El Impostor | Jeon Jungkook

Capítulo 7

- Señor Jeongguk, el señor Chen lleva esperando cuarenta minutos - me dice Hye ni bien salgo del ascensor, se la ve un tanto preocupada - ya le he llevado café y medialunas, está en su oficina- asiento

- Buen trabajo - digo mientras me acomodo la corbata, la ropa de Jeongguk era bastante chica para mí, más que estoy acostumbrado a la ropa sport y de varios talles más grandes que el mío. Abro la puerta de la oficina encontrándome a corbata vomitada por un payaso - Buenos días señor Chen - digo mientras me dirijo al escritorio, estrechándole la mano en el camino - lamento el retraso, tuve...- un orgasmo placentero con la mujer más hermosa mientras ella me gritaba que era un Dios en hacerla correr, sonreí al recordar esa parte -...un asunto urgente que atender - dije al fin - ¿Estamos listos? -

- En efecto - respondió sacando una laptop de su maletín

- Llamaré a Legales por los papeles...- por no mencionar que necesitaba el cuerpo de abogados de la empresa porque no tenía mucha idea de que carajos seguía.

(...)

Tenía la sensación de que cada vez que ponía un pie en esta empresa mi día se iba por el caño. Mi pequeña mentira de "tengo reunión con el Equipo" resultó ser tan verdadera como que me hago pasar por mi hermano gemelo. Por lo menos estaba en una reunión que entendía de qué se trataba, publicidad, la campaña publicitaria del lanzamiento de Alba Antory 0.9, se trataba de un programa que conectaba todos los aparatos que quisieras a una red de WIFI, encontrándote en el punto del mundo que te encontraras, ibas a tener acceso al WI-FI de tu casa, siendo igual de privado pero con un alcance mucho mayor. La publicidad pensada para este programa se basaba en un tipo dónde su modem se encontraba en su casa, en Seúl, y él se conectaba a su red de internet desde Londres. Era simple, claro y concreto. Claro que ésto iba a revolucionar el mundo, las compañías de telefonía iban a quedar en segundo lugar, o mejor dicho, se perderían de grandes ganancias. No tenía ni puta idea de cómo habían dado con ese invento pero desde luego yo me apuntaba a usarlo. Suspiré pensando en ¿cómo diablos es que no estás aquí aportando tus ideas? La diseñadora gráfica más talentosa que conozco la había dejado de pasada en su estudio ésta mañana después de haberme enterrado profundamente en su....

- ¿Señor Jeongguk? ...- alcé la vista al escuchar una voz bastante fuerte del chico de gafas

- ¿Eh? -

- ¿Alguna sugerencia...?- suspiré pensando en qué decir...

- Es clara, directa, fácil de entender, pero...- no sabía cómo decirlo, buscar las palabras-...falta algo, está bien pero muy simple, necesita llamar más la atención sin perder el estilo y necesito que mejoren lo de la empresa, que el logo se vea bien con el nombre -

¡Vaya! ¿Quien diría que terminaría interesándome en algo de ésta empresa? El equipo tomó notas y se levantó de la sala de zoom. Miré la hora, no llegaba a la cafetería, iría mañana. Las seis de la tarde, abrí la laptop en busca de las cuentas bancarias de mi hermano, tenía dos, una claramente era Corporation International of Tecnología and Robotics Jeon (CITRJ) y la otra, la personal de mi hermano. Observé los últimos movimientos, había extraído hace un par de días una suma importante de dinero, seguramente para no dejar pistas de seguimiento sacó lo que necesitaría ésta semana que se había tomado. ¿Dónde diablos está? La curiosidad me estaba picando. Tomé la billetera de Jeongguk, la tarjeta estaba ahí, solo necesitaba sacar un poco de dinero. Total..estaba justificado y si se quejaba no podía hacerlo mucho porque él se había ido clandestinamente.

(...)

- ¿Qué le parece éste señor? - dijo el vendedor - es de diseño único - dijo mostrando un anillo que para mí personalmente, lo había visto en un montón de películas, un clásico de doramas coreanos.