¿Amor o amistad? Primera parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 53 "Sin mi" (Hangeng)

53. “Sin mí” (Hangeng)

 

 

 

Volver a Corea de nuevo, después de pasar casi tres meses en China había sido muy duro. A pesar que no había podido ver todo lo que me hubiese gustado a mis padres, al menos los había visto. Y a mis amigos… Pero ahora… Volvía a lo de siempre.

Pero había algo que me estaba esperando…Alguien… Heechul. Me tenía muy preocupado. Y mas el último mes. Le habían sacado de la radio… Y le habían puesto un psicólogo con el que no quería hablar.

Cuando llegamos al piso nos encontramos con una mujer que subía al ascensor. Resultó ser la hermana de Eunhyuk. Y eso no era todo. Dentro de nuestro piso había dos niñas pequeñas. Eunhyuk nos pidió el favor de ayudarle y todos accedimos. Los demás se pusieron a jugar con las pequeñas, pero yo entré directo buscando a Heechul, y sabía donde encontrarlo. En nuestro cuarto.

Entré, le miré y me quité las gafas de sol.

-Creo que han pedido un chino por aquí.-dije con voz lo mas masculina que pude.

Sonrió tan ampliamente que casi se le salía la sonrisa de la cara. Saltó de la cama y se lanzó sobre mí.

-¡Hangeng!

-Hola Heechul.

-¿No volvías mañana?

-Te mentí. Quería sorprenderte.

-¡Ya te vale!-me empujó.

-Jajajajaja.

Se cruzó de brazos y me miró de arriba abajo.

-¿Cómo estás?-acaricié su cara y aparté un mechón de pelo que me interrumpía la visión.

-Ahora contigo aquí, bien.-afirmó.

-Todo va a ir bien. ¿La pierna te duele?

-Ya casi no.

-Entonces hablaremos con la compañía. Verás como pronto te reincorporas.

Asintió.

-Imagino que habrás reservado en algún hotel. ¿No?-me preguntó.

-Jajajaja. Directo al grano.

-No te andes por las ramas. Se que me has echado de menos. –comentó.

-Mas de lo que te imaginas.

-Entonces, vamos.-me tomó de la mano.

Al salir aun estaban todos con las peques.

-Nos vamos a cenar fuera y hemos quedado con unos amigos.-dijo Heechul.

-Ok. –dijeron todos.

-No llaméis. Son amigos muy importantes.-recalcó- No queremos interrupciones.

-¡Que si!-gritaron.

Conduje yo hasta el hotel y una vez allí, entramos por separado. Pero en cuanto nos encontramos en la habitación, la ropa desapareció de nuestros cuerpos y los besos llenaron el espacio que debía ocupar el aliento… Nos olvidamos de respirar… Tan solo queríamos una cosa. Estar juntos. Muy juntos.