○~Φόϐος~○

•°Capitulo VI°•

Dorofobia

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Los regalos nos gustan a todos. Y no solo recibirlos, también hacerlos, ¿verdad? Al fin y al cabo se trata de una muestra de cariño, de una señal bien clara de que esa persona estaba pensando en ti cuando ha comprado el regalo. Puede parecer que no hay nada negativo cuando hablamos de regalo, ya que se trata de un momento feliz para ambas partes pero, ¿Qué pasa cuando dar y recibir regalos se convierte en una obsesión? La dorofobia es un trastorno tan serio como cualquier otra fobia más, y de apoco en esta historia un gran cambio iba a implicar.

Las semanas de apoco pasaron y los sentimientos se mezclaron aún más, mientras por un lado dos sentimiento iban a combinarse, por otro caso un nuevo sentimiento iba a ganar intensidad peligrosa volviendo la amistad en un odio mortal. Pero olvidando lo anterior nombrado, el pequeño rojo amarillo y verde se iba acostumbrando a la presencia de la potencia y hasta se podría decir que se estaba abriendo hacia este cada vez más. Entonces sucedió... Uno de esos días nombrado un pequeño tricolor se encontraba dándole los últimos sazones a una comida que había preparado para sus pequeños los cuales se encontraban en un paseo con wípala, por otro lado en ese mismo hogar se podía observar a una potencia europea la cual se encontraba acomodando platos y cubiertos en la limitada mesa del tricolor para más claro una perfecta mesa para 12 personas en las cuales todos desayunaban, Almorzaban, cenaban o merendaban.

-Ya Rusia puedo hacerlo solo gracias por ayudar. Como te lo recompensó.

Preguntó el tricolor al cual no le gustaba recibir algo sin dar algo a cambio.

-Si me das una sonrisita estaré más que pagado.

Mencionó la potencia mientras esperaba dicha sonrisa con ansias, por que era cierto el ruso anhelaba que el tricolor le revelase su bella sonrisa ante su presencia.

-N... No no seas idiota yokalla de mierda

Comentó el pequeño tricolor intentando ocultar ese sonrojo que con el paso de los días ante la presencia del más alto se habían ido revelando pintando se en aquel rostro tierno y delicado. Ambas vistas se cruzaron y dulcemente se miraron dos almas que se amaban pero ese secreto no habían rebelado, por que una tenía miedo de amar a ese ser preciado, y la otra no estaba segura si al ser perfecto había encontrado, tanto amor tanto dolor que el corazón debe soportar que ambos deben sobrellevar.

-Que lindo Bolivia... Estas sonrojado.

Comentó mientras intentaba ver el tierno rostro que ocultaba nuestro tricolor, y claro al intentarlo recibir un golpe de parte del pequeño tricolor el cual se asustó al ver como el ruso se sostenía la parte golpeada la cual era su nariz.

-Perdón perdón.

Pronuncio el más bajo mientras veía al mayor, hasta ver como este se levantaba riendo un poco cosa que molesto al pequeño tricolor.

-Me asustaste idiota.

Comentó dándole pequeños golpes tiernos y subes al robusto pecho del más alto el cual solo reía viendo la leve molestia que reflejaba el rostro de un tricolor que solo bufaba molesto

-Ya tienes que irte ¿no?

Pregunto el más bajo el cual se alejaba del ruso el cual confundido por su actitud solo lo abrazo haciendo que ambos den varias vueltas.