Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]

Episodio 66

Había pasado toda una vida probando que no había ningún lugar al que no podía ir, nada que no pudiera hacer y ninguna situación en la que no perteneciera. Ella pertenecía porque era demasiado buena en lo que hizo para ser excluida, porque no se dio por vencida. Y porque no huía de nada.

— ¿Qué? — Dijo Camila.

Darren abrió las puertas y los pulmones de Camia empezaron a funcionar de nuevo. Ella suspiró, y el poco temor que había estado temblando en sus entrañas fue reemplazado instantáneamente por una combinación de exasperación y placer reacio. Lauren entró en la habitación con el brazo suelto alrededor de la cintura de Merihan. Wilmar caminaba al otro lado de Merihan, sin tocarla.

Todos estaban vestidos con camisetas y pantalones oscuros, de acuerdo con las escasas miradas que Camila había captado parecía ser un ambiente opcional. Mientras los Weres llenaban su ropa con músculos tensos y huesos fuertes, Lauren de alguna manera logró verse pulcra y elegante en la suya. Camila se sintió aliviada al ver a Merihan pareciendo un poco más como ella. Al menos ella parecía orientada, y parte de la inquietud salvaje y embrujada había dejado su rostro.

Sus ojos ámbar estaban claros por primera vez en dos días, aunque sus mejillas estaban hundidas con oscuras manchas de fatiga y tristeza. Wilmar no parecía estar peor por haber hospedado a dos vampiros a la vez. Pero Lauren fue la que estudió Camila. Lauren volvió a mostrarse fuerte y sana, su palidez se había transformado en su habitual luminosidad pálida.

La ansiosa tensión que había asediado a Camila desde que había salido de la enfermería se desvaneció, dejándola casi mareada.  La mirada de Lauren recorrió el rostro de Camila, persistiendo un momento antes de entrar en la de Lalisa. Por ese latido del corazón de conexión, el calor flameó en los ojos de Lauren, y Camila casi sonrió.

Ahora sabía la diferencia entre el infierno rojo de la sed de sangre y el viejo deseo. Lauren no la había mirado como si fuera una comida. La había mirado como si fuera una mujer. Camila se permitió un segundo de satisfacción antes de intentar descifrar lo que estaba sucediendo.

— Teníamos un acuerdo.— Dijo Lauren a Lisa.

— Trabajaríamos juntas para identificar al asesino y quienquiera que haya ordenado el atentado contra tu vida.

— Nada ha cambiado.— dijo Lisa. — El acuerdo no incluía a civiles. Particularmente vulnerables.

— Ahora espera un momento. — Dijo Camila. — Si estás hablando de mí....— Lauren le dejó otra mirada, su arrogante familiaridad y su expresión de desprecio firmemente en su lugar.

Tal vez la sangre la hacía sentir invencible. Haber alimentado ciertamente la hacía insoportable. Camila dio un paso lejos de los Weres flanqueantes. Ella no necesitaba guardias, y ella podría malditamente aguantar a una Vampiro auto-importante.

— No tienes ni idea de lo que soy capaz...

— No estás preparada para lidiar con Liliums. Dudo que puedas protegerte de un ser humano violento, mucho menos de un agresivo Lilium.

— Quizá te gustaría probar tu teoría?

Camila dejó su mano en el aire, a punto de meterle una cachetada a Lauren en el rostro, quería hacerlo.  Y nunca se ponía físicamente violenta, así que Lauren estaba empujando todos sus botones. Ella froto su cara contra la de Lauren y trató, más por su propio bien que el de Lauren de mantener su voz baja.

— No eres mi dueña, y nunca lo harás. Así que deja de actuar como...un... culo de caballo. — Los gruñidos persistentes se transformaron en risas. La hermosa boca de Lauren se tensó y sus ojos oscuros brillaron.

— Entonces acepta los derechos de sangre.

— ¿Pueden ser rescindidas?

Camila reconoció la apertura de una negociación, algo que dudaba que Lauren entretenía con mucha frecuencia. Ella, por otra parte, estaba acostumbrada. Finalmente, algo en su propio césped.

— Hasta el momento en que te muerda. Una vez que haya ejecutado la reclamación de sangre, no.

¿Por qué suena un poco emocionante? Camila ignoró sin piedad el escalofrío de excitación que se deslizó por su espina dorsal.

— Y prometerás cooperar. ¿No interferir en mi participación en la investigación? — Un músculo se amontonó a lo largo de la mandíbula de Lauren.

— Tienes mi palabra. Bajo la siguiente disposición haces tú investigación conmigo. De ahora en adelante, somos pareja. — Lauren echó un vistazo a los Weres que se habían reagrupado alrededor de Camila.

— Entonces tendrás una protección adecuada. — Joy gruñó.

— Quizá te gustaría desafiarme, Vampiro. Veremos quién es capaz de vigilarla.

— Eres joven y tonta, Lobo. — Lauren sonrió, y sus incisivos se deslizaron hacia abajo. Inclinó la cabeza hacia Merihan.  — Y ya tengo un lobo en mi Dominio.

Con un gruñido, Joy saltó hacia adelante, y de repente, tartamudeó a un par de pulgadas de Lauren. Su expresión se puso en blanco momentáneamente, como si hubiera golpeado un muro invisible.

— Cuidado.— susurró Lauren.— No quiero hacerte daño.