𝓥𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪

Five

Una hora y media tardé en decidir si ir a la fiesta o no, demasiado tiempo para ser que no tenía nada que hacer luego de trabajar en la cafetería, pero muy poco tiempo considerando que no conocía para nada al cumpleañero. De todas formas, intentaría pasararla de la mejor manera.

Vestido con una playera manga larga anaranjada a rayas, una remera corta blanca encima para contra restar, y un pantalón negro con cortes en su tela, subí al auto de Taehyung. A pesar de siempre estar peleando, jugando a golpes -obviamente suaves- éramos grandes amigos y compañeros de trabajo, aparte de que él también era mí jefe.

—¿Tienes el papel con la dirección? —. Yo asentí y le entregué lo que pidió, aún no entendía porqué no había enviado la dirección por mensajería. —Muy lejos no está... Ponte el cinturón.

—Si señor —. Sonreí haciendo lo que me pidió mientras él ponía en marca el vehículo.

El viaje fue corto y rápido. Ambos la pasamos bien cantando las canciones que sonaban en la radio, jugando con la bocina del coche o con los colores de los autos, manía que ambos teníamos desde siempre: elegir un color y ver quién encontraba más transportes de ese color.

Cuando llegamos al establecimiento bajamos del auto. —Este bastardo tiene plata, robemos recuerdos de su casa.

—Taehyung —. Posicionó su cuerpo a mi lado. —No lo digas en voz alta, alguien te puede escuchar y estropear nuestro plan.

Reímos al unísono y caminamos hasta la entrada del recinto. Era sorprendentemente grande y espaciosa, desde afuera, no quiero siquiera imaginar las cosas caras que tendría por dentro y lo caro que debe ser pagar los recibos de la luz. «Esta gente rica y su manera en gastar en cosas innecesarias»

Mí amigo tocó la puerta al ver que yo no había movido dedo alguno, cosa que lo molesto. Aunque, de mí parte, lo que más causó molestia fue la persona que abrió la puerta: el maldito acosador incluso era capaz de joder en mis días libres, es y será un desgraciado.

—Ya me parecía haber olido un hermosos aroma —. Sonrió para ambos y dejó espacio para que pasaramos a la casa. —Espero que la pasen bien, mí hermanito está por ahí viendo que le regalaron. En cualquier momento se toparán con él.

—¿Y cómo es tu hermano genio? —. Taehyung decidió preguntar por mí. —Nosotros no lo conocemos.

—Bueno... Ahora mismo Jungkook tiene el pelo color cherry, bastante chillon por así decirlo. Tiene la misma estatura que tú —. Señaló a mi amigo. —Y tiene 23 años. Antes de que me olvide, si lo ven, no le digan nada sobre su pelo. Después anda sensible.

—¿Color cherry? ¿Qué es eso? —. Con los brazos cruzados, entró a la casa. Dejándome solo con el moreno, dentro mío sabía que lo hacía a propósito. A toda costa quería que yo hablará con Namjoo como una persona sofisticada.

—¿Vas a pasar? Vas a enfermarte si sigues afuera. 

—Lamento no haber traído regalo, no pensé que fuera necesario. —Pasé a su lado y este cerró la puerta al ver que estaba completamente adentro. —La próxima traere uno.

—Soy Kim Namjoon. —Interrumpió mis palabras y extendió su mano derecha. —Me di cuenta que empecé a cortejarte de la peor manera posible, perdón por eso. Empecemos con el pie derecho. ¿Esta bien?

«Tienen distinto apellido... » Miré la mano del más alto y sonreí de lado. «SeokJin, concéntrate. Tienes a un muchacho que te está cortejando frente tuyo, ¿Y piensas eso? Soy un tonto»— Soy Kim SeokJin. —Tomé su mano, un poco más grande que la mía. —Y me gustaría ver que tan bueno eres cortejando.

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¿

Qué hubo gente?
Desde este punto quiero avisarles que va a haber más cariñito de parte del NamJin (no hay secso)
La ropa de Jin.

Amo a Jungkook con el pelo así. ¿Quien no?

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