¿Amor o amistad? Primera parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 17 "La boca del lobo" (Hangeng)

17.“La boca del lobo” (Hangeng)

-Sabes que no podemos salir en los dos días que quedan. ¿Verdad?-le pregunté.

-Bah ¿Y?

-¿No te aburrirás?

-Para nada. Si estamos los dos. ¿Por qué debería aburrirme? Además, ¿quién dice que no podemos salir?

-Lo dice el contrato. Es decir, sin los guardaespaldas no podemos ir a ningún lado. Se supone que no estamos en el piso.-le recordé.

-Repito, ¿quién dice que no podamos salir?

-Heechul...

-¿Qué? Unos disfraces y listo. –sonrió y sorbió los fideos que le acababa de preparar.

-No Heechul. No vamos a salir. ¿Entendido?

-Me temo que tendrás que darme una razón de peso. O sea, un entretenimiento.-masculló mientras masticaba.

Me acerqué a él caminando de rodillas y le di un pico.

-¿Qué ha sido eso?-se ofendió.

-Vamos, seguro que juntos encontramos algo que hacer...-dije.

-¿Me estás proponiendo cosas indecentes?-se llevó la mano a la boca y abrió los ojos de forma exagerada.

Me puse rojo como un tomate y negué enérgicamente con la cabeza.

-¡No! Yo..Yo...So..Solo... Quería...Yo... Me refería...

Empezó a reírse a carcajada limpia.

-Eres incorregible. Eres tan inocente como Eunhyuk.- continuaron las risas.

-¡Aaaaishhh!!-grité enfadado y me levanté.

Él seguía tronchándose por el suelo.

-Y tú eres insoportable. Estaba mejor solo. –me crucé de brazos.

-¿Qué?-se le cortó la risa de golpe.

-Eso. Lo que has escuchado.

Salí del comedor y me fui directo a nuestro cuarto. Una vez allí me tumbé en mi cama y esperé a que viniera. Le conocía demasiado bien ya y conocía sus reacciones.

Estaba claro que en aquel momento se había quedado helado, procesando la información. Cuando la entendiese metería un grito, luego se levantaría, diría algo así como “ Estás muerto” y a continuación caminaría con paso ligero hasta el cuarto. Entraría, me miraría desde la puerta con cara de odio y como me encontraría tumbado en la cama me agarraría por el cuello de la camiseta para decirme “ Repite eso”. Entonces yo lo repetiría y él comenzaría a gritarme como una loca histérica. Para después quedarse exhausto y me pediría perdón.

-¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhh!!-gritó.

Sonreí. Mi enfado había desaparecido. Pero iba a actuar un poquito.