pero no puedes matarlos.

- Qué gran consejo, Gumo -le contestó su compañero con una gran dosis de sarcasmo- Mejor chantajearlos-sugirió Yuma, sonriente.