Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]

Episodio 24

Merihan golpeó duro y rápido, su mordisco como un cuchillo cortando la garganta de Jisoo y abajo en su pecho. Entonces una oleada de poder erótico la envolvió, como si mil manos, mil bocas, la acariciaran simultáneamente. La voz de Lauren  fluyó sobre ella, baja, cálida y calmante.

— No te preocupes, pequeña Lobo. Tú eres nuestra ahora.

Lauren se arrodilló entre las piernas de Jisoo, y Jisoo agarró el hombro de Merihan, sus garras cavando en el músculo. Merihan tiró de su cuello y cada tirón golpeó en su ingle. Gruñendo, sollozando, Jisoo se arqueó de la cama. Lauren la tomó en su boca, sus incisivos perforando su sexo a ambos lados de su clítoris. El placer más intenso que cualquier cosa que Jisoo había experimentado había estallado dentro de ella.

Retorciéndose bajo el delgado peso de Lauren, lloriqueó y se corrio en la boca de Lauren.
La liberación abrasadora sacó el aliento de su pecho y quemó todos los miedos, aniquilando la soledad y la incertidumbre en completo olvido. Su lobo retrocedió y ella dejó de luchar. Lauren sostuvo el cuerpo retorcido de Jisoo en la cama con una mano presionada contra su rígido abdomen. Ella bebió, absorbiendo el poder de la sangre y victus.

Su cuerpo, casi muerto de hambre, se ruborizó con la rápida infusión de la vida. Poderosa sangre Were unida a la suya, más potente que cualquier otra droga. Sus caderas se sacudieron, y ella estallo en el orgasmo en medio de la sed de sangre. Bebió y se corrió, tragó después trastrago, hasta que las glándulas de Jisoo estaban vacías y su clítoris se suavizó. La satisfacción que la envolvía era tan electrizante que no quería detenerse. Distante, oyó un salvaje gruñido, y Merihan pasó otra vez en una gruesa inundación contra la cadera de Jisoo. Lauren se arrastró lejos del sexo de Jisoo y agarró el hombro de Merihan.

— Déjala ir.

El cuello y el pecho de Jisoo relucían con una sábana roja. Los ojos de Merihan estaban cerrados, su garganta trabajando convulsivamente mientras chupaba la corriente de sangre lentamente arrastrando de la garganta de Jisoo. Una mano sostenía el pecho de Jisoo, apretando mientras tragaba.

Las caderas de Jisoo bombeaban constantemente en sintonía con el ritmo de la alimentación de Merihan, sus muslos empapados con su liberación. El olor de la sangre y el sexo hizo que el estómago de Lauren se estremeciera y su ingle latía. Después de convertir a Merihan, se había alimentado de cuatro anfitriones antes de precipitarse al Compuesto para atender a la novata. Todavía no se sentía repuesta. Todavía necesitaba más.

Ella necesitaba más de la Were. Pero, aunque fueran tan fuertes como esta Were era, si tomaban más, la matarían. Lauren agarró la mandíbula de Merihan, apretando hasta que obligó a su descendencia a abrir su boca, y la arrastró lejos. Lauren sujetó a Merihan en sus brazos. Merihan tembló y lloriqueó, con los ojos abiertos pero sin ver. Lauren acarició su pelo.

— Pasara. Sobrevivirás. Duerme ahora. — Merihan se estremeció y se quedó inmóvil.

El amanecer estaba rompiendo. Jisoo gimió y rodó sobre su lado, apretando una mano entre sus piernas. Sus caderas se mecían mientras las hormonas que Merihan inyecto en su sistema continuaban estimulándola. Lauren cerró los ojos, saboreando la languidez de la comida y el clímax. Los Were eran poderosos. La sangre de Jisoo la llenó de más fuerza que cualquier huésped que hubiera tenido. Acarició la cabeza de la Were mientras la Were se presionaba contra su muslo.
Ella podría acostumbrarse a esto.

La Were retumbando, se arrastró sobre su muslo, y se extendió entre sus piernas. Una boca caliente se movió sobre su sexo. Con la sangre fresca circulando en sus venas, ella sería capaz de estallar en el orgasmo de nuevo. Tal vez entonces ella podría desterrar el sonido de la voz de Camila y la ardiente prisa de deseo que Camila encendía cada vez que la veía. Levantó las caderas y dejó que la Were la tomara entre sus labios. Ella podría estar satisfecha con esto. Muy, muy fácilmente.

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Camila llegó al Club Nocturne cuando los primeros susurros del amanecer brillaron por encima de las montañas a través del río hacia el este. Rebotando sobre el estacionamiento de hormigón agrietado con hierbas altas creciendo en las grietas, ella cruzó por la primera fila de vehículos estrechamente empaquetados y trató de no pensar en Lauren. Sobre con quién estaba o lo que estaba haciendo. Lauren Jauregui personificaba absolutamente todo lo que la molestaba, era fría, remota, condescendiente y arrogante. No importaba que fuera terriblemente atractiva, sin siquiera intentarlo, eso era todo el punto, ¿recuerdas?

Los vampiros no tenían que tratar de ser sexy, simplemente lo eran. Todo era biología, y Camila lo sabía. Ella lo sabía. Por qué su cuerpo no podía ponerse al día con su cabeza, ella no lo sabía.
Se había acostumbrado a ignorar el constante zumbido cuando estaba cerca de Lauren, pero no pudo evitar pensar en ella, ni de preocuparse por no haberse recuperado de salvar a Merihan. Su estómago se tambaleó ante las imágenes tecnicolor de Merihan primero, luego Lauren casi muriendo. Rojo, rojo brillante. Así maldita sea como mucha sangre. Se encogió ante el recuerdo de ofrecerse a sí misma, ofreciendo su sangre por llorar en voz alta, para salvar la vida de Lauren, y ser rechazada de plano.¿Cuántas veces tuvo que escuchar la palabra no?