¿Amor o amistad? Primera parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 14 "Saranghae" (Hangeng)

14.“Saranghae” (Hangeng)

 

 

 

Algo humedecía mis labios. Algo familiar para mí. Pero estaba atrapado aun en la languidez de mis sueños... Y no desperté.

Cuando amaneció me sentía extraño. ¿Qué había soñado? No lo recordaba.

Me senté en la cama y vi que Donghae ya no estaba en la suya.

Me desperecé pero no me levanté de la cama. Era festivo. La mayoría de los chicos se habían marchado el día anterior a sus casas con sus familias. Todos menos yo, Yesung pero por que se iba por la mañana y Heechul, que hacía lo mismo que Yesung. Así que lo más probable es que ya se hubiesen marchado.

Yo había dicho que viajaba a china a ver a mi familia, pero era mentira. Los de la compañía me tenían prohibido viajar fuera de Corea a no ser que fuese por motivos de trabajo, es decir, que ellos me enviasen.

En resumen...Iba a pasar unos días solo.

Pero cuando me asomé al comedor me encontré con Heechul.

-Buenos días hyung.-le saludé.

-Buenos días.

-¿No te ibas?

-Si, pero mi padre se ha retrasado. ¿Y tú? Pensé que tu vuelo salía  las once y media. Y son las diez y cuarto. ¿Llegarás a tiempo?

-...Si... También se ha retrasado...-mentí.

-Bien, pues ven aquí y hazme un masaje.-me pidió.

Fui donde estaba él y se echó hacia delante en el sofá para que yo me pusiera detrás suyo.

Lentamente comencé a masajear sus hombros, hasta que me agarró de las manos.

Nos quedamos en silencio un momento, hasta que dijo:

-Vuelve...

-¿Qué?

-Vuelve al cuarto.

-... Heechul...

-Siento mucho todo lo que dije. ¿Cuántas veces te lo voy a tener que repetir? Sabes que odio disculparme. –musitó a desgana.

-No quiero que te sigas disculpando... Ya está...

-Bien pues...Quiero que vuelvas. Vuelve. Quiero dormir sabiendo que estás a mi lado. ¿Sabes lo que me cuesta conciliar el sueño estando solo en la habitación?

-....

-Joder, ¿lo quieres mas directo? No puedo dormir si no te tengo cerca. No hago más que recordar el accidente... Y...

Cerré los ojos. Todo aquello que me decía se me clavaba en el pecho. ¿Por qué era así? Siempre exigiendo, pidiendo, siempre algo insoportable con todo el mundo...Y luego... Me decía esas cosas.

Ladeó la cara y me sonrió con suficiencia.

-¿Puedo?-inquirió.

No hacía falta que dijese mas. Yo ya sabía a que se refería.

Asentí y entonces se levantó para arrodillarse entre mis piernas. Yo me incliné levemente y me besó. Un beso largo y lento. Sus manos asieron mi cabeza para no dejarme alejarme ni un milímetro. De todos modos no pensaba hacerlo.