𝓥𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪

eleven

Namjoon:

Ni bien terminamos de ver esa película rara de gatos que lograba perturbar y horrorizar al más fuerte. Nos dirigimos a uno de los restaurantes favoritos de Jin que, según él, tenía la mejor comida que este mundo podía desear. Pedimos la mejor mesa y deje que él pidiera lo que yo iba a cenar, no quería estar pensando que comer toda la velada.

—¿No eres de hablar mucho, verdad? —Sonrió entregando el menú al mesero. —Creo que ni siquiera he oído tu voz en toda la noche.

—Es que fui criado por un omega que no era de lo más charlatan...—Hablar de mí vida familiar no era lo mío, pero verlo tan concentrado por mis palabras me hacía querer decirle todo. Hasta cosas de los antepasados que no conocía. —No tuve ningún familiar en casa hasta que mí papá se casó con el padre de Jungkook. Pero yo nunca adopté su apellido porque quería mantener la memoria de mí difunto padre.

—¿Cómo es eso? ¿Y el lazo que se hacen las parejas antes? Los omegas... Los omegas se ponen deprimidos cuando eso que los une se rompe.

—Mi padre alfa nunca se lo hizo porque sabía que iba a morir. Es de familia que los alfas tengan como un don especial, por suerte, el qué me tocó a mí no me afecta en nada.

—Enserio no lo sabía, perdón por hacer que hables sobre el tema... —Tomó mí mano por encima de la mesa y luego la quitó apenado con la misma velocidad con la que la había puesto. —Tambien perdón por eso, debo parecer un bipolar por tratarte mal y luego bien en tan poco tiempo. ¿No?

—Me gusta eso de ti. Eres precavido y no confías en las personas con facilidad, te tomas tu tiempo en hacer las cosas y eres bastante divertido.

Mordió su labio inferior y volvió a apoyar su mano sobre la mía. Realmente es el omega más interesante con el que he tenido el placer de coquetear.

—Hablame de esos dones raros que tiene los alfas. —De acuerdo, quiere esquivar mí descripción de sus mejores cualidades. Seguramente se puso nervioso. —Mejor hablame de tú don, no el de los demás. ¿Si?

Asentí. —Mi don se basa en detectar los aromas de los demás por más que sea casi imposible. Es por eso que pude sentir tú olor y el del bebé de Jimin. Aunque esto conlleva a que me mareé con más facilidad ante los celos, las feromonas son una explocion de sentido.

—¿Eres más propenso a caer ante los celos de los omegas?

—¿Qué? No, claro que no. Los celos de los omegas se volvieron una cosa que ya ni siento, estoy demasiado acostumbrados a ellos y por ende mí sistema los esquiva. —Vi como su vista se dirigía al mesero que acababa de llegar, también observó la comida que era puesta en la mesa con una sonrisa.

—¿Eso no es bueno?

—Pues claro, me ayuda a ser un alfa más responsable y menos abusivo. Pero me gustaría sentir menos las feromonas.

—A mí gusta que sientas mí olor... Es no sé, tengo la sensación de que por fin se que no soy tan raro después de todo y que, aunque no pueda atraer a alguien con él, está en mí. —Procedio a probar un bocado de aquella deliciosa comida.

¿Por qué razón él nació así? Esos son casos especiales y van dependiendo del omega que lo sufra, pero él no parece tener problema alguno. Es un joven sano y lleno de vitalidad. ¿Será irrespetuoso preguntar? ¿Tocaría una fibra sensible?  Tantas preguntas y pocas respuestas me ponen tenso.

Nuestra cena siguió y dejé de lado el tema. Si él no lo quería decir en el transcurso de la noche yo no lo molestaría respecto a eso. Pero a pesar de todo, nuestras charlas y la comida fueron espectaculares; Me di cuenta que Seokjinnie tenía chistes muy extraños, causaban risa, debajo de la manga. Que cuando está nervioso ríe más despacio de lo normal y que siempre piensa en los demás. Que nunca lo he visto con su celo porque dura dos días, muchísimo más corto que lo normal, y que nunca trabaja en ese tiempo.

Ya estando en estando en la puerta de su casa, lo acompañe hasta allí porque me parecía lo más correcto, sacó las llaves y las puso en la cerradura.

—¿Irás el lunes a la cafetería? —Abrio la entrada y posó un pie en el marco de la puerta.

—No, tengo que buscar a mí mejor amigo al aeropuerto. ¿Te acuerdas el qué te hablé anoche en la fiesta? Bueno, ese. Pero el martes voy sin falta.

Un silencio se formó entre ambos, pero aún así él no se movió. Su expresión seria y pensativa mantenía una distancia entre nosotros que daba miedo. ¿Acaso ya no quiere verme? Namjonnie, realmente te odió y eso que no le has robado un beso. No puedo hacer nada bien.

—Gracias por la cita, fue muy agradable estar contigo. —«Esa sonrisa es lo más hermoso que puede haber en este miserable mundo»— Y bueno... Quería decirte algo importante que no pude agregar en el restaurante porque estaba. ¿Avergonzado? La verdad es que no sé, es la primera vez en que una cita me sale bien y alfa no me odia... ¿No me odias verdad? No respondas eso, ya estoy alejandome del tema en cuestión. Bueno, ya.-

Mí intento de respuesta fue interrumpida por las manos que se posaron en mis mejillas y mis labios fueron precionados contra los suyos en un beso lento. Mantenía sus ojos cerrados y sus cachetes tenían un color rojizo por la vergüenza del momento, SeokJin ya está confirmado. Cai ante todos tus encantos.

Él se separó primero.- Eres un muy inteligente y lindo, me gusta tus hoyuelos y la manera en que levantas una ceja cuando estás pensando demasiado. Adiós, nos vemos el martes, saluda a tu amigo de mí parte.

Sin más, entró con rapidez a la vivienda y cerró la puerta con la misma velocidad. Es que wow, ese beso me había tomado por sorpresa y no tuve siquiera la oportunidad de corresponder como era debido, pero tampoco será el último entre nosotros dos y de eso me encargaría yo.

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Solo quería decir que muchísimas gracias por las leídas, no saben lo feliz que me hacen. ♡

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