Capitulo 27: Penúltimo

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El Impostor

Un momento... ¿Será que Jeongguk se había acostado con Litzy en algún momento y Shiri lo sospechaba? ¿Quiso ponerme a prueba?
El llanto de un bebé rompió el poco silencio que se había hecho entre los dos, di media vuelta subiendo las escaleras, no sabía si estaba desesperado por llegar al bebé que lloraba o necesitaba huir de la situación, necesitaba sacar un conejo de la galera o si no las cosas iban a terminar muy mal, sabía que algo profundo y de mayor tamaño se aproximaba, como un iceberg . Entré a la habitación, Suni estaba llorando, a los segundos entraste a la habitación detrás de mí, la bebé tenía hambre y Sun He estaba empezando a fastidiarse. Tomé a uno de los peques en brazos, cuando lloraban era mejor mantenerlos separado ya que parecía que se potenciaban juntos. No sabía si esto era una salvada de campana, lo único seguro es que el asunto se dilataba más entre nosotros, haciéndolo de goma o chicle, como una bomba a la que le quedan segundos y la tienes en la mano, la desesperación era así, en ese momento no sabes si salir corriendo o tomar la mano de la persona que tienes al lado para decirle lo que nunca le dijiste en vida. Claramente la segunda opción no era factible y la primera...bueno, me resultaba más fácil llegar a la cocina y preparar las mamaderas. Dejé a Sun He en el sofá, rodeado de almohadones y me dirigí a la cocina, desde donde estaba tenía una vista perfecta de lo que el peque hacía. La leche hirvió y la frase "Saltó como leche hervida" brilló en mi mente. ¿Qué era lo que tanto preguntabas Shiri? ¿Qué es lo que nos perjudicaba de tal manera? ¿Cómo te mentía? Las cosas habían empeorado en días y no sabía qué hacer. El silencio se hizo tenso entre nosotros mientras alimentábamos a los bebés. Para cuando ellos se durmieron, mi cerebro había creado mil teorías y escenarios posibles.

- ¡Oye! Si crees que yo dormí o me acosté con ella desde ya te digo que no - me defendí ni bien volvimos a la sala - te juro que nunca he tocado a otra mujer desde que estamos juntos - aclarando las bases de entrada era la mejor manera de enfrentarse a lo que sería nuestro primer conflicto de casados, naturalmente teníamos una buena comunicación y contábamos con las opiniones de ambos ante cualquier medida o situación, sin embargo, yo siempre debía estar un paso adelante dado que era un impostor en esta vida que vivía. El presentimiento de haber fallado en algo me carcomía por dentro, había dejado de cuidar ciertos aspectos pensando que eran parte del pasado, dejé de pensar que era sospechoso y qué no. Desde aquella noche en la orilla del río Han, mi mente había jugado ajedrez cada dos segundos y desde que la policía había cerrado el caso con aquél vagabundo que no sabía en qué día estaba debido a tanta droga y que tenía la evidencia de la sangre en la chaqueta, la cual debió haber tomado de la basura para protegerse de la lluvia aquella noche, me había relajado más no había bajado la guardia. La boda entre Shiri y yo, los bebés...me habían asegurado que eran míos para siempre, que no me los podían quitar y me había confiado. Tal vez demasiado.

- Sé que tú no lo hiciste - ¡ajá! Bien, aclarando el tema de que ella sospechara que la Barbie había sido una ex amante, cosa que no sucedía, ni en la realidad ni en su cabeza. Volvía a estar en cero - ¿Es en serio? el bar, la cerveza, su hermano...por última vez Jeongguk, dime la verdad, ¿acaso tú no tienes nada que contarme? - tu voz tenía ese claro tinte de "ya lo sé, solo necesito que tú me lo digas" pero... ¿Qué es? Hubo una fracción de segundos en la que pensé que sabías quién en verdad era yo, pero quedó completamente descartado con ésta mujer que solo le faltaba teñirse un mechón de rosa...

- Pregunta directamente, ¡no sé de qué me hablas! - dije sin más, rindiéndome y rezando que todo salga bien.

- Bien, si no inicias tú, hablaré yo - esas palabras sonaron bien duras, dejándome nervioso y asustado, era como como ponerme contra la espada y la pared sin saber que elegir, no era mi culpa no saber de qué hablaba, oh bueno, sí lo era pero ¡diablos! ¿Que se supone que haga? obviamente no era algo que había hecho yo- ...te voy a contar una historia, resulta que una vez, me enamoré perdidamente de un chico, uno que según su hermano, estaba enfermo y necesitaba ayuda, uno que su corazón ya tenía dueña. Éste chico visitaba a su novia muchas veces alegando que se iba a la costa con amigos en vez de decir que se iba con su novia, la amistad con su hermano creció, me acostumbré a su presencia, a su amistad y decidí intentarlo con él...- no entendía a qué íbamos con esa parte de la historia que lamentablemente ya sabía -...todo iba bien, me había acostumbrado a amar a ese hermano, hasta que uno se fue de viaje, entonces la relación fue...intensa, fogosa, lujuriosa, romántica y hasta prohibida diría yo, el hombre que tenía era más fuerte, más decidido, él no preguntaba, él tomaba y luego... decayó terriblemente volviéndose el mismo de siempre, uno de los hermanos murió y cuando pensaba dejar todo, ese hombre que tuve en aquella semana, resurgió. Quise pensar que todo estaba bien, que tal vez era su hermano quien lo opacaba y siempre había sido así. Me casé, tuve a mis hijos y hace un mes viajé a Busan, por la presentación de una nueva campaña publicitaria, ¿recuerdas? - asentí con la cabeza, ¡mierda! No me gustaba el rumbo de aquella conversación-... y me encontré con una joven, más bien ella me buscó a mí, resulta que un hermano, había estado jugando con ella, la había embarazado y había ocasionado el aborto de su bebé y luego la había incapacitado mentalmente ante los ojos de la ley con un certificado psiquiátrico, un hermano llamado Jeon Jungkook - ¡diablos! ¿Qué se supone que haga? Claramente estás molesta por lo que él hizo, yo te lo oculte y tú lo amabas, echarle la culpa a un muerto era un asco, pero ¿qué podía hacer? Ahora tú estabas conmigo y yo era Jeongguk, estaba agradecido que él se hubiera hecho pasar por mí en Busan, de lo contrario estaría explicando ahora cuernos que yo no te puse - La joven se llamaba Jazley, tú la conoces, ¿recuerdas que tú me dijiste que ella era el amor de Jungkook? - asentí rápidamente, el hijo de puta de mi hermano se había hecho pasar por mí'con su amante y encima te hablaba de ella sugiriendo que yo me acostaba con esa mujer - Tú la conoces ¿verdad? -

- Sí - dije al fin, después de tanta presión.

- Volví desilusionada, sabes, yo tenía a Jungkook en un pedestal y que hiciera todo eso me horrorizo... aunque, me extrañó también, porque cuando le conté que estaba embarazada, se largó a llorar de la emoción festejando que sería tío...- Si aquello le llamabas festejar, ¡uy sí! ¡Cómo no! ¡No lloraba de felicidad, lloraba de tristeza porque pensaba que no era mío! -... ¿En verdad no tienes nada que decir? - dijiste.

- Bueno, no fui yo quien hizo todo eso - dije sin saber bien qué decir, aquello se veía bastante feo, mi teoría es que ambas mujeres se pusieron a hablar y llegaron a la conclusión de que el tipo que jugó con ambas era Jeongguk y tú ahora sabías que te había puesto los cuernos, aunque no hubiese sido yo.

- Lo sé - okey, la facilidad con la que me ponías la cuenta en cero era asombrosa - ¿sabes? Había ciertas cosas que empecé a tener en cuenta, antes y después de la muerte de Jungkook, como por ejemplo...antes, tenía que literalmente arrastrarte fuera de esa empresa, luego tuve que prácticamente empujarte para que pusieras un pie allí, no podías ni ver los amigos de tu hermano porque considerabas que eran delincuentes y hoy eres carne y uña de su mejor amigo y hasta casi diriges ese resto/bar y por no hablar de cosas entre nosotros odiabas los apodos, decías que eran frases donde la gente queda como idiota, que se podía amar sin decir aquellas cosas y luego vienes y no puedes vivir sin esas cositas cursis, por otra parte...los músculos, los reflejos como de un buen peleador, las bromas de boxeo con Taehyung en la fiesta de bodas cuando ambos estaban perdidos por el alcohol, luego en la cama...si bien eras atento, todo era relativo y luego, una bomba de calor, un experto en seducción, con una fuerza implacable, un salvaje insaciable bajo las sábanas, una mezcla de ternura y pecado, siempre haciéndome tocar el cielo y...tú no te retiras, te gusta quedarte dentro mío mientras entramos en el sueño- suspiraste tratando de juntar aire, aire que en mis pulmones ya faltaban, todo se estaba cayendo en mi cara, mis ojos picaban por lo que se veía venir-... volví a casa, después de mi viaje a Busan y decidí hacer una cena familiar, tu mamá me ayudó con las verduras y yo hice la carne al horno, Sun He se largó a llorar y lo cargué en brazos para calmarlo, ya sabes cómo son las abuelas, cuando ven a la madre de sus nietos cuentan historias y me contó de un pequeño accidente, uno de los hermanos era travieso y alocado, corría por toda la casa y se llevó puesto un mueble, cortándose la mejilla en el accidente...- podía jurar que sentía la vena de mi cabeza latir, mi corazón martillaba en mi pecho. ¡No quiero perderte amor! ¡No puedo perderte! No ahora que ya éramos felices. De pronto sentí como todas mis mentiras me alcanzaron, mi vida se derrumbaba ante mis ojos como un castillo de naipes y no es que yo fuera un cobarde pero en éste momento deseaba un lugar para esconderme, solo por un momento, para pensar, para sentirme fuerte, para juntar la fuerza necesaria para enfrentarte, encontrar el camino para conquistarte. Necesitaba detener el tiempo y abrazar mi vida- pedí el álbum familiar, con la excusa de hacer un vídeo, las fotos, las diferencias, siempre fueron tan claras, siempre estuvieron ahí ¡pero no! No las veía, había cosas que no encajaban y busqué a Jazley de nuevo, el Jungkook del que hablaba ella...no era el que yo conocía, él no frecuentaba lugares de etiqueta, no vestía traje las veinticuatro horas del día, ese era otro, Jeongguk, entonces supe que debía comprobarlo...- mi respiración se atascó, podía distinguir puntos brillantes en el campo de visión - ...la mujer que se acaba de ir, estuvo con uno de los hermanos, uno que se hizo pasar por otro, no la conocimos en un bar, no vende cerveza, no tiene un hermano, ni nada de eso, esa mujer vino a descubrirte ¡pero tú no reaccionaste! ¿Por qué? Porque no la conoces, porque tú no eres con el hermano que ella estuvo, esa mujer...es Jazley, la amante con la que siempre me engañó Jeongguk y se la adjudicó a su gemelo, con el tiempo supe, que ese gemelo, nunca estuvo enfermo ni enamorado de esa mujer, ahora mi pregunta es... ¿Hasta cuándo vas a seguir con esto Jungkook? -

 ¿Hasta cuándo vas a seguir con esto Jungkook? -

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El Impostor | Jeon JungkookWhere stories live. Discover now