CAPÍTULO 30: "Desvelada"

128 45 27
                                    

.

.

Capítulo 30:

.

.

Cuando las manecillas del reloj se mueven, emiten el sonido del tiempo, marcando la media noche en una hermosa canción. La armonía la hace el silencio, y la letra, el eco emitido.

Muchas cosas habían pasado en solo un día, muchas cosas que ni siquiera Kevin entendía. Acababa de descubrir que el posible amor de su vida era un ángel guardián. Y peor aún: que unos demonios querían matarlo, solo para quitarle el amor de la chica que amaba el príncipe del infierno.

Un príncipe que seguramente se había desangrado en la nieve blanca, volviéndola rosas rojas quemadas por el infierno.

Ahora todos estaban bajo las paredes azules del apartamento de Angélica. Kevin se encontraba parado en la ventana, algo intranquilo. Angélica le brindaba un chocolate caliente a Sebastián, quien se cubría con una sábana, sentado en uno de los sofás.

Ángel y Cupido miraban a los dos mortales sin saber qué hacer. Habían tenido que revelar un secreto ante ellos, y no era solo un secreto: era su vida entra. Podrían perder sus alas y poderes si ellos abrían la boca.

—Kevin —Angélica interrumpió el silencio en la sala, tomando la mano del mortal a sus espaldas.

El chico la volteó a ver con algo extraño en su mirada. ¿Podría ser confusión? Tal vez podía ser decepción o simplemente tristeza.

—¿Por qué no me dijiste que eras un ángel antes?

—No podía, no podía decírselo a nadie. Lo siento. —Ella se abrazó y lo miró a los ojos por más que le pesara su mirada.

—¿Y había necesidad de decirme tantas cosas horribles?

—Kevin, créeme. Nunca estuve en tu casa aquella noche. —Angélica puso una mano en su mejilla y este la apartó delicadamente.

—Ya, claro... —dijo con sarcasmo.

—Ella dice la verdad. —Ángel se levantó y fue con su hermana—. Angélica estaba haciendo sus maletas esa noche. Quien te habló, no fue ella.

—¿Ah, sí? —Kevin lo miró, serio—. ¿Entonces quién carajos fue? ¿Me explicas? —Él se cruzó de brazos.

—La silueta cambia-rostro —el castaño mencionó—: Anyi.

Sebas empezó a toser y todos lo voltearon a ver. El pobre se había atragantado con su bebida. Cupido le dio palmadas en su espalda hasta que pudo decir algo.

—¿Anyi? ¿Mi Anyi? —Sebastián los miró sin creerlo.

No, su chica no. ¿Cómo podía ser? ¿Anyi un demonio? Ni siquiera la castaña se lo creía.

—¿Mi amiga Anyi? —Angélica miró a su hermano, sorprendida—. ¿Cómo sabes que fue ella? Tal vez estás confundido.

—Sí, seguro —dijo Sebastián, levantándose y yendo con Ángel.

—No, no lo estoy. Camila vino y me dijo todo lo que Adriel había planeado. Él mando la carta hacia Kevin con ayuda de Dania, también hizo pensar a Kevin que Angélica lo había utilizado. Él utilizó el mínimo error que cometió Angélica a su favor.

Todos se quedaron callados, sorprendidos, hasta que Angélica rompió el silencio.

—¿Dónde está ella? —preguntó y en ese momento la puerta de una de las habitaciones fue abierta.

—Estoy aquí.

Angélica volteó a verla juntos a todos en esa sala. Camila estaba destruida. Su largo cabello rojo había sido cortado en pedazos disparejos y aunque ya se había dado una ducha y utilizaba una de las playeras blancas de Ángel, se podían ver moretones en su cuello y la marca del grillete que había tenido en uno de sus pies.

COMO CAÍDA DEL CIELO (CCDC) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora