Empire II ( Defiance ) [ Finalizada ]

Episodio 109

— De acuerdo. — Dijo Lisa. — ¿Qué hay de Jisoo? Necesito a mi segunda para volver a casa.

— Entendido.— Dijo Lauren. — Puede supervisar a los que tú estaciones aquí, si lo deseas. Ella es un excelente enlace, a pesar de su resistencia a la idea. — Lalisa rió.

— Ella no es criada para la diplomacia, pero Jisoo hará lo que se necesita. ¿Qué pasa con Merihan, tú estás con nosotros?

— Vamos a venir a ti esta noche. Merihan será segura para pasar la noche en el Compuesto si se ha alimentado.

— Muy bien.

— Y, Lobo, — agregó Lauren. — si tengo que tener Weres en mi guarida, enviaré vampiros con Merihan cuando ella esté en tu Compuesto. También protejo lo mío.— Lisa gruñó.

— Nunca hemos tenido Vampiros en el Compuesto.

—No y yo nunca he tenido Weres en mi guarida que no estuvieran aquí para mi placer. — Lisa gruñó y la piel plateada brilló bajo su piel.

— Tranquila, amor.

Jennie frotó sus dedos en círculos ligeros entre los senos de Lisa, llegando a lo profundo de ella, calmando los fuegos del mal genio. Lalisa respiró hondo y cubrió la mano de Jennie con la suya.

— En tu palabra como Lieja estos Vampiros no tomarán a un Were como anfitrión en mi Compuesto.

— Tienes mi palabra, Alfa.

— Entonces tenemos una alianza. — Dijo Lisa.

— ¿Incluso si esa alianza te pone en desacuerdo con la Regente?

— Espero que nunca tenga que elegir. Si lo hago, debes saber que elegiré lo que es mejor para la protección de mi Manada.

— Por supuesto. — Dijo Lauren. — Eso, nunca dudé. Una cosa más. — Lisa gruñó y Lauren se rió.

— Traeré a Camila al Compuesto conmigo esta noche. Si vamos a cazar, quiero que esté protegida.

— En mi honor.

— Entonces mis Vampiros y yo estamos a tu servicio.

— He oído esa última parte. — dijo Camila, apoyándose en la puerta que conducía desde el dormitorio de Lauren hasta el baño.

— ¿Exactamente qué piensas hacer conmigo? No voy a esconderme en algún lugar para que los grandes Weres fuertes y los grandes vampiros malvados puedan cuidarme cada vez que pienses que podría haber peligro.

Lauren sacó una camisa negra de su armario, se encogió de hombros y se la metió en los pantalones negros. Con su velocidad era casi invisible a la percepción humana, pero en una pelea, cualquier ventaja era bienvenida. Miró a su compañera de sangre. Afortunadamente, las miradas no podían matar, porque las dagas que Camila estaba enviando en su dirección podrían muy bien haber resultado letales. Ella sonrió a Camila.

— Te ves bien en mi ropa.

Camila frunció el ceño y movió una mano en dirección a la camisa de seda marrón ligeramente grande y los jeans azules decididamente demasiado ajustados que uno de los sirvientes de Lauren le había traído.

— De alguna manera, ni siquiera te puedo ver con jeans azules. Eres demasiado elegante. Y estás evitando el problema.

— ¿Demasiado elegante? — Lauren se rió. — Una extraña frase para describir a un Vampiro.

— Eso es porque no tienes idea de cómo te ves a los demás.

— Oh, sé cómo nos ven los demás. — Dijo Lauren, recordando después del Éxodo cuando los humanos habían exigido que los Vampiros fueran exterminados como un contagio.

Sólo una aparición conjunta de su padre y de Lalisa en la televisión internacional había convencido a los jefes de los poderosos gobiernos humanos de que los Lilium podían controlar sus impulsos depredadores, que los humanos no tenían nada que temer. Incluso ahora, las facciones humanas organizadas pedían la destrucción de los vampiros.

— Porque nos alimentamos de humanos, somos vistos como la mayor amenaza de todos los Lilium. Nos han llamado monstruos. Antinaturales. ¿No es eso lo que nos llaman? ¿No es digno de los derechos porque no estamos realmente vivos?

Camila se movió tan rápidamente que Lauren se sobresaltó. Nada la asustaba, pero Camila la sorprendía constantemente. Las cálidas manos de Camila estaban en su rostro, y la boca caliente de Camila estaba sobre la suya, y durante una fracción de segundo su mente estaba en blanco de todo excepto Camila. Ella acercó a Camila, la atrajo, dejó que Camila saqueara su boca. Finalmente apartó la cabeza.

— Cuidado. — murmuró. — Todavía soy potente.— Camila se balanceó en sus brazos, riéndose.

— Querida, tu potencia no tiene nada que ver con si puedes despertar físicamente en este momento o no. Siempre estás despertándome, y no creo que puedas usar no haberte alimentado como una excusa para despedirme si te quiero. Nunca.

El clítoris de Lauren se agitó, pero la excitación fue mucho más allá de lo meramente físico. A diferencia de cualquier persona en su experiencia, Camila llegó a ella en lugares que no podía nombrar.

— Me haces sentir. — Susurró Lauren, todavía asombrada por lo que nunca había imaginado.

— ¿Eso es malo?

— En algunas formas. Me haces sentir miedo, y nunca en mi existencia he tenido miedo.— Camila pasó los dedos por el rostro de Lauren.

— ¿De qué tienes miedo, mi querida Vampiro?

— La única cosa sobre la que no tengo control. Perderte.