El Impostor | Jeon Jungkook

Capitulo 13

Un mes y medio después...

- Por favor - dije

- ¿De quién es? - respondió él tirando de sus cabellos hacia atrás, frustrado por no contestar a lo que él preguntaba.

- No importa...-

- ¿Qué no importa Jungkook? ¡¿Me estás pidiendo que entre a un teléfono celular que tiene más claves que el Vaticano y ¿no importa de quién es?! - gritó exageradamente.

- ¡Necesito saber que esconde ahí! - grité - por favor Taehyung -

- De acuerdo, dame un día o dos - murmuró tomando el aparato en sus manos - sólo dime una cosa -

- ¿Qué? -

- ¿Es de una persona importante? Me refiero a que tenga cosas peligrosas y sea influyente en nuestro país - preguntó mirándome a los ojos - lo digo porque en cuanto lo encienda puede enviar la ubicación o tener un programa que active la cámara y el micrófono -

- Es una persona importante - concluí - no pienso decir más - dije antes de marcharme. El viento de la noche golpeó en mi cara, las luces de la ciudad alumbraban los coches y la gente que aún seguía deambulando. Saqué las llaves de mi auto ni bien me acerqué a él, suspiré, por fin había obtenido ese teléfono celular, estuve un mes y medio tras la oportunidad de obtenerlo, me di cuenta de que no lo entraba a la casa, había buscado en la empresa, haciéndome pasar por él una vez más y casi soy descubierto, entonces recurrí a mi última opción y resultó ser la correcta, después de prácticamente dar vuelta el auto de Jeongguk, encontré el teléfono, bajo la butaca del conductor, escondido en un tajo en la tela, si eso no es sospechoso, no sé lo que sería. Me sentí como mierda tener que haber tomado ventaja en una de las descomposturas de Shiri, últimamente no estaba bien, su jefa le metía mucha presión y apenas comía, el día de ayer se había pasado la noche en vela para terminar el proyecto y cuando se puso de pie, cayó desmayada, no había comido nada en tanta concentración con su trabajo, sin mencionar que andaba bastante de mal humor. Encendí el motor y emprendí el rumbo a casa, Taehyung me había insistido en que me fuera de aquél lugar, pero irme implicaba no estar más cerca de ella y eso no era aceptable para mí.
Apague el motor una vez que entré en la cochera, guardando el auto al lado de la camioneta de mis padres. El reloj de mi teléfono marcaba las once cuarenta, giré la llave dentro de la cerradura encontrándome una luz en la cocina. Con el ceño fruncido me dirigí hasta allí, ¿quién estaría despierto?

- Buenas noches Jungkook - me sobresalté al escuchar tu voz la cual parecería de ultratumba, tu expresión seria y tus ojeras me dijeron que hoy tampoco ibas a dormir...

- ¡¿Qué haces despierta mujer?! - exclamé.

- Trabajo - parecías poseída, tu mirada fría, perdida-... ¿Tú? ¿Dónde estabas?-

- Yo...- murmuré pensando que decirte, obviamente no estaba en mis planes decir  "pues le robe a tu prometido un teléfono celular desechable para que mi mejor amigo lo revise" -... salí- ¿dónde está Jeongguk para cuidar de ti? Ni siquiera te cuida.

- ¿Volviste a las peleas? - negué con la cabeza, éste sería el momento perfecto para hablar, para indagar.

- ¿Cómo sabes que yo peleaba? -

- Jeongguk me lo contó - respondiste de inmediato, pero sabía que era mentira, recordé tu comentario en el restaurante..."En aquel tiempo era diferente a como es ahora"

- Por qué será que no te creo - No me mientas Shiri, por favor. Tus ojos me buscaron, había emociones ahí, emociones que no lograba identificar. ¿Qué pasó entre nosotros?