twenty two

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Kim Namjoon era todo lo que un ser humano necesitaba como pareja; inteligente, divertido, un poco charlatán y penoso, pero a su vez alguien que puede decir lo que piensa sin problemas, dramático en un punto medio y precioso de pies a cabeza. Eso lo habia visto en el poco tiempo que llevamos como amigos, nisiquiera he visto un solo error que pudiera quitarle la corona del "partido perfecto" o tal vez si.

El hecho de que nunca diga lo que le molesta puede ser un problema.

Siempre está con una sonrisa en los labios, ayudando a cualquiera que se lo pudiera -o eso pienso yo- con tal de ver a alguien mas feliz. Incluso en este momento me ayudaba a limpiar la casa con tal de entretenernos, nunca pensó siquiera en salir conmigo, en ver una película o intentar tener relaciones sexuales en el sofá. No dijo nada de nada, solo asintió como un bobo enamorado y se despojó del saco que llevaba puesto.

Mí amor, ¿No te vas a quejar de que te mandé a lavar los platos o que barriste la sala siendo que no estuviste ahí?

—¿En qué estas pensando?—Kim habló mientras pasaba el trapo en la mesada. Que lindos brazos que tiene el muchacho—, ¿Qué tanto miras mi cuerpo? ¿Hay algo que te gusta?—Volvío a mirar la superficie con una sonrisa en los labios.

El tono de voz que utilizo era claramente de burla,  pero... ¿Como le digo que si habia algo que me gusto en su cuerpo y que iba a tener fetiches raros si comenzábamos a salir? Vaya hombre tenía enfrente, le quiero a decir a mi mamá.

De un momento a otro, sus manos se mantuvieron quietas. —SeokJin... Ahora la pregunta va en serio—Su mano libre se posó en su nariz—, ¿En qué estás pensando? Se sienten tus feromonas. No lo tomes a mal, amo tu olor pero alguien más podría averiguar que hay un omega en esta casa y podría ser peligroso.

—No te preocupes, no muchos podrían saber que hay un omega aquí.—Mi comentario desinteresado tomó por sorpresa al moreno, ocasionando que me mirara un poco apenado—. Ey, se que lo dijiste sin animos de ofender. Tus comentarios son dulces.

En silencio asintió. La mano que sostenia el trapo se tensó, dejando en claro que el dueño de aquella extensión de cuerpo estaba estresado o molesto. Ese era el problema inicial, otra vez se quedó callado, ¿acaso su familia no quería que hablara? ¿o no tenía intensiones de defenderse? Aunque no ha dicho nada malo, ni tendría de que disculparse; habia veces que era tan tierno, pero en momentos daban ganas de darle un golpecito para hacerlo entrar en razón.

—SeokJin... Perdón, se que te sientes acomplejado con eso de las feromonas y yo hablé sin razón—Solto la tela sucia que tenía en su mano y caminó con la cabeza gacha hasta mí—. Enserio perdón, abrí la boca y no pensé lo que decia. —En un penoso intento de abrazo, apretó su cuerpo contrario el mío y escondió su rostro en mi cuello.

Reí al sentir cosquillas en esa zona. Sus manos sostuvieron mi espalda con delicadeza, haciéndome sentir esa protección extraña que solo un alfa daria por un omega; supongo que Namjoon era muy bueno cortejando y yo tenía que dar alguna señal clara para darle a entender que todo lo que hace es bien recibido.

—Namie—Mis brazos pasaron por debajo de los suyos y correspondi el abrazo—, ¿Esta noche te quieres quedar a dormir? Digo... Últimamente me he sentido solo y quería que me acompañarás, pero solo si quieres. No quiero obligarte a nada... ¿De acuerdo?

—¿como voy a decir que no a esa propuesta?—Sentí com un pequeño beso era dejado en mí mejilla.

Por un momento creí que iba a desmayarme, el aroma que Namie tenía era más lindo de lo que esperaba; era dulce, raro en un alfa, y llamativo. Pero no lograba decifrar que era en específico, ahora tendria que oler las feromonas de él hasta que encuentre algo para poder comparar.

Obviamente, es una excusa barata para poder estar a su lado y de tan solo pensar que soy un genio al buscar excusas siento felicidad.



➪︎ Díganme que se ve el guíon largo. (estoy desde la computadora)


𝓥𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora