Capitulo 16

7.8K 719 231
                                    

No sabía qué hacer, la frustración había llegado a su punto más alto en mí. Iba y venía como un animal enjaulado mirando el cuerpo sin vida de mi hermano. Tenía miedo, quería llorar, todo se había acabado. Todo lo que alguna vez pudo haber sido, las cosas habían empeorado, se habían puesto horribles y sin salida. Volví a mi auto por mi teléfono celular, Taehyung era el único que me podría ayudar a saber qué hacer. Ni bien aparecieron los números en pantalla estuve tentado de llamar a la policía. Eché una mirada a la zona en busca de alguien. No podía creer cómo había pasado del calor de la discusión al frío del silencio, parecía algo irreal, sin embargo, el cuerpo sin vida de Jeongguk me confirmaba que el destino era una mierda. Ya me había golpeado la cara en busca de despertar de esta pesadilla y volver a esa realidad dónde él está vivo. El contacto de Taehyung apareció en mi lista y cuando me dispuse a llamar el sonido de un teléfono a distancia me hizo detenerme. Miré a Jeongguk en el suelo, debía ser su teléfono. Salí del auto y me acerqué, había luz en su bolsillo delantero de la prenda de vestir. Me agaché esquivando el charco de sangre y metí las manos dentro para tomar el teléfono, un mensaje de Shiri...

Te amo, ¿lo sabes verdad? Sé que el bebé llegó antes de lo esperado pero ahora está aquí, con nosotros. ♥️

Releí el mensaje tantas veces como pude, una idea se comenzó a formar en mi cabeza. Una idea que Jeongguk me la enseñó. Me regaño a mí mismo, es una mala idea, una pésima idea. ¡No! No lo haré. Imágenes de Shiri golpearon mi mente una y otra vez, una frase gira en mi mente, una voz interior susurrándome..."Hazlo, es el destino"... quiero gritar por la gran batalla que se libra en mi interior, me niego a creer que bando está ganando y llego a un punto en que no sé cuál de los dos es el lado malo. Abro los ojos y me encuentro con la mirada de Jeongguk fija en el cielo, "todos tenemos un lobo malo y uno bueno en nuestro interior, el secreto está en ver a cuál de los dos alimentamos" la típica frase de mi hermano, es como si la escuchara. Pero ¿cómo hago? ¿Cómo identifico en éste momento cuál de mis lobos es el bueno? Uno lucha por vivir y el otro...por terminar con todo, por hacerme responsable de mis actos, pero el lado que quiere vivir también se jacta de hacerse responsable de mis actos, un bebé, una mujer. No pueden quedar sin un padre y un esposo. No cuando yo muero por estar ahí para ellos, no cuando sé que me necesitan, no cuando los amo tanto. Me puse de pie y volví a mi auto tomando mis pertenencias, dejé mi billetera vacía en el asiento del conductor, tomé mi teléfono y las llaves del auto. Al celular lo tiré al río, tan lejos como pude. La batalla de en mi interior aún seguía dando pelea, pero ya había un claro ganador. Entré al auto de Jeongguk en busca de esa muda de ropa que siempre lleva para la oficina. Me quité los borcegos, el jeans negro y mi chaqueta de cuero poniendo aquella ropa de vestir. Salí descalzo del auto y me acerqué a Jeongguk, no podía creer lo que iba hacer. Parte de mí se sentía mal, como si no tuviera honor, luego me di cuenta que pensaba en mi honor pero no me sentía mal, no había lágrimas, ni sufrimiento. Me sentí libre, por primera vez, pase lo que pase, me sentí en paz, una extraña sensación de alivio creció en mi pecho, era un plan, tal vez no el mejor, jamás pensé o quise que esto terminara así. Callé esa vocecita interna que me decía que era lo que siempre había esperado...¡No!

Tomé el cinturón de su pantalón y lo desabroche, quité sus zapatos de vestir y me los puse. Por último quité los pantalones del cuerpo de mi hermano, aún estaban limpios de sangre. Volví al auto en busca de mi ropa y comencé a vestirlo, lo único que no iba en concordancia conmigo era su camisa blanca, pero no me animaba a cambiarlo de lugar, la prenda estaba impregnada de sangre, me limite a dejarla fuera de su pantalón y abrirle los primeros botones. Tomé mi chaqueta, mis documentos y la llave de mi auto. La llave fue lo primero que abandoné a unos metros de la escena, la chaqueta y el documento de identificación los dejé dentro del conteiner que estaba como a una cuadra del lugar. Volví trotando. Abrí la puerta de mi auto y la guantera, revolví las cosas. Por último tomé el teléfono de Jeongguk y las llaves de auto...

El Impostor | Jeon JungkookHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin