𝓥𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪

eighteen

—¿Y lo hicieron? Yo sé que sí. —Jimin, como casi siempre hacia, me bombardeó con preguntas que odiaba. —¿Y? ¿Me vas a responder?

—No voy a responder a eso.

Dejé la campera encima del mostrador, como todavía no abríamos la tienda podía acomodarme. Este suspiró molesto, se acarició el vientre y me miró feo.
¿Y ahora que te hice desgraciado? Quería, no, necesitaba preguntar, pero la idea de que estuviera molesto conmigo toda la jornada no me gustaba.

—Siempre haces lo mismo. —Obtuvo toda mí atención. —Te pregunto bien y nisiquiera respondes como deberías.

—Jimin, él tiene el derecho a elegir si te quiere responder a esa pregunta tan personal. —Taehyung se metió a nuestra conversación, como siempre, de la nada. —Ahora deja de molestarlo.

—El bobo tiene razón, dejá de acosar a la gente con preguntas incómodas.

—Y antes de que digas "pero ustedes son malos conmigo" —. El bobo, volvió a tomar la palabra.— Nosotros no somos malos, así que deja de joder o te voy a encerrar en el baño.

—Y Taehyung fue buena persona por muy poco tiempo. —Concluí, mirando el reloj en mí muñeca. —Ya qué, hay que abrir este lugar antes de que se haga más tarde.

Park asintió, sonriendo de lado. —Hoy Yoongi va a venir, no hagan teorías conspirativas sobre si es un violento o les voy a meter una dona por dónde no da el sol. ¿Está bien?

—El único violento acá eres tú, solamente la cara tenés de angelito.

En vista de que los dos pelearían como unos condenados a muerte por ver quién tenía razón. Comencé a trabajar y ordenar por mí cuenta la cafetería, tampoco es que necesitara ayuda de parte de esos dos estúpidos.
Lástima que sí aprecio que son mis amigos.

»•𝒉𝒐𝒍𝒂. 𝑻𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐, 𝒂𝒉. 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒎𝒂𝒍𝒊𝒔𝒊𝒎𝒐 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝑵𝒂𝑯𝒊𝒓, 𝒐𝒔𝒆𝒂 𝒚𝒐, 𝒔𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒄𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒆𝒏 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒆𝒓•«