Are You Addicted? (Volumen I)

Capitulo 142: El acto desvergonzado del pequeño Yin Zi

La mañana del segundo día, acababan de dar las cuatro y media cuando Tía Zhou salió de la casa.

Por toda la noche, Bai Luoyin ni siquiera pudo dormir bien y su mente mucho menos se encontró en paz. Cuando el sonido de la puerta del frente de pronto dio un golpe, de inmediato fue sacado del poco sueño que tenía. Para su angustia, no solo ambas piernas estuvieron expuestas al rígido aire frio, sino que la manta que los envolvía ni siquiera era agradable o cálida al tacto. Con estas condiciones pesando sobre él, simplemente sacó su cansado cuerpo de la cama e intentó desertar por completo. 

Cuando Bai Luoyin llegó al local de bocadillos, Tía Zhou ya estaba ocupada cocinando y sirviendo. Había solo algunos cuantos clientes, sentados esporádicamente alrededor de la tienda y la mayoría de ellos eran estudiantes.

“Yin Zi, ¿te levantaste tan temprano?”

Bai Luoyin asintió su cabeza, entonces pidió dos porciones de desayuno para llevar.

Tía Zhou le dio soltó una ligera risa, “¿Hoy es tu turno de comprar el desayuno?”

“Me quedé en casa ayer y está bastante cerca de aquí, así que debería comprar también una porción para Gu Hai. De esa forma, puede ahorrar tiempo y no tiene que correr hacia acá.”

Tía Zhou se veía un poco distraída, no dijo nada por algunos segundos, “Es cierto, casi lo olvido, ¿por qué regresaste a casa en medio de la noche?” 

Bai Luoyin tomó el paquete de desayunos, entonces sonrió avergonzado, “Tenía un poco de nostalgia.”

“Oh, tú... ” Tía Zhou sonrió y dejó de hacer más preguntas.

Eran solo las conco y diez cuando Bai Luoyin miró su reloj.

*/Gu Hai no debe haber salido aún si regreso a casa ahora./*

Justo como antes, como si nada hubiese cambiado, Gu Hai se despertó a la misma hora. Ya se había vuelto un hábito levantarse tiempo extra antes del amanecer. Más aún, incluso con Bai Luoyin alrededor, aún así se iría temprano. Se dirigiría al local de bocadillos, compraría el desayuno para Bai Luoyin y se lo llevaría a la escuela.

En este momento, Gu Ha ni siquiera se había puesto los zapatos cuando sonó el timbre.

*/¿Quién podrá ser tan temprano?/*

Abrió la puerta y para su sorpresa, era Bai Luoyin, de pie directamente frente a él y cargando dos cajas de desayunos en sus manos. El cansancio estaba claramente dibujado en su agotado rostro mientras miraba a Gu Hai.

“Tú...” sin palabras, por un instante Gu Hai se quedó viendo al chico frente a él, incapaz de evocar cualquier acción. 

Bai Luoyin no dijo nada y entró directamente al departamento. Al final, sin siquiera decir una sola palabra, ¡era este pequeño rincón el que lo hacía sentir cálido e incluso con más vida!

Esta era la primera vez que Bai Luoyin compraba el desayuno para Gu Hai. No había necesidad de decirlo, en su corazón Gu Hai, él mismo, estaba extremadamente conmovido por este gesto. Sus ojos permanecieron fijos sobre Bai Luoyin en todo momento, casi como si sus ojos quisieran absorber todo este ser y atraparlo en su propio cuerpo.