Episodio 62

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— La agresión y el sexo van de la mano a veces. No necesariamente en un mal camino. — pensó Camila.

— El sexo de reconciliación es probablemente un ejemplo clásico, no que tenga toda esa experiencia con el. — Roseanne sonrió débilmente.

— Después de una pelea quieres estar más cerca, volver a conectar, tocar de nuevo.

— Sí a veces. Tal vez más a menudo de lo que nos gustaría admitir.

Camila pensó en el beso que había iniciado. No había entrado en esa habitación planeando besar a un Vampiro. Ella había seguido a Lauren porque había tenido miedo por ella. Nunca había tenido miedo de ella, incluso cuando Lauren había estado cerca de matar a Merihan. Y no tenía ninguna duda de que Lauren habría matado a Merihan si hubiera pensado que era la única manera de mantener a todos a salvo. Lauren habría sufrido, pero lo habría hecho. No, ella no había tenido miedo de ella, pero había tenido miedo por ella.

Cuando se conocieron por primera vez, ella había sido igualmente seducida y repelida por el encanto sin esfuerzo de Lauren. Había odiado saber con qué facilidad podría caer presa, literalmente, a la esclavitud de la Vampiro. Mantuvo su distancia, mantuvo sus paredes y resistió ver a Lauren como algo diferente de un depredador sexual. Los últimos días habían cambiado su opinión.

Sus barreras habían comenzado a desmoronarse mucho antes de que ella hubiera visto esa estaca que salía de la espalda de Lauren, incluso antes de que ella hubiera visto a Lauren casi desangrarse, salvando la vida de Merihan. Lauren había salido de su camino para protegerla de ser involuntariamente cautivada por un par de vampiros en Nocturne, e incluso cuando Lauren estaba siendo fastidiosamente dominante, ella estaba tratando de protegerla.

Lauren arriesgaba su vida una y otra vez protegiendo a los demás, y lo que era realmente aterrador, incluso más que verla sangrar, era saber lo poco que le importaba a Lauren que pudiera morir. Había besado a Lauren porque quería que Lauren supiera que alguien le importaba si vivía o moría.

— A veces queremos que el sexo nos recuerde que todavía estamos vivos, que estamos seguras. Y que aquellos por los que nosotras...nos preocupamos están a salvo.

— Sí. — Dijo Roseanne. — Cuando nos enredamos, nos conectamos entre nosotros y con la Manada.

— ¿Qué le pasa a un vampiro vivo cuando muere?— preguntó Camila. Justo en ese momento, ella realmente necesitaba saberlo. Tal vez entonces podría poner las inquietantes preocupaciones sobre Lauren a descansar. Roseanne frunció el ceño.

— Se levantan. No sé exactamente cuánto tiempo toma. Ellos no discuten el proceso.

— ¿El cien por ciento de las veces?

— Supongo que sí, pero realmente no lo sé. Tal vez la Alfa lo haga.

— Dios. — Susurró Camila, repentinamente dando sentido a la conversación apresurada en el vestíbulo de la casa de la ciudad de Lauren.

Lauren había revivido a Merihan. Lalisa le había preguntado a Lauren si estaba unida a sangre, y Lauren no había contestado. Entonces Lisa le dijo a Jisoo que Lauren no se levantaría sin un lazo de sangre. Lauren podría morir. Realmente morir.

— ¿Cómo puedes mantener tantos secretos?

— A veces los secretos nos mantienen a salvo. —Dijo Roseanne en voz baja, casi como si ella no quisiera que Camila oyera.

— Y a veces nos pueden matar.

— Sí. — Rosé tomó  el mango de la pesada puerta principal.

— Mikasa está esperando afuera para llevarte al Alfa. ¿Estás lista?

— Sí. — Camila dijo, deseando estar con Lauren.

¿Qué haría ella si volviera a esa habitación ahora? ¿Encontraría algún lugar en esa cama con Wilmar,  Merihan y Lauren? ¿Quería ser parte de lo que había visto compartir? La idea de ser tan vulnerable, tan expuesta, era suficientemente aterradora. Compartir algo tan íntimo con alguien que no sea su amante podría ser más de lo que podía manejar.

— ¿Puedes ver que alguien reemplaza esa puerta antes de la mañana? Debería ocuparme de lo que vine aquí.














Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]Where stories live. Discover now