twelve

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—SeokJin, de verdad me preocupa que Jiminie no venga a trabajar. El nunca falta los lunes. —El único alfa entre los trabajadores y jefe del establecimiento, se movía de un lado a otro preocupado con el celular en mano—, Tampoco contesta los mensajes y llamadas. ¿Le habrá pasado algo?

Me encogí de hombros atendiendo a los clientes que iban a la caja en busca de sus cafés y pastelitos par llevar. Por la distracción del jefe y la falta de un compañero en su puesto, iba de un lado a otro sirviendo los pedidos en las mesas. Cuando volviera Jimin se lo cobraría.

—Puede ser que se quedó dormido porque se sentía mal. —Respondí estando libre de mí trabajo por un momento.

—¿Y si Yoongi le hizo algo? —Frunci el seño al escuchar esa acusación tan improbable e imposible con el temperamento del acusado,  Min había demostrado ser igual o más calmado que Park en todos los sentidos. ¿O todo era una fachada para engatuzar al pobre indefenso? ¿Todo había sido mentira? Joder, el estúpido me está pegando su estupidez.

—Explicate.

—Ultimamente Jimin ha estado teniendo un tercer olor. ¿No? Eso te dijo tu amigo. —Asenti—, ¿Y si Yoongi se enteró de eso y quiso hacer venganza? Es que mira las cosas, Jiminie no aparece y no hemos hablado desde la fiesta de Jungkook, creo que de hace dos días o tres, no viene al trabajo siendo que los lunes son sus favoritos porque siempre aparece un chico lindo por la puerta... Fíjate, todo cuadra.-

Tiene razón, tiene razón, ¡Tiene razón! Park siempre se ha metido en líos por ser de corazoncito valiente y amigable, Yoon siempre se ha enojado porque creía que por  meterse en los problemas de los demás saldría lastimado, pero nunca creía que llevaría a este extremo. Ay mí pobre amigo, yo te ayudaré en todo.

Al ver mí cero apoyo en la escena, Taehyung volvió hablar.- Hay que llamar a la policía cuanto antes, Yoongi es un peligro potencial... —Vi como su vista era dirigida a lo que estaba detrás de mí espalda, yo me dí vuelta porque creía que era un potencial cliente. Casi me muero del susto al ver como nuestro pálido amigo cruzaba los brazos molesto—¡Yoongi! ¿Cómo estás? Jimin. ¿Cómo estás también? ¿Todo bien?¿Todo correcto?

—Chicos. ¿Podrian dejar de hacer a Yoonnie un asesino serial cada vez que llego tarde al trabajo? —Aferró su cuerpo al cuerpo del alfa con una sonrisita inocente.

—Nunca.

Taehyung y yo contestamos al unísono.

—Me voy antes de que termine matando a tus dos amigos, amor. —Cuando le dio el beso en los labios, como siempre hacia al despedirse, sonreí al recordar a Namjoon. Rayos, eso no era nada bueno—, saldré más temprano del trabajo, esperame aquí y no te nuevas de este lugar. Te vendré a buscar más tarde. ¿Si?

—Te amo, te amo, te amo, te amo. ¿Lo sabías verdad?

Ay, ya comenzaron con sus babosadas en donde tardan en despedirse media hora por decirse "te amo". ¿Cómo es que después de diez años juntos seguían con el mismo ritual? ¿No se cansan de ser así? Es un pérdida de tiempo y energía darse besitos hasta ver que tú pareja está satisfecho y feliz de que le des todo tu amor. Yo quiero eso.

—Ya era hora que vinieras a trabajar. Tuve que hacer todo el esfuerzo yo mientras este babaso se queda tildado por pensar en la metida de lengua que le dio Namjoon. —Golpeo su hombro, el recién llegado ríe tapándose los labios con la mano. —Esa risa solo significa una cosa. ¿Tuvieron sexo?

Yo volví a golpear esa zona y este me devolvió el golpe con la misma fuerza que había empleado mí persona. No pensé que podía doler tanto.

—No... Algo muchísimo mejor que eso.

—¿Es posible eso? —Encogi los hombros—, voy a atender a esa mesa, ya vuelvo.

—Dilo. ¿Qué pasó? —La pregunta salió de mis labios ni bien se marchó nuestro molesto jefe. —¿Te pidió matrimonio después de tantos años? ¿Al fin tuvo los huevos o se lo pediste tú? ¿Y qué dijo?

—Ha pesar de que yo quiera casarme con él, mí felicidad no tiene nada que ver con el matrimonio. —Mordio su labio inferior con vergüenza, cualquiera que lo viera y lo juzgara sin conocerlo pensaría que es un omega vulnerable y frágil. Él estaba lo más alejado de eso. —Es que... Ayer fuimos al hospital para ver qué era lo que me generaba tantas náuseas y malestares. Luego de esperar una hora mis resultados... Me dijeron, bueno, tu sabes.

—No, no sé. Por eso te pregunto bobo.

Rodó los ojos y largo un pequeño supiro, al parecer quería que yo desifrara su código secreto sobre lo que perturbaba sus días. No entiendo. ¿Tengo cara de ser veterinario o adivino? Supongo que hay demasiadas enfermedades que rondan a los omegas, admito que no lo sé porque yo tengo posibilidades de padecer la mitad, pero de todas esas: ¿Cuál te genera náuseas y malestar? ¿Cuál te marea? ¿Cuál te hace sentir cansado sin hacer nada? ¿Cuál te hace sensible por nada?
Oh... Deberían darme un premio por ser detective.

—Ay, decime qué estás jodiendo. Decime estás jodiendo.

—Espera. —Jimin posó sus manos en mí hombro. —Espero que lo que estás apunto de decir sea algo inteligente y no tenga que ver con tus conspiraciones gubernamentales.

—El pequeño bicho que tienes en el vientre todavía no va a soportar lo que mis labios inteligentes tienen que decir.

—No le digas pequeño bicho a mí bebé. ¿No ves que te puede escuchar? Lo vas a traumar desde tan pequeño... Eres mal ejemplo.

Sabía que era mal ejemplo para el futuro pequeño y también sabía que la apuesta entre Taehyung y yo ya tenía un obvio ganador. Confiar en Nam, después de todo, en que la parejita esperaba un hijo no había sido tan mala idea.

𝓥𝓪𝓲𝓷𝓲𝓵𝓵𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora