El Impostor | Jeon Jungkook

Capitulo 22

Como si fuera en cámara lenta, giré sobre mis talones y caminé directo hacia la puerta de salida. La nube de felicidad perfecta estaba a punto de explotar en mi cara y quería evitarlo a toda costa.

- Hijo está la comida...- escuché la voz de mi madre a mis espaldas - ¿Saldrás? ¿A ésta hora? - cómo le explico a ésta mujer que necesito huir, que necesito escapar, que luché tanto para algo que tiene fecha de caducidad, cómo le explico que si no me voy a ahora, Shiri me va a dejar porque está enamorada de mí hermano muerto al cual yo maté. Técnicamente la mujer que amo me ama y me dejará porque piensa que soy otro y decirle que soy yo, claramente no es una opción cuando cree que está embarazada de mi hermano, eso y matar su amor es lo mismo, creerá que estuve jugando con ella, que soy un loco asesino -...Shiri creerá que tienes otra - dijo mi madre en tono de reproche.

- Dile que estoy con Taehyung - dije tomando las llaves del auto

- ¿El amigo de tu hermano? ¡¿Desde cuándo te juntas con esa clase de gente?!- exclamó asqueada. No, Jungkook, detente, no hagas una estupidez. Cerré los puños tan fuertes como pude, guardándome la ira por su comentario de "esa clase de gente".

- Solo dile eso, mamá - murmuré antes de salir cerrando la puerta con fuerza detrás de mí.

- ¡La puerta no es giratoria!- gritó mi padre como cuando yo era yo. Puse en marcha el auto y salí del garaje, por el espejo retrovisor vi mi auto, mi propio auto. La policía lo había traído y mi padre lo había guardado al lado de la camioneta, recuerdos de aquella noche golpearon en mi cabeza.

- El karma sí que sabe dar...- me dije a mi mismo mientras tomaba la calle vacía, accidentalmente prendí la radio pero la dejé, necesitaba distraerme de mis propios pensamientos mientras conducía, por mi propio bien y por el de las transeúntes y otros conductores, lo que me faltaba ahora era tener un accidente por prestar más atención a mi cabeza que al tránsito. Shoot me de Day6 sonó en la FM y no sé si fue mejor o peor porque imágenes de aquel viaje que hicimos a la costa llegaron uno a uno a mi cabeza, nosotros cantando en la parte de atrás de la camioneta, los chistes en la cena, la fiesta en la playa a la que fuimos invitados, ¡carajos! No estaba ebria, era en verdad a mí a quien le cantó al oído aquella parte de canción...

- Y sí ya mañana yo no te vuelvo a ver, las horas se desvanecen sin que sepas que yo también te amé...- había cantado ella con una sonrisa y los ojos cerrados. Jeongguk había estado hablando con el cantinero de aquél bar de madera barnizada y hojas de palmera que daba a la arena. Había una fogata y alrededor gente bailando la canción que sonaba en los altoparlantes, era una mezcla de kpop con ritmos centroamericanos. Shiri había pasado su brazo izquierdo por mis hombros y se había acercado de forma peligrosa, peligrosa para mí corazón y mis deseos. Había pegado sus labios a mi oído y cantaba en un susurro muy sensual y melancólico, el cual le adjudique a que ella había bebido -...como un libro abierto te dejo está canción, para que sepas todo lo que guarda mi corazón, la sonrisa de tus ojos con el sol saliendo, un suspiro de la noche que se estaba yendo en la mirada de un verano que se hizo eterno...- había dicho cada palabra aferrada a mí y esa noche había soñado que era a mí a quien se la dedicaba y no que en realidad le había gustado el tema. La canción trataba prácticamente de un amor imposible, uno que no pudo ser y antes de decir el último adiós, se confiesa.

Otro recuerdo me invadió, uno más reciente de una conversación de Jimin y ella, él le decía que había elegido bien. 

El semáforo dio luz verde, en la próxima intersección debía doblar. Actualmente tenía dos cosas en claro, la primera era que Shiri no solo me conocía desde hace mucho, sino que también estaba enamorada de mí y la segunda era gran parte de las respuestas a mis preguntas las tenía Taehyung. Doblé a la derecha y estacioné el auto. Salí de inmediato de éste para meterme en el local, la luz indicaba que aún estaba, siendo las once de la noche era lógico encontrarlo. La puerta se abrió revelando a un sonriente Taehyung el cual tenía una escoba en la mano...