Capítulo 101: Una visita nocturna no solicitada

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“Está bien, no pensare más en eso

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“Está bien, no pensare más en eso.”

En la calle, Gu Hai conducía mientras sostenía la mano de Bai Luoyin, “No habrá ningún problema.”

Una de las mejillas de Bai Luoyin estaba cubierta por la luz de la luna, su otra mejilla estaba bajo la ardiente mirada de Gu Hai. En un momento su corazón se sentía frío, en otro se sentía caliente. Usó su delgado dedo para frotar su labio, reflexionando por un instante, entonces dijo ligeramente, “Siempre he sentido que una persona como él no es alguien quien se pueda jugar. No tiene familia, nadie que se preocupe por él, no tiene escrúpulos y causa problemas con nosotros como si estuviera bien para él morir. Se ve como si no quisiera vivir, su corazón es oscuro, se atreve a hacer lo que sea.” 

Gu Hai suspiró, “En realidad, es bastante sencillo si queremos golpearlo completamente, pero no sería fácil para Tía Zhou.”

“Después de todo fue su esposo, además también hay un niño pequeño.”

“Ve, ¿qué estamos hablando?” Gu Hai jugaba con la palma de la mano de Bai Luoyin, “¿Esto es algo de lo que debamos hablar? Su edad es completamente distinta con nuestros pensamientos. Ellos tienen mayores preocupaciones a comparación de nosotros, incluso si piensas en eso una y otra vez será inútil.”

Bai Luoyin se quedó en silencio, miraba la escena nocturna fuera de la ventana.

Lentamente Gu Hai movió su mano de la palma de Bai Luoyin hacia su pierna, acariciándola.

“Yin Zi, eres realmente bueno con Tía Zhou.”

Bai Luoyin giró su mirada hacia la cara de Gu Hai, “¿Qué estás diciendo?”

“Si me metiera en problema algún día, ¿también estarías tan preocupado?”

Bai Luoyin le dio una mirada de ‘eres tan tonto’, el significado era */¿Te estás poniendo celoso de Tía Zhou?/*

Gu Hai entendió por completo lo que Bai Luoyin quería decir, endulzó sus palabras con descaro.

“Tendré celos de cualquier cosa, grande o pequeña. En tanto sea algo por lo que tener celos, lo estaré. Sin importar si es un humano, una bestia o un pájaro, tendré celos de ello.”

Bai Luoyin sonrió con sus palabras.

Después de ver la delgada sonrisa de Bai Luoyin, Gu Hai tuvo mariposas en el estómago. Al tiempo en que Bai Luoyin miraba absorto la ventana, tomó esta oportunidad para estirar su mano y colocarla sobre la suave carne entre las piernas de Bai Luoyin, haciéndose paso en el interior.

Are You Addicted? (Volumen I) Where stories live. Discover now