El Impostor | Jeon Jungkook

Capitulo 24

1 año y seis meses después

- ¿Y si no viene? - la iglesia estaba llena - ¿Y si se arrepiente?- el cura miraba la puerta con una expresión seria.

- Compórtate - dijo Jimin que estaba justo al lado nuestro.

- Tú no te metas - dijimos Taehyung y yo al mismo tiempo - Oye, la conozco, ella es más responsable que tú y yo juntos - le dije a mi mejor amigo - créeme vendrá- aseguré. No podía creer que un día Kim Taehyung se casara, si bien para mí las cosas iban rápido, quién era yo para hablar de tiempos cuando él lo dijo muy claro "me enamoré" y no podía estar más de acuerdo con la mujer que había elegido, eran el uno para el otro. Mi alegría al verlos juntos fue inmensa, ella era una buena mujer y él, un gran hombre, pero aún más feliz me puse cuando me eligieron de padrino. Eché una mirada a las puertas de la iglesia, estaban entreabiertas, okey, esto me ponía extremadamente nervioso, empujé mi mejilla con la lengua esperando a que la novia apareciera, sabía que vendría pero el típico "retraso" se había alargado un poquito...unos dos minutos. La música comenzó a sonar y la iglesia se puso de pie. Las puertas se abrieron dejando ver a una hermosa novia vestida de blanco junto a su padre, sonreí al recordar como el sinvergüenza de mi mejor amigo le había pedido la mano de su hija, había sido difícil, un par de meses antes había insistido casi todos los días, hasta que al final había hecho su famosa pizza napolitana y después de emborracharlo hasta casi el coma le pidió la mano, el tipo no tenía idea de que había accedido hasta el día siguiente que le dijo "suegro" mientras bajaba en calzoncillos de la habitación de su hija y le mostrándole el video donde él aceptaba. Fue la primera vez que vi a Taehyung con el ojo morado, eso no le impidió sacar fecha el mismo día, de hecho, si uno lo mira con detalle aún se lo podía ver un poco oscuro el ojo.
La novia avanzó con una sonrisa de oreja a oreja, la sorpresa de todos fue cuando el novio bajó las escalinatas y caminó hasta ella, dónde la tomó en brazos y la depósito frente al cura...

- Padre, desde ya le digo que sí - dijo Taehyung haciéndonos reír a todos. Miré a la novia, estaba más hermosa que nunca. La emoción me llenaba, mi mejor amigo y mi secretaria, ¡¿quién lo diría?! El loco suelto que había enamorado a la ermitaña de la empresa.

- Hermanos y Hermanas, estamos aquí reunidos para celebrar la unión en matrimonio de Kim Taehyung y Nam Hye...- comenzó hablando el padre, eché una mirada a la banca de adelante y te encontré, mirándome atentamente, te sonríe pero no me la devolviste, estabas absorta en tu mundo. Era increíble cómo lograbas captar mi atención en cualquier momento, podía estar el mundo cayéndose o mi mejor amigo casándose y con solo verte, el mundo se detenía, estabas más hermosa que nunca en aquel vestido color crema y con el cabello semi recogido, te habías hecho bucles en el cabello y para mí eras una diosa. Pero me intrigaba saber qué era lo que tus ojos buscaban en mi cara.

- Sí, acepto - escuché la voz de Hye volviendo mi atención a los novios. El cura repitió la misma pregunta con Taehyung...

- Sí, acepto, ¿Sabe por qué acepto padre? Porque desde que la ví, supe que no habría nadie más - dijo mi amigo provocando un "oh!" general en la iglesia, hasta el padre sonreía cuando dijo "los declaro marido y mujer" el tema fue cuando el cura dijo que podía besar a la novia, Taehyung se lo tomó muy enserio, acalorando el ambiente...

- Hermano...- dije riendo - vas a hacer que el padre se sonroje y los mande a rezar- bromeé palmeando su hombro. Al separarse saludé y felicité a ambos, la iglesia se preparaba en la puerta con paquetes de arroz esperando a los recién casados que iban rumbo a la gran fiesta. No conocía a muchas personas, había gente de la empresa, ex compañeros de Tae, familiares de ambos y montón de desconocidos para mí pero no para la pareja.

- Jeongguk...- te escuché, últimamente ya me había acostumbrado a que todo mundo me llame así

- Linda, seguro que ellos se retrasan un poco para llegar a la fiesta, nos da tiempo de ir a casa a ver cómo están los peques - había algo en tu mirada que aún no descifraba y el hecho de que recorrieras toda mi cara con tus ojos no ayudaba - ¿Tengo algo? - pregunté