Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]

Episodio 57

— Tiempo fuera.— Camila llamó, empujando fuera de detrás de Rosé y avanzando lentamente por el pasillo hacia Lauren y Lisa.

— Todo el mundo necesita un tiempo libre ahora mismo. Tienen cosas más grandes de qué preocuparse que la rebelión adolescente de Merihan.

Ni Lauren ni Lisa dieron indicios de que la oyeran. El aire alrededor de ellas era lo suficientemente caliente para encenderse en cualquier segundo. Se volvió hacia Jennie.

— ¿No puedes hacer algo? — Jennie sacudió la cabeza.

— No. Esto es entre la Alfa y la Vampiro.

— Esto es Loco. Merihan está bajo control ahora. —  Roseanne pasó el brazo alrededor de los hombros de Camila.

— La Vampiro está en el territorio del Alfa. Aquí sólo puede haber un líder.

— No me importa. No me importa el territorio o el ego o cuyo pene es más grande...

— No es por eso. — Dijo Rosé  en voz baja. — Se trata de orden. Se trata de la supervivencia. Tú entiendes esas cosas, ¿verdad?

— No.

Lo único que sabía era que Lauren tenía una estaca de madera del tamaño de un mango de martillo que salía de su espalda, que estaba sangrando por todo el piso, y Lalisa Manoban estaba a punto de arrancarle la garganta. Nunca había estado tan asustada en toda su maldita vida. Ella estaba indefensa, y Ella lo odiaba.

— Vampiro, — Dijo Lalisa — ¿quieres hacer de esto nuestra pelea esta noche?

— No puedes controlarla. — Dijo Lauren. — Si lo intentas, matará a tus lobos.

— Entonces haces lo que debes hacer para controlarla. Pero no la matas. — Lauren lanzó a Lisa una mirada llena de desdén.

— Tu corazón suave será tu muerte algún día, Lobo. — Jennie gruñó y saltó al lado de Lisa.

— Ten cuidado con lo que dices de mi compañera.— Lisa tomó la nuca de Jennie.

— Está bien, Prima. Nuestra amiga Vampiro está frustrada. — Lauren sonrió a medias, su mirada carmesí volvió a Merihan, que colgó lánguidamente en sus manos.

— ¿Estás lista para obedecerme?

— Tengo hambre. — Merihan jadeó. — Tengo hambre. Por favor, haz que se detenga.

— Yo le daré de comer.— Jisoo se tambaleó hacia ellas. Lauren giró la cabeza.

— No. No tú. — Dijo Roseanne y dio un paso adelante.— Lo haré yo.

— ¡No! — Jisoo rugió y agarró a Roseanne, intentando arrastrarla lejos.

— No la toques. — Gritó Mikasa, su rostro cambiando mientras empujaba a Jisoo lejos de Roseanne. Jisoo puso su cara en la  de Mikasa, piel roja rayando su abdomen.

— Fuera de mi camino.

— No. – Jisoo llevó las garras al hombro herido de Mikasa. Aullando, Mikasa rastrilló sus garras sobre el vientre de Jisoo y se estrellaron contra el suelo, rasgando y mordiendo.

— Tranquilícense. — gruñó Jennie ante las Weres. Agarró a Jisoo por el cuello y la aparto de Mikasa. Arrojando a Jisoo, la clavó contra la pared.

— Ahora no es el momento, Imperator. — Los ojos de Jisoo estaban muy abiertos, salvajes.

— Déjame ir. — Jennie la sacudió.

— Mírame.— Jisoo se estremeció, sus ojos se pusieron en blanco.

— Jisoo. — Jennie murmuró.

— Jisoo, mírame. —  La mirada agónica de Jisoo se fijó en Jennie, Y ella gimió.

— Prima, fallé. La Alfa, Merihan...fallé.

— No, Jisoo.— Jennie tiró de la cara de Jisoo contra su cuello.

— Eres nuestra. ¿No lo sabes?

— Por favor. — Jisoo cerró los ojos y se desplomó contra Jennie.

— Por favor déjame ir.

— Nunca. Ve a dormir en alguna parte. Tu trabajo está hecho esta noche. — Jennie besó su frente y la soltó.

— La Alfa te necesitará pronto. Este lista. — Jisoo volvió los ojos heridos a Roseanne y Mikasa tomó una postura protectora en frente a ella.

— Ve, Jisoo. — susurró Rosé.

— Lo siento. — murmuró Jisoo.

Tan pronto como Jisoo desapareció, Lauren dejó a Merihan deslizarse lentamente por la pared hasta que ella descansó en el suelo, con la cabeza colgada entre las rodillas. Lauren pasó los dedos por el pelo empapado de Merihan y miró a Lisa.

— Mi Vampiro necesita alimentarse. — Lalisa asintió con la cabeza.

— Te enviaré a alguien. — Lauren se inclinó, levantó a Merihan como si fuera una niña y la acunó en sus brazos. Se dirigió hacia la puerta astillada.

— Veré que no haga daño a nadie.

— Yo la alimentaré. — dijo Roseanne.

— Merihan no me hará daño.

— No lo sabes, — gruñó Mikasa. — Casi mató a Jisoo.—  Roseanne palideció.

— No, Rosé. — dijo Lisa. — No podemos arriesgarnos a herir a uno de nuestros médicos.

— ¿Qué hay de mí? — dijo Mikasa. Lalisa sacudió la cabeza.

— Toma a Wilmar.

— Lauren está herida.— dijo Camila.

— La Vampiro puede cuidarse a sí misma.— dijo Lisa. El temperamento de Becca se quebró.

— ¡Ella está tratando de salvar a tu guardia!Cuánta sangre tiene que arrojar por ti antes...

— Quise decir, — Lisa dijo calmadamente. — ella sabe lo que ella necesita. Cuando nos diga lo que es, veré que lo tenga.

— Si esperas a que admita que necesita algo, estará muerta. — Camila apartó a Lisa y se dirigió hacia la habitación donde Lauren había desaparecido.

— ¿Sabes que? No tengo que jugar con tus reglas.