Are You Addicted? (Volumen I)

Capítulo 96: Sabes lo que quiero

Yang Meng no perdió tiempo entre los descansos de las cinco lecciones. Cada vez que la puerta de atrás era abierta, cualquiera sabía que definitivamente era él. Una vez que se abría, Bai Luoyin de inmediato decía, “¿Por qué estás aquí otra vez?”

Durante el descanso escuchaba una versión de Yang Meng, pero en clase escuchaba otra de You Qi. Ambos no parecían mentir, uno se veía realmente lamentable, el otro se veía realmente inocente. Bai Luoyin se sintió muy mal porque quedó atrapado entre ellos. Y había una persona más detrás de él quien causaba problemas. No tendía una mano para resolver este problema, sino que más bien, siempre comenzaba una pelea. 

Después de que terminó la escuela, lo primero que Gu Hai vio cuando abrió la puerta trasera, fue nuevamente a Yang Meng.

Yang Meng dio unos cuantos pasos hacia atrás, se asustó al ver a Gu Hai. Sintió que esta era una persona con la cual era muy difícil aproximarse. Aunque Bai Luoyin también es bastante frío. Realmente no sabía cómo es que estos dos individuos se volvieron cercanos. 

“¡Quiero ir contigo!”

El pequeño cuerpo de Yang Meng ni siquiera se aproximo al hombro de Bai Luoyin, pero aún así insistió en saltar y abrazarlo.

Al llegar a la puerta de la escuela, Bai Luoyin se detuvo y lo miró, “Está bien ahora, ¿cierto? Él vive en el dormitorio escolar y no se le permite salir, ¡puedes estar tranquilo e ir a casa ahora!” 

“¿Quién dijo eso?” Yang Meng enderezó su cuello, “La vez pasada cuando fuimos a tu casa, ¡él me siguió! No, ¡tengo que ir contigo!”

Gu Hai estaba detrás de Bai Luoyin, empujaba la bicicleta mientras lo esperaba, manteniendo una calmada, y sin embargo, oscura expresión.

“¿La vez pasada fue un caso especial, ¿o no? Si sale de la escuela pone en riesgo que sea descubierto y le deduzcan puntos, además necesita gastar dinero para pasar la noche en un hotel, todo eso solo para maldecirte, ¿es que vale la pena?”

“Pero aún quiero caminar contigo.” Yang Meng estaba siendo completamente terco, “Desde jardín de niños siempre hemos caminado juntos, ¿cuántos años han sido hasta ahora? Si no fuera por el maestro anterior a cargo de tu clase que alargaba la lección todo el tiempo, ¿si quiera habríamos separado nuestros caminos? Recordar todas esas cosas me hacen sentir triste, ve lo solo que estoy por mi cuenta, caminar tan largo camino a casa, ¿es fácil para mí?”

“Bueno, está bien...” Bai Luoyin palmeó amablemente el hombro de Yang Meng, “Vamos juntos”

La cara de cierta persona detrás de ellos se volvió más sombría. 

Bai Luoyin miró a Gu Hai, “Caminemos juntos los tres.”

Gu Hai de pronto se paró sobre el pedal de su bicicleta, avanzó en ella y se alejó, sin siquiera responderle.

“No...” Yang Meng era incapaz de entender, “¿Qué le pasa? ¿Por qué cada vez que lo veo, ni si quiera me da una sonrisa?”