CAPÍTULO 5 :"Curando Un Angel"

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"Cuando una persona necesite ayuda, nunca lo va a gritar a los 4 vientos. Pero sus ojos se llenarán de un brillo desconocido que sin avisar, correrá por sus mejillas. Y esa... Esa es su manera de gritar ayuda"

Aylena Rodríguez


Capítulo 5

Luego de unas horas de mantener los ojos cerrados, abrirlos y despertar en un hospital, los policías interrogaron a Angélica y a Kevin. Querían saber qué había pasado, tanto así que les agarró la noche saliendo del hospital.

—¿Quieres que te lleve a tu casa? —Preguntó Kevin a su ángel, a la que Sebas le ponía su chaleco para que no tuviera frío.

—No, no quiero estar sola, por favor...

—¿Tienes familia cerca de aquí?  —Preguntó Sebastián y ella negó.

—¿Qué hacemos? —Kevin miró a su amigo.

—No la podemos dejar sola —La miró —Acaba pasar por casi una película horror.

Kevin suspiró y pasó sus manos por su cara pensando qué hacer.

—Vamos a mi casa —Ella lo miró sorprendida —No voy a dejar que pases sola esta noche.

—Yo me quedo con ustedes, vas a necesitar una compañía graciosa porque él es un malhumorado.

Kevin volteó los ojos. Minutos después la puerta de la pequeña casa de Kevin se abrió y se cerró, dándoles la bienvenida al ángel protector y sus ángeles protectores que la salvaron de un demonio humano.

—Espera aquí y no toques nada —Dijo Kevin inclinándose hacia ella y señalándola con un dedo, para luego subir a su habitación —¡Sebas!

—¡Ya voy! —Sebas miró las escaleras y luego su mirada se posó sobre Angélica —La casa de Kevin es tu casa. No le hagas caso, linda.

La tomó de las mejillas y besó su frente.

—Eres un ángel comparado con ese demonio —Dijo Sebas y se fue por las escaleras.

La pequeña y curiosa ángel miraba a su alrededor, observando cada detalle y objetos de la casa, hasta que miró el cuadro que a sus espaldas se encontraba.

Se volteó y se arrodilló sobre el sofá, viendo mejor la imagen y rostros de los padres y la hermanita de Demon que, con una gran sonrisa, se veían abrazando, despeinándose y besando la mejilla del de ojos azules que hasta ahora, la miraban con tanta.... irritación.

Ella se centró en el rostro de la niña y recordó sus palabras.

"Por favor, chica linda, protege a mi hermanito, él debe estar sufriendo mucho y sintiendo mucho miedo."

«No te voy a decepcionar, linda»

Pensó Angélica y se levantó, subiendo las escaleras en forma de espiral cuando de pronto, escuchó las voces de Kevin y Sebastián.

—Kevin, ahora mismo eres como su héroe. No te comportes como un idiota.

—Wooow, gracias por recordarme lo que soy.

—Kevin, en serio —Sebas hizo una pausa —A esa niña casi le toca vivir un abuso sexual, sé más suave.

—Lo voy a intentar. ¿Vale?

—Eso...

Al sentir los pasos que se acercaban, la pequeña ángel bajó y se sentó en el sofá tranquila, tal y como Kevin le había ordenado.

—A ver, te vas a quedar aquí hasta mañana. Así que vas a dormir en mi habitación, yo y Sebas dormiremos aquí en la sala.

Ella solo lo miraba atentamente.

—Voy a la habitación a por algo de ropa para que te bañes y descanses un poco —Él se dio la vuelta pero ella agarró su mano.

—Kevin.

—¿Si?

—Gracias.

Kevin se volteó a verla.

—No hay de qué, solo no vuelvas a salir sola a esa hora. Es peligroso.

Dicho eso, se fue de nuevo a las escaleras. Sebastián que observó la escena al verlo irse, miró a la castaña.

—Ven, vamos a la cocina, voy a prepararte algo para que comas.

—No quiero molestar aún más.

—No molestas, simplemente Kevin no está adaptado a tener otra compañía que no sea la mía. Aunque no es que me soporte mucho a mí tampoco.

Angélica rió  y este la despeinó riendo con ella. Kevin sin embargo, los miraba desde arriba de las escaleras un poco disgustado.

Media hora después Kevin caminaba hacia el baño mientras Sebas estaba arreglando la cama. Al abrir la puerta Kevin se encontró mirando a la castaña desnuda por lo que rápido tapó sus ojos.

—Ten —Estiró algo de ropa hacia ella.

—Gracias —Ella la tomó.

Kevin cerró rápido la puerta y abrió sus ojos. Sebas lo miró y alzó sus cejas de forma pícara.

—Oye, no me mires así, maldito pervertido —El azabache agarró una almohada y se la lanzó a la cara.

—¡Ay ya! —Sebas soltó una risita y al escuchar la puerta del baño abrirse ambos miraron.

—Ya estoy.

Angélica salía del baño con una de las playeras de Kevin. Este al verla se quedó algo sorprendido, nunca se había detenido a mirar lo hermosa que era. Y verla con su ropa prendió una pequeña llama en sus ojos.

—¿Me queda muy mal? —Pregunto Angélica al ver como Kevin se le quedó mirando.

Kevin rápido negó y agarro un cigarrillo, se fue al balcón a fumar. Sebastián se acercó y la llevo a recostarse, era como si se hubieran encontrado a una niña pequeña, tan inocente que no parecía tener la edad que ellos creían que tenía.

—¿Sebas?

—¿Si? —El chico la acobijo y se sentó a su lado.

—¿Cómo murieron los padres de Kevin?

Esa pregunta tomo por sorpresa a Sebastián.  Algo que hizo arrugar sus cejas.

—¿Cómo sabes que los padres de Kevin?

—Las chicas en la universidad me dijeron —Angélica mintió, pues no era de ahí de donde lo sabía.

—Oho...

Sebastián suspiró y miró hacia la puerta del balcón.

—Fue algo muy trágico, a Kevin no le gusta hablar de eso, pero en algún momento vas a enterarte en la Universidad así que mejor te lo digo —La volvió a mirar y suspiró.

—¿Hace cuando pasó?

—Ya va a cumplir un año...

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CAPÍTULO CON EDICIÓN CONCLUIDA

COMO CAÍDA DEL CIELO (CCDC) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora