Tras dar cuenta del último pellejito de pollo, Julio dijo la frase que pasaría a la posteridad:
- ¡Vámonos de juerga, Soneto y fans de Soneto. Por aquí debe haber una discoteca!
Secundando la idea, todos decidieron retornar a la casa hacienda para cambiarse de ropa y salir. A golpe de tres de la mañana ya estaban bastante divertidos en una discoteca llamada "Blanca".
Todos menos A.J.
-Amor, vamos a bailar -le dijo Alina, más para animarlo que por otra cosa.
-De acuerdo -le respondió. Pero igual seguía como medio apagado.
Julio aprovechó la circunstancia para conseguir "combustible".
-Oye, sabandija -le dijo a Jhonny-, para mí que a éste muchacho, además de clases de baile, le falta trago. Ponte algo, pues.
Antes de que Jhonny se negara en redondo, Celeste intervino y propuso comprar un vodka a medias con él.
-Es una vaina salir a tonear con tu flaca -dijo el gringo, secando su vaso y señalando a A.J. y Alina-: tomas poco y bailas mucho. La única ventaja es que bailar te baja la borrachera.
-Entonces bailaré -dijo Julio, aprovechando que Celeste terminaba de bailar con Esteban-: ¿me concede ésta pieza de reggaetón machista y vulgar, bella señorita?
Ella se rió y fue conducida por el chino a la pista de baile.
-Te preguntaría si estás preparada para el exámen de admisión del Vaxi, pero sé que no es necesario.
-Alucina que mi papá me dijo que podía hablar con el ministro de educación para que me exoneren del exámen: yo no quiero nada de eso. Si voy al Vaxi es para ser una alumna más.
Julio volvió a mirar a A.J. y lo vio demasiado desanimado. Sabía que tenía que hacer algo porque la idea de la juerga había sido de él.
-Oye, Cele -dijo Julio-, ¿puedes animar un poco a ése muchacho? Vamos a cambiar de parejas.
Así lo hicieron: Celeste terminó bailando con A.J. y Julio con Alina.
"Craso error" pensó el chino.
El año pasado Julio y Alina habían tenido un pequeño affaire, consistente en que salían, se besaban pero no eran pareja. Todo se había ido al tacho desde que A.J. empezara a salir con ella y Julio insistiera para jugar a las damas chinas.
Durante casi un minuto bailaron en completo silencio, el cual fue roto por Alina:
-Te veo tranquilo, chino.
-Lo soy -respondió éste.
Alina resopló, como quien escucha un pésimo chiste.
-Chill, ¿verdad? -pregunto él.
Era obvio a qué se refería.
-Sí, chill -le respondió Alina.
-¿Patas?
Alina miró al techo y rió.
-Está bien, chino: además no sirvo para rencorosa -luego volteó la mirada-: Oye, ¿qué ese no es el gringo?
Julio miró hacia donde señalaba Alina, pero sólo vio a una chica bastante atractiva, a la que reconoció casi al instante.
Una escena distinta se repetía entre Celeste y A.J.
-Algo te pasa a tí -le dijo ella.
-Nada.
-¿Seguro?
YOU ARE READING
Aún en la soledad - Antes De Las nueve II
Paranormal¿Podría existir un ser tan cruel cuya única motivación fuera ver sufrir a los demás? Lima. Ayacucho. San Juan. Capiatá. A.J. y sus amigos (junto a la fantasma Isabella) inician un nuevo año de estudios y se aprestan a recibir a sus compañeros de int...