¿Amor o amistad? Primera parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 74 "El colmo" (Donghae)

74. “El colmo” (Donghae)

 

 

 

 

Después de hablar con Kyuhyun y aclarar las cosas fui en busca de Eunhyuk. Me asomé a la habitación y sonreí al verle haciendo flexiones y sin camiseta. 

-¿Has hablado con Kyu?-paró y se sentó en el suelo.

-Si. Todo arreglado.

-Me alegro.

-¿Necesitas ayuda?-pregunté.

-Ahora que lo dices, ¿me puedes aguantar los pies mientras hago abdominales?

-Claro.

Entré, cerré la puerta, me arrodillé sobre sus pies y agarré sus rodillas. Entonces, cada vez que hacía una abdominal y subía hasta mi altura, nuestras caras se quedaban a escasos milímetros. Sonreí y le di un pico. Su cara fue un reflejo de la mía y volvió a recostarse para volver a subir y entonces el que me besó fue él.

-¿Por qué no te quitas la camiseta también y hacemos ejercicio juntos?-propuso de manera sensual.

Puse cara de placer y de repente la cambié a seria.

-Ni de coña.

-¿Por?

-Por que no. Ya sabes lo que dije.

-¿Enserio vas a seguir con esto?

-Obviamente. –me puse en pie- Creo que es mejor que sigas ejercitando solo. Yo solo soy una distracción.

Sin más me fui. No iba a ceder. Me estaba costando más a mí controlarme que a él. A mí me apetecía a todas horas hacer el amor con Eunhyukkie, y encima no lo podía abrazar por las noches, cosa que causaba que no durmiese bien y fuese medio zombie por el día. Y si a eso agregamos no poder ser natural y tener que estar pensando en cada minuto lo que decía y lo que no, para no “hablar por él”… Era un infierno.

Volví al sofá a ver la tele y unos tres cuartos de hora después, apareció Eunhyuk, recién duchado y con la chaqueta puesta preparado para salir.

-¿No te apetece dar un paseo…?-comentó.

-¿Ahora? Pues no.

-Tengo…Tengo que ir a comprarme unos pantalones…

-¿A si? Si tienes un montón.

-Pero he visto unos que me gustan. Vamos.

Me cogió y me empujó, llevándome de arrastras hasta la puerta.

Fue entonces cuando me di cuenta que algo sucedía… Bajé mi vista a su entrepierna y adiviné cierto abultamiento. Me mordí el labio y me sentí triunfar. Se había estado negando a que se repitiese lo del baño de la cafetería, pero como en casa me negaba… Había cedido. Aquello se ponía interesante…

-Toma. Ponte esto.-me pasó un gorro y unas gafas de sol.